OPINIÓN

Trump pone a tiro a mi maestro

por Ramón Pérez-Maura Ramón Pérez-Maura
Bolton Trump Colombia

Foto: AFP

John Bolton (Baltimore, Maryland 1948) es una figura de referencia de la política exterior de Estados Unidos. Ha servido en todas las administraciones republicanas desde Ronald Reagan hasta Donald Trump, con el que fue consejero de Seguridad Nacional durante 17 meses. Cuando comunicó al presidente su intención de dimitir, éste le pidió que esperase a hacerlo público al día siguiente. Bolton obedeció y Trump se le adelantó y lo destituyó en Twitter.

Yo he tenido el privilegio de tratar con él en varias ocasiones y para mí es mi gran maestro en el análisis de la política internacional, asunto al que he dedicado bastantes horas de mi vida profesional. Los lectores de El Debate tuvieron la oportunidad de leer una entrevista con Bolton que le hice en junio de 2022 en Madrid. John Bolton es un hombre deslumbrante que publicó en el año 2020 The Room Where it Happened (Simon & Schuster) en el que cuenta sus progresivos desencuentros con el presidente Trump que intentó resolver dimitiendo. Ni eso pudo hacer. Y Trump hizo todo lo posible por impedir la salida del libro, lo que no logró.

En esta hora tiene mucho peso el capítulo de 40 páginas que dedica a Venezuela y en el que narra sus intentos para derrocar a Maduro. Con un poco más de apoyo por parte del presidente, que nunca quería llegar hasta el final, aquel objetivo se podría haber logrado.

A pesar de los muchos enemigos que Bolton se había hecho a lo largo de los años con regímenes peligrosos, empezando por Irán, Trump ordenó que la protección del Servicio Secreto le fuese retirada. En cambio, y a pesar de las muchas críticas que Bolton había hecho a las políticas de Joe Biden, éste ordenó devolverle la protección del servicio secreto en 2021. Y menos mal que lo hizo porque en 2022 el Departamento de Justicia presentó cargos contra un miembro de los Guardianes de la Revolución iraní por intentar contratar un asesino a sueldo para atentar contra Bolton. Supongo que a la mayoría de los lectores el procedimiento les sonará conocido porque es exactamente el que sufrió Alejo Vidal-Quadras en su intento de asesinato en Madrid. Según la Fiscalía, la orden del presidente Trump de acabar en 2020 con el general iraní Qasem Soleimani, el responsable de la Fuerza Quds, pretendía ser vengada con el asesinato de Bolton. La Fuerza Quds es una división de los Cuerpos de la Guardia de la Revolución Islámica especializada en atentados terroristas y operaciones de inteligencia militar. Afortunadamente el Servicio Secreto norteamericano salvó la vida a Bolton entonces.

Con estos antecedentes, comprenderán ustedes que resulta verdaderamente increíble que el presidente Trump haya decidido volver a quitar a Bolton una protección que representa, literalmente, una cuestión de vida o muerte. Pero esto es lo que hay.

Y para quienes piensen aquello de «algo malo habrá hecho», quiero decirles que este hombre al que sigo desde hace más de treinta años es el internacionalista conservador más coherente que conozco. Y la coherencia fue su gran pecado porque lo que no soportó Trump de él fue que intentara aplicar un poco de congruencia a la política exterior de la Administración Trump. Al presidente no le gustó esto y con toda lógica, lo despidió. Estaba en su derecho, por supuesto. Pero poner ahora en riesgo su vida es para mí, muy grave. Y si Bolton, el gran promotor de la retirada de Estados Unidos del acuerdo nuclear con Irán, es asesinado, la responsabilidad de Trump en su muerte será directa. Cuando se conoció el miércoles la decisión de Trump de retirarle la protección que le había puesto Biden, Bolton se limitó a decir: «El pueblo estadounidense puede juzgar por sí mismo qué presidente tomó la decisión correcta».

Cuídese mucho, maestro.

Artículo publicado en el diario El Debate de España