
Foto: EFE
La comunidad internacional observa con expectativa el regreso de Donald Trump a la Presidencia de Estados Unidos, principalmente debido a su estilo disruptivo y a la espectacularidad con la que anuncia políticas que alteran la normalidad internacional. En muchos casos, estas acciones dejan de lado el derecho internacional y a los organismos internacionales creados precisamente para mantener un orden global equilibrado y evitar la vorágine y los abusos de poder de las naciones más grandes frente a las más pequeñas. Es importante recordar que la grandeza de los países no solo radica en su poderío, sino en los valores morales y políticos que defienden.
Será interesante observar de cerca si, como presidente, adopta realmente las propuestas presentadas durante su campaña electoral y las declaraciones realizadas en los dos meses posteriores como presidente electo. Aunque en su toma de posesión confirmó el cambio de nombre del Golfo de México, una decisión mucho menos polémica en comparación con su intención de retomar el Canal de Panamá. Esta última serían palabras mayores y representarían un desafío mayor, ya que no solo implicaría una violación de la soberanía de otro país, sino también el incumplimiento de acuerdos internacionales. Dichos acuerdos, además de haber sido firmados por un presidente estadounidense como él y premio Nobel de la Paz, Jimmy Carter, han sido ratificados por 40 países de la comunidad internacional, los cuales actúan como garantes de la neutralidad del canal.
A esto se suman la declaración de estado de emergencia nacional en la frontera, la militarización y el cerrar la frontera con México, la declaración de terrorista a los carteles de las drogas, lo cual le permite incursionar en territorio mexicano para combatirlos, impuso aranceles del 25% a las exportaciones mexicanas y canadienses, además, de llevar a cabo deportaciones masivas de inmigrantes indocumentados. Todo ello, combinado con una política de presión para frenar la influencia de China en un continente que Washington había descuidado y ahora intenta recuperar a golpe y porrazo, generando un clima de tensión y desconfianza en América Latina, más que uno de cooperación y solidaridad.
Por otro lado, la presidenta de la Unión Europea ha manifestado su preocupación por la decisión de Estados Unidos de retirarse de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Asimismo, ha reafirmado la importancia de la solidaridad entre los miembros de la OTAN, subrayando que las conversaciones con Estados Unidos serán pragmáticas, pero siempre orientadas a defender los principios europeos y fomentar la cooperación con quienes compartan sus valores.
Mientras se realizaba la investidura de Trump como presidente de Estados Unidos, en un contexto paralelo, Rusia y China firmaban acuerdos destinados a fortalecer sus relaciones bilaterales, comprometiéndose a llevarlas a «nuevas alturas». Ambos países, han coincidido en su visión sobre cómo deben ser las relaciones entre las grandes potencias y han expresado su intención de enfrentar la incertidumbre internacional basándose en la estabilidad.
Parecería que el presidente Trump busca revivir y emular, un siglo después, las políticas intervencionistas del presidente Woodrow Wilson y no la del “Buen Vecino” de Franklin D. Roosevelt, aunque América Latina y los tiempos son otros.
En este escenario, el mundo observa con expectación los primeros pasos del nuevo gobierno estadounidense en política exterior. En América Latina, en particular, surgen preocupaciones sobre si de verdad Trump adoptará una política basada en la doctrina del «Gran Garrote» en lugar de continuar con la política de la «Buena Vecindad» o el de “La Alianza para el Progreso” de Kennedy basada en la cooperación y el desarrollo de nuestros países.
También queda por verse si su enfoque político estará marcado por la confrontación ideológica entre democracia y autoritarismo, una división que se ha profundizado en América Latina como resultado a los sistemas políticos de Cuba, Nicaragua y Venezuela, lo que se ha enfatizado tras el desconocimiento de los resultados electorales en Venezuela.
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