Ha ganado Trump y es una buena noticia para Israel y es una buena noticia para el mundo libre. También es un paso en la correcta dirección para el fin de la guerra en Rusia. Ha ganado Trump y es una mala noticia para la vergonzosa propaganda de la mayor parte de la prensa española que se ha dedicado en los últimos años a sembrar infundios sobre él, a insultarlo y a mentir descaradamente sobre las opciones que nunca tuvo Kamala Harris de imponerse. Lo mismo que con Hamás, cuya propaganda terrorista se difunde como información con una desvergüenza que sólo puede tacharse de colaboracionista y criminal.
Que el burdo bulo y la desinformación, el fanatismo y la ignorancia se tomen como recursos periodísticos aceptables tiene mucho que ver con el tercermundismo mediático español a la hora de comprender el mundo que le rodea. Las altas excepciones de Javier Ansorena y David Alandete, corresponsales de ABC en Estados Unidos, son un orgullo para nuestro periódico en una prensa española que con los resultados de estas elecciones demuestra su deshonestidad y su falta de inteligencia.
Pero ni así se espera ningún progreso moral ni intelectual sino más noche y más cristales rotos, y más negacionismo fanático. Volverán a decir que la democracia está amenazada aunque vivan más seguros en un mundo sin guerras. Como sucedió en su primera presidencia volverán a negar sus logros económicos basados en la productividad, en la facilitación empresarial y en equilibrar las balanzas comerciales con los países que no pagan Derechos Humanos. También dirán que es una amenaza para el mundo pero el mundo será con él un lugar más seguro que con los sanguinarios presidentes Obama y Biden. Si en su primera presidencia no inició ninguna guerra y propició los Acuerdos de Abraham, los más importantes de la historia de Israel con los países árabes, en este mandato acabará con la guerra rusa y ayudará a Israel a destronar a la criminal tiranía de Irán en defensa de la vida y la libertad de nuestros hijos.
Pero también es cierto que resulta higiénico que estos periodistas estén enfadados y hagan el ridículo: es dulce ver cómo se retratan y desangran en sus pronósticos apocalípticos, y que la vieja Europa quede retratada como la que no quiere pagar por su defensa y tiene la cara dura de decir que Trump la abandona, mientras es blanda con los islamistas y cómplice de los que quieren mantener artificialmente una guerra con Putin -familia Biden, entre otros tantos- para vendernos su gas el triple de caro.
Trump ha ganado y la mentira ha quedado al descubierto. «Las elecciones más empatadas de la Historia». ¡Pam!. ¿Ustedes creen que alguien va a disculparse?
Como sucedió con Reagan, Margaret Thatcher y Juan Pablo II -y hasta con Churchill mientras trataba de derrotar a Hitler- en el segundo mandato de Trump habrá amenazas, atentados y un permanente rumor de oscurantismo, odio y atraso. Es el precio de miseria y sordidez que siempre ha tenido que pagar el mundo libre para avanzar.
Artículo publicado en el diario ABC de España