El triunfo deportivo de los equipos, tanto a nivel general como en el caso particular del fútbol, trasciende las dimensiones físicas, técnicas, tácticas y estratégicas. Va mucho más allá de la mera competencia física y se adentra en un ámbito cuántico y transpersonal, donde la energía y la conexión espiritual desempeñan un papel fundamental.

Por una parte, es importante reconocer que el deporte no solo se trata de la habilidad física y la destreza técnica de los jugadores. Si bien estas cualidades son esenciales para el éxito en la cancha, el verdadero triunfo deportivo radica en el aspecto intangible y emocional que impulsa a los equipos a alcanzar niveles superiores.

Los equipos exitosos comprenden que cada individuo es parte de un todo mayor, que cada jugador es una pieza vital en el engranaje de la unidad. Trabajan de manera sistemática y científica para nutrir y fortalecer los lazos que los unen, creando así una sinergia poderosa que trasciende las habilidades individuales y permite alcanzar un nivel cuántico de rendimiento. En este nivel cuántico, los jugadores se convierten en portadores de energía, canalizando su pasión y compromiso hacia un objetivo común. La conexión trascendental que se establece entre ellos les permite superar obstáculos, adaptarse a situaciones imprevistas y alcanzar un estado de flujo en el que el juego se vuelve intuitivo y fluido.

Además, el triunfo deportivo a este nivel está intrínsecamente relacionado con el aspecto espiritual y la transpersonalidad. Va más allá de ganar trofeos o títulos, buscando trascender el ego y conectar con algo más grande. La transpersonalidad implica ir más allá de los límites individuales, conectándose con una dimensión más profunda de la experiencia humana en el ámbito deportivo. Mientras que la espiritualidad, a través de creencias religiosas, prácticas meditativas o una conexión con la naturaleza y el universo, también juega un rol importante al ayudar a los deportistas a encontrar un propósito más profundo, mantenerse enfocados en valores fundamentales y experimentar una mayor satisfacción en el proceso de competir.

En cuanto a la economía, se ocupa de emplear y optimizar los recursos para satisfacer las necesidades humanas. Si consideramos las necesidades espirituales como parte de esas necesidades, es importante reconocer que los recursos para satisfacerlas pueden ser diversos.

Las necesidades espirituales pueden incluir la búsqueda de significado, conexión, trascendencia, crecimiento personal y bienestar emocional y espiritual. Para satisfacer estas necesidades, los recursos a nivel humano pueden ser variables y personales. Algunos ejemplos de recursos que podrían contribuir a satisfacer estas necesidades son:

  1. Tiempo: dedicar tiempo a actividades espirituales como meditación, contemplación, oración, rituales o prácticas de conexión personal.
  2. Conocimiento: buscar y adquirir conocimientos sobre filosofías espirituales, prácticas de autocuidado, desarrollo personal y crecimiento espiritual.
  3. Comunidad: conectar con personas que compartan intereses y perspectivas espirituales similares, participar en grupos de estudio o práctica espiritual, y buscar apoyo y guía en comunidades espirituales.
  4. Autorreflexión: cultivar la capacidad de autoobservación y reflexión para explorar y comprender las propias necesidades espirituales y desarrollar prácticas que las satisfagan.
  5. Espacios sagrados: crear o encontrar espacios físicos o mentales que fomenten la conexión espiritual y permitan la introspección y la renovación.

De manera que en el ámbito del futbol, la espiritualidad y la transpersonalidad desempeñan un papel crucial en el desarrollo integral de los jugadores y en el éxito de los equipos. La conexión con algo más grande que uno mismo y el trascender el ego individual permiten a los futbolistas alcanzar un estado de plenitud y rendimiento óptimo. La espiritualidad en el fútbol no se limita a creencias religiosas, sino que implica una conexión profunda con el deporte como una experiencia sagrada y transformadora. Al nutrir y cultivar los aspectos espirituales, tanto a nivel individual como colectivo, los jugadores y los equipos pueden experimentar un mayor nivel de conexión, satisfacción y éxito en su camino hacia la excelencia en el fútbol.

Asimismo, es importante reconocer el papel de la economía en el proceso de satisfacer las necesidades espirituales con los propios recursos del individuo en su interioridad. Al emplear recursos como el tiempo dedicado a actividades espirituales, la búsqueda de conocimiento, la conexión con comunidades afines y la creación de espacios sagrados, los futbolistas pueden encontrar una fuente interna de apoyo y nutrición espiritual que contribuye a su bienestar y rendimiento en el campo de juego.

Nota:

Este contenido forma parte del curso/diplomado: Fútbol, Economía y Espiritualidad: una perspectiva transpersonal y cuántica. Al respecto, se invita a una charla de inducción completamente gratuita para el próximo sábado 02-03-2024. Información:   https://www.instagram.com/reel/C3y8ErISbT7/?utm_source=ig_web_copy_link&igsh=MzRlODBiNWFlZA==  /  https://www.youtube.com/shorts/x0MIHd9B7OY?feature=share

 “¡Al final el Inmaculado Corazón de la Virgen María triunfará!”

Pedro Morales. Proyecto “Salve María Auxiliadora, economía de la salvación y de la felicidad verdadera”. Postulante a Rector de la Universidad Nacional Experimental del Táchira. (UNET) [email protected]  X: @tipsaldia / Instagram: @tipseconomic  / WhatsApp: +58-416-8735028


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