OPINIÓN

Trapiches del Valle de Guarenas en 1764

por Carlos Cruz Carlos Cruz

 

 

Durante la Venezuela colonial, la agricultura constituyó la actividad económica más importante para la Provincia de Venezuela.

Varios fueron los rubros que a lo largo de tres siglos se desarrollaron en ese territorio y lo más importante es que ese crecimiento fue ejecutado bajo la conducción de una buena organización.

En esta revisión documental sobre lo sucedido en los trapiches ubicados en el Valle de Guarenas para el año 1764; observamos una clara demostración de todo el aparato económico de la época para producir bienes comestibles y que los mismos generaron ganancias para el productor, la corona española y la iglesia.

Entre las primeras referencias de la presencia del azúcar en América tenemos dos de Fray Bartolomé de las Casas, quien llega a las indias en el año de 1502 y se establece en La Española.

En uno de sus escritos, De las Casas dice lo siguiente: “Que cualquiera que hiciera ingenios para hacer azúcar que V. al le manda ayuda con algunos dineros porque son muy costosos y les haga merced a los que hicieron que puedan llevar y tener veinte negros y negras porque con ello tendremos otros treinta cristianos que an menester por fuerza así estarán los negros seguros, desta, maña, se harán muchos ingenios porque la mejor tierra del mundo, para azúcar y ansi terna V. al. maravillosas rentas y antes de tres años”.

En otro momento De las Casas expresa: Viendo los Padres de San Jerónimo, que allí estaban, la buena muestra que el bachiller Vellosa había montado para salir de aquella granjería El Trapiche para producir azúcar, y como seria provechosa, para animar a otros que se diesen a ella ordenaron con los oidores de la audiencia y oficiales del Rey que, de la Real Hacienda, se prestasen quinientos pesos de oro del vecino que se pusiese a hacer ingenio grande o chico para hacer azúcar…”

En Venezuela hemos encontrado que hay referencias del azúcar que datan del año 1532 en una carta dirigida a Oficiales de Contratación donde se menciona lo siguiente: “mandamos a Vm+ por otra Real Cédula que sabremos (ilegible) de lo que cita que esta de cierto azúcar de doña Teodora de Castellón”.

Lo interesante de ésta cita documental es que la caña de azúcar tuvo presencia en Venezuela desde etapas muy tempranas tomando en cuenta por ejemplo de que la ciudad de Coro (primera ciudad de la Provincia de Venezuela) fue fundada en 1527.

El cultivo de la caña de azúcar formó parte de los seis productos más importantes de la agricultura en esos tiempos como lo fueron el cacao, el tabaco, el algodón, el maíz y el añil.

Del procesamiento de la caña de azúcar se pueden obtener los siguientes derivados: papelón, melcocha, miel de caña, azúcar y aguardiente. Haciendo la acotación de que en la Provincia de Venezuela estaba prohibida la producción de aguardiente, aunque existen evidencias de que a pesar de esas limitaciones legales, de todas formas fue fabricado; y así lo confirma Yelitza Rivas en su trabajo sobre la industria del aguardiente en la Provincia de Venezuela en el siglo XVIII, donde señala que a pesar de las prohibiciones para la construcción de alambiques; la fabricación de aguardiente de caña fue un hecho notorio  en  Caracas, La Victoria, Carora y Calabozo.

En otras ciudades también se produjo el aguardiente y hasta inventaron argumentos para solicitar su legalización ante la administración real, como es el caso de la Nueva Valencia del Rey en 1778, donde afirmaban que el aguardiente tenía propiedades curativas.

El pueblo de Guarenas y su valle

El pueblo de Guarenas fue fundado en 1621 siendo su nombre original Nuestra Señora de Copacabana de las Guarenas y es creado como “Pueblo de Indios” bajo la tutela de la Iglesia Católica, según se comprueba en un acta del año de 1674 donde aparece el cura Lorenzo Zurita como “cura propietario” y en una parte del mismo dice lo siguiente: “…Lorenzo Zurita, cura propietario del pueblo de Nuestra Señora de Copacabana de las Guarenas, Jurisdicción de Santiago de León de Caracas ante Vuestra (ilegible) comparesco y digo que yo tengo necesidad de no mas testimonios de los papeles y autenticos originales que presento de los (ilegible)  que (ilegible) a esta iglesia y en las demás a mi cargo de una certificación que me dio el Rosario Eclesiástico (ilegible)  del (ilegible) que administre los Sacramentos a los vecinos de esta (ilegible) y del Titulo de Cura propietario que actualmente asumiendo de que mandara Vuestra (ilegible) se me den los testimonios que pido y que se me devuelvan los originales presentados para resguardar lo que me convenga”.

 Hay otro documento del año 1700 que ratifica la posesión católica, en el que aparece como “Cura Doctrinero” del pueblo, el presbítero Jerónimo Fernández Escorcha.

En este valle hubo una intensa actividad relacionada a la caña de azúcar y para el año de 1764 la corona española tenía registrados 32 trapiches que vamos a mencionar a continuación con su respectiva producción en ese año:

  1. Josepha Urbina: 1.500 pesos de papelones
  2. Anna Urbina: 1.000 pesos de papelones.
  3. Bernabe Ochoa: 1.500 pesos de papelones.
  4. Yscaragua: 600 pesos de papelones
  5. Pedro Ochoa : 200 pesos de papelones
  6. Doña Juana González: 700 pesos de papelones.
  7. El Cercado: 100 arrobas de azúcar, 1500 pesos de papelones y 20 cargas de melado.
  8. Curupao: 2.000 pesos de papelones.
  9. Guayabal: 2.000 pesos de papelones.
  10. Don Antonio Gedler: 1.000 cargas de melado.
  11. La Concepción: 1.000 pesos de papelones, 700 cargas de melado.
  12. La Fundación: 1.500 pesos de papelones y 500 cargas de melado.
  13. Casarapa: 1.700 cargas de melado.
  14. Potuco: 5.000 pesos de papelones y 200 cargas de melado.
  15. Auyamito: 2.500 pesos de papelones.
  16. Auyamo: 2.000 pesos de papelones
  17. La Soledad: 3.000 pesos de papelones y 200 arrobas de azúcar.
  18. San Pedro: 4.000 pesos de papelones
  19. Vega Arriba: 4.000 pesos de papelones, 100 arrobas de azúcar y 200 cargas de melado.
  20. Doña Josefa Marrón: 4.000pesos de papelón, 100 arrobas de azúcar y 200 cargas de melado.
  21. Doña Catalina Aristiguieta: 2.000 pesos de papelón y 500 arrobas de azúcar.
  22. Don Greogorio Muñoz: 1000 arrobas de azúcar y 1.000 pesos de papelones.
  23. Santa Cruz: 1.500 arrobas de azúcar y 500 pesos de papelones.
  24. Anayna: 1.000 pesos de papelones, 100 arrobas de azúcar y 100 cargas de melado.
  25. El rincón de abajo: 800 arrobas de azúcar y 330 pesos de papelones.
  26. Palmar: 400 arrobas de azúcar y 300 pesos de papelones.
  27. Viuda del Capitán Machado: 500 arrobas de azúcar y 1.500 pesos de papelones.
  28. Doña Rita Arratia: 1.800 pesos de papelones.
  29. Don Manuel Gedler: 1.800 pesos de papelones
  30. La Trinidad: 500 arrobas de azúcar y 300 pesos de papelones.
  31. Los PP de la Compañía de Jesús: 1.500 arrobas de azúcar y 1.000 pesos de papelón.
  32. El Marqués del Valle: 7.000 pesos en papelones.

La producción total de estos 32 Trapiches en el año de 1764 fue la siguiente:

Pero lo interesante de todo esto no sólo son los números que indican su rendimiento, sino que para lograr esa producción se disponía de una organización que revela lo que nosotros hemos expresado al principio de éste trabajo y es que la historia de los primeros tres siglos de Venezuela es muy interesante por sus características y porque además  coloca en el tapete de la mesa de la discusión, que los españoles no vinieron aquí para instalarse de forma empírica y que para todas las actividades de la vida cotidiana y productiva en las indias,  habían elaborado normas y procedimientos.

En el caso de los Trapiches no solo había un diseño que permitía sacar el jugo de la caña de azúcar para convertirlo en papelón, melado y azúcar; sino que existía un estudio económico que incluía el número de trabajadores que requerían en un trapiche, los gastos que ocasionaba procesar la caña de azúcar y a qué precio se iba a vender.

A continuación, vamos a demostrar en detalle cómo fue el análisis económico hecho para los propietarios de trapiches en el Valle de Guarenas:

Cuando hablamos del proceso de producción de papelón, melado y azúcar, hay que expresar que para su elaboración se utiliza un recipiente que generalmente es de cobre el cual que se le llama paila y en base a ello establecieron que para procesar una paila de “caldo dulce” (jugo de caña caliente) se necesitaban un total de 18 personas con los siguientes cargos:

El costo de producción para hacer cada uno de los productos era el siguiente:

Para hacer una paila de papelón 22 Reales.

Para hacer una paila de azúcar 25 Reales.

Para hacer una paila de melado 20 Reales.

El pago de los trabajadores era el siguiente:

Adicionalmente los españoles tenían elaborado el cálculo de los costos de todo el proceso de la siguiente manera:

Para el caso del papelón:

Ellos hacían el ejercicio económico de que una paila les producía 10 pesos de papelones puestos en la ciudad de Caracas y que el precio de venta era de 6 panelas por 10 y que la paila les generaba 6 pesos de plata.

A esto había que restarle los costos de producción que eran los siguientes:

Estos costos sumaban 38 Reales y al Trapichero le quedaban 14 Reales de los cuales se restan 3 Reales de los 4 papelones que de los 10 le tocan al diezmo y quedan líquido 11 Reales.

Para el caso del azúcar:

Una paila que produce 10 papelones puede generar 4 arrobas de azúcar y si recordamos que una arroba equivale a 11.502 Kg, lo cual significa que en el Valle de Guarenas en 1764 se produjeron 46.008 Kg de azúcar, que es una cantidad considerable para la época.

Estas 4 arrobas eran vendidas en Caracas a 9 pesos de plata y la deducción de gastos es la siguiente:

22 Reales la conversión del fruto.

3 Reales un peón que beneficia en barro y mazeta.

6 Reales y ½  en el fletamento.

4 Reales en impuesto.

3 Reales y ½ en Alcabala.

Lo cual da un total de 39 Reales de gastos, al Trapichero le quedan 4 pesos y un Real de los cuales hay que dar 3 Reales y ½ al diezmo con lo que le quedaban 29 Reales y ½.

Si esta misma paila se hace para melado entonces rinde 2 Cargas de Melado que vendidas en Caracas sacaban 6 pesos de plata.

Para los gastos:

20 Reales la conversión.

20 Reales Fletamento.

2 Reales y ½ Alcabalas.

2 Reales Impuesto.

El costo total sería de 44 Reales y ½, al Trapichero le quedan 3 Reales y ½ pagando 2 Reales y ½ al diezmo y le queda líquido 1 Real.

En cuanto al tema del diezmo aquí hay que hacer un alto porque existían dos tipos de diezmo. Un diezmo que lo recibía el Rey y que representaba el 10% del valor de lo que se comercializaba y existía el diezmo de la Iglesia que se refería a la entrega de la décima parte de la producción agrícola o ganadera.

También hay que decir que no siempre representaba esa décima pero que al fin y al cabo siempre había una porción que entregar.

Por otra parte, en este proceso económico estaba también el pago de las alcabalas; de tal manera que en el papel los trapicheros tenían que pagar tres tipos de impuestos: La Alcabala, El Diezmo para el Rey y el Diezmo para la Iglesia y por supuesto el de la Iglesia era un diezmo más que seguro siendo el pueblo de “Nuestra Señora de Copacabana de Las Guarenas” un (pueblo de indios) y el representante español de ese pueblo era el “Cura Doctrinero”.

Resueltas las cuentas en todo el proceso de producción de estos trapiches, la Corona Española llegó al costo definitivo en que se tenían que vender estos productos en los trapiches y que son los siguientes:

Papelón: Los papelones se han de vender a 10 pesos por 8.

Azúcar blanca: 3 Pesos.

Azúcar prieta: 20 Reales.

Melado: 3 Pesos.

Para los que no conozcan la clasificación de la moneda española durante el Siglo XVIII fue la siguiente:

1 Escudo de Oro 8Peso 3,4 gr de Oro) = 16 Reales de Plata = 544 Maravedíes.

1 Real de Plata (Peso:3,35 gr de Plata) = 34 Maravedíes.

Tipos de monedas de Real:

Moneda de 8 Reales que se le conoce también como peso o duro.

Moneda de 4 Reales

Moneda de 2 Reales

Moneda de 1 Real

Moneda de ½ Real

Moneda de ¼ de Real

Bibliografía:

1-Don Antonio María Fabie, 1.879, Vida y escritos de Don Fray Bartolomé de Las Casas Obispo de Chiapa, Madrid, España, Imprenta de Miguel Ginesta, Calle de Campomanes, Núm 8, (p.55).

2-Isacio Pérez Fernández, 1995, Fray Bartolomé De Las Casas, O.P. de defensor de los indios a defensor de los negros, Salamanca, España, Editorial San Esteban, (p. 77)

3-Carta a Oficiales de Contratación, 1.532, Código de Referencia: ES41091.AGI/23//, indiferente, 1092, n ,37, Portal de Archivos Españoles, http://www.pares.culturaydeporte.gob.es

4-Rivas, Y., 2010, Las industrias del aguardiente durante el Siglo XVIII: Producción, Control y Represión, Revista Economía y Ciencias Sociales, Vol. 16, Núm. 3, (p.165-175)

5- Carta de Francisco de Vega en la que expone las razones y argumentos para que se permita el comercio del aguardiente de caña., 1778, Tomo Libro 22, Número 33, período 1771-1870, Dspace Bolivarium, http://www.dspacebolivarium.usb.ve.

6-Arraíz Lucca, R., 2013, Historia Política de Venezuela 1498 a nuestros días, Bogotá, Colombia, Editorial Universidad del Rosario, Carrera 7 N° 12B-41, Ofic 501.

7-Razón individual de los trapiches que están situados en la jurisdicción del Valle de Guarenas, documento N° 256, disponible en  http://www.bibliotecavirtualdefensa.es

8-Méritos: Lorenzo Zurita, 1.674, Código de Referencia: ES.41091.AGI/23//INDIFERENTE, 202,N.7, Portal de Archivos Españoles, http://www.pares.culturaydeporte.gob.es

9-Méritos: Jerónimo Fernández Escorcha, 1.700, Código de Referencia: ES.41091.agi/23//INDIFERENTE, 213,N. 133, Portal de Archivos Españoles, http://www.pares.culturaydeporte.gob.e