OPINIÓN

Toque de queda

por Omar González Omar González

El decreto de toque de queda anunciado por la usurpación en la isla de Margarita podría ser un ensayo que se implementa para restringir más las libertades de los venezolanos y construir una nación carcelaria, donde cada uno de los ciudadanos estén sometidos a una vigilancia permanente por parte del régimen.

¿Por qué lo hacen en el estado Nueva Esparta? La excusa es el incremento de los casos de covid-19 en la entidad, pero probablemente esta no sea la verdadera razón. Quizá lo hacen allí por ser una isla, un ambiente controlado, donde el experimento tiene menos riesgos de salir mal y traer consecuencias al resto de la nación.

Optan por Nueva Esparta por ser un estado con un gobernador que se declara opositor, por ser una zona aislada naturalmente del resto de la República; lo efectúan allí como una antesala de  lo que pudiera suceder en el resto de Venezuela.

La justificación de la medida, como ya lo comentamos, es el número de casos de coronavirus; sin embargo, en el área que abarca Miranda, Vargas y el Distrito Capital se han diagnosticado muchos más casos desde el inicio de la pandemia en el país. No obstante, no se han atrevido a tomar la misma medida en la Gran Caracas,

¿Qué pasaría si los margariteños no aprueban el toque de queda? Nada, serían reprimidos, acosados e intimidados con mínimas consecuencias en el resto de Venezuela. ¿Qué pasaría si el mismo escenario se presenta en Caracas o zonas aledañas? Sería abrir la caja de Pandora.

Nicolás Maduro sabe que Caracas es el epicentro del país, si revientan los caraqueños lo hará el resto de la nación. Por tal motivo, implementaron el plan Pico y Placa, para regularizar el suministro de combustible en la Gran Caracas y evitar así que sus habitantes salgan a protestar en masa.

Las manifestaciones en Guatire preocuparon mucho a los usurpadores; además, cuando los motorizados tomaron una estación de servicio en el estado Carabobo fue otra señal para los secuestradores del Estado venezolano. Por estas razones posiblemente decidieron aplicar el experimento del toque de queda en la isla de Margarita.

Maduro y su camarilla habrían lanzado el globo de ensayo para medir la respuesta de los «ñeros» y cómo el resto del país recibe la noticia.

Los laboratorios de psicología política al servicio de Miraflores seguramente siguen actuando, generando acciones estudiadas y medidas que permitan afianzar a Maduro en el poder sin despertar la ira de los venezolanos. Sería una nueva operación lenta y letal para la libertad de Venezuela.

¿Qué haremos nosotros? Es cada vez más urgente que los venezolanos reflexionemos sobre los riesgos de la pandemia, el totalitarismo y la desinformación, para que tomemos las decisiones más convenientes al interés del país y evitemos que la pandemia sirva para instaurar un régimen policial que haga que cada uno de nosotros estemos presos en nuestras propias casas.

Es más que evidente que Maduro emplea la cuarentena, que desde el punto de vista de salud pública es la decisión correcta, para sus objetivos políticos.

Por eso, el confinamiento debe apartarse de un plan que busque cercenar la voluntad de los venezolanos, la cuarentena no puede atar de manos a la ciudadanía en la búsqueda de la libertad, sino ser un medio para preservar su salud, y en esto todos debemos estar claros.