I
Alguna vez tuve un programa de radio, pero ni siquiera recuerdo la emisora. Sí sé que se transmitía los sábados y en mi casa se juntaban para escucharlo. Se llamaba Todo lo contrario, porque mis dos colegas y yo quisimos hacerle un guiño a aquella frase tan recordada de Carlos Andrés Pérez: “Ni lo uno ni lo otro, sino todo lo contrario”.
En aquella incursión radial nos dedicábamos a invitar a un político para entrevistarlo sobre todo lo contrario de lo que usualmente lo entrevistaríamos. Éramos tres reporteras de la sección de política, así que el que se sometiera al escrutinio sabatino no iba a enfrentarse a preguntas sobre debates en el Congreso o posiciones de tal o cual partido.
Hacíamos entrevistas de personalidad. Era muy divertido, pues descubríamos cosas que nadie sabía de los líderes que en ese momento llevaban las riendas políticas del país.
También entrevisté en alguna oportunidad a Nicolás, pero de ese cuento prefiero no acordarme. Lo que me viene a la memoria es que estos 20 años han sido todo lo contrario de lo que la mayoría imaginó. Yo no me equivoqué, pero para muestra dos botones que ahora siguen.
II
El jefe del régimen tiene que ir a Bakú, Azerbaiyán, para darse el gusto de caminar tranquilo de la mano de su primera combatiente por un parque. Aquí no quiere hacer eso, porque no es querido, sino todo lo contrario.
Fue hasta este país para asistir a la XVIII Cumbre del Movimiento de los Países No Alineados. Tenía que entregar la presidencia pro témpore de la organización, que agrupa a países que forman parte de las Naciones Unidas, pero que no se identifican ni con los regímenes de izquierda ni con los de derechas.
Se supone que ese movimiento nació para darle voz a todas aquellas naciones que no querían formar parte de ninguno de los dos bloques que surgieron en tiempos de la Guerra Fría. Fue muy importante en otros años, incluso en Venezuela se han realizado reuniones. Particularmente recuerdo una durante la segunda presidencia de CAP que yo cubrí como reportera y en la que entrevisté a Mugabe.
¿Pero puede el régimen de Nicolás incluirse en un movimiento que se ufana de no ser ni de derecha ni de izquierda? Todo lo contrario. Muy orgulloso dice en el video, mientras pasea con su mujer, que las reuniones bilaterales que sostuvo son un triunfo de la diplomacia bolivariana. Yo creo que todo lo contrario.
Imagínense que es tan alineado que, entre tantos líderes de países en desarrollo, él se reunió con representantes de Corea del Norte. Entre otros, claro.
III
En cuanto llegó a Caracas el jefe del régimen, la vicepresidente salió para la India con el objeto de representar a Venezuela en la segunda Cumbre Solar. Si el lector no se ha enterado de esta magnífica noticia, es porque no sigue a la funcionaria en las redes, porque es por allí por donde da este gobierno las “noticias”.
La Cumbre Solar se supone que reúne a todos los países que tienen “recursos solares”, y de eso tenemos mucho por aquí, lo que no tenemos es energía, sino todo lo contrario.
También la vicepresidente rindió homenaje a Gandhi por los 150 años de su nacimiento “en el marco de la diplomacia de paz”. Está de más decir que muy grande le debe quedar a ella en la boca pronunciar el nombre del artífice de la lucha no violenta. No es precisamente el régimen que ella representa el más pacífico. Cuando sus propios connacionales han decidido protestar, no han respetado ese sagrado derecho, sino todo lo contrario.
Tal vez si los venezolanos hubiésemos entendido desde el principio que todo lo que saliera de la boca de estos chavistas debe interpretarse al revés, las cosas hubieran sido más claras.
Pero estamos entrampados entre dos aguas, y lo único seguro es que los maduristas lo que siguen es gastando dinero para paseos y visitas.
Ni los unos ni los otros, sino todo lo contrario.
@anammatute