El Juzgado Central de Instrucción N° 6 de la Audiencia Nacional española acaba de calificar de “secreto” el contenido de sus actuaciones después de haber recibido la declaratoria voluntaria de Hugo Carvajal hace unas horas. Ello sirvió para que la prensa española comentara que el venezolano ha comenzado a “tirar de la manta” en este rocambolesco caso que involucra en hechos delictuales al régimen de Nicolás Maduro, a ETA, a las FARC y a sí mismo. Solo que dentro de la estrategia del individuo para salvarse de una extradición que está cantada, decidió también incluir, esta vez, el tema del terrorismo, posiblemente con la idea de que el material que ponía a disposición del tribunal fuera aún más jugoso. Por ello la expresión “tirar de la manta”, es decir, retirarle la cobija y dejar destapados los hechos en los que él participó, se aplica a perfección. La comparecencia tuvo lugar en Madrid a solicitud del propio Pollo con el propósito de evitar su extradición a Estados Unidos.
Cómo calibrar si la información de que dispone el Pollo y que deseaba poner al alcance de la Audiencia para salvar su pellejo es capaz de inculpar a todas esas instituciones y al gobierno con el que él colaboró es algo harto difícil. Pero las altas responsabilidades que el jefe de seguridad del chavismo tuvo entre sus manos hacen suponer que la data con que cuenta puede ser incendiaria. Cada una de las instituciones mencionadas sabe cuánto su actividad ilícita tuvo que ver con el régimen madurista y, por ende, sabe con detalle cuánto puede ser inculpada ante la justicia internacional por el general retirado. Así, pues, la intranquilidad de la organización secesionista española, la narcoguerrilla colombiana y, sobre todo, los personeros del régimen de Maduro –el mismo presidente incluido– debe ser grande.
El gobierno de Estados Unidos, armado de un conjunto de hechos contundentes que configuran graves delitos internacionales, solicitó en extradición a Hugo Carvajal en el año 2014. Tenía ello que ver con su participación en tráfico de drogas y facilitación con armas de las narcoactividades de las FARC desde suelo venezolano. Por una vez, en Aruba en ese 2014, el hombre pudo salirse de esa suerte, cuando gracias a una acción del régimen revolucionario no pudo ser extraditado y retornó a Venezuela acompañado de fanfarria de héroe de la patria por parte de los círculos cercanos a Nicolás Maduro. Pero cuando el Pollo decidió tomar distancia de la revolución y sumarse a las filas de Juan Guaidó, cayó en desgracia con los chavistas y decidió huir a la madre patria, sin pensar que ese hueso sería mas duro de roer.
La Policía Judicial de España a inicios del año 2019 arrestó a Carvajal por los cargos presentados ante la corte distrital para el Distrito Sur de Nueva York y semanas después la Audiencia Nacional ordenó la detención provisional de Carvajal. Fue entonces cuando este se sacó de la manga un as que contenía su oferta a prestar declaraciones voluntarias sobre otros asuntos vinculados con terrorismo. Ello no se llegó a materializar hasta que el Pollo fue capturado en Madrid este mes gracias a una acción muy decidida de localización encabezada por la DEA.
En este momento su extradición a Estados Unidos está congelada hasta que se resuelvan los recursos interpuestos por ante la Audiencia Nacional y el Tribunal Supremo. Este último decidirá sobre su asilo el 26 de octubre, así que la espera no será eterna.
Entretanto, Carvajal, ha amenazado y ha prendido el ventilador y es allí donde las autoridades españolas comienzan a sudar frío. No es solo ETA la que puede ser involucrada por Carvajal en hechos non-sanctos con el régimen de Maduro, sino también Unidas Podemos, socio de coalición con el gobierno del PSUV.
Apenas comienza este folletón en el cual todos quieren salir bien parados. Cada uno de los actores tirará para su lado y, para salvarse, ensuciará a quien se pare en el camino. Esto sin contar con la solicitud de extradición de Estados Unidos a Alex Saab, también en curso, y con la decisión del mayor general retirado Cliver Alcalá Cordones de declararse culpable ante la justicia norteamericana.
Mucha agua correrá todavía por ese río, pero en este particular juego de naipes, la carta ganadora la tiene, sin dudas, Estados Unidos.