OPINIÓN

Tierra de Gracia: La Navidad de Maduro-Grinch

por Carlos Pérez-Ariza Carlos Pérez-Ariza

El gorila rojo cubanoide ha decretado una larga y dolorosa Navidad. Intentando ocultar su fracaso en las elecciones, pues sabemos y él lo sabe, que perdió. Monta una falsa fiesta navideña, cantando aguinaldos. Una festividad sin paz ni dinero en el bolsillo de los venezolanos. Se han dado cuenta, tras 25 años de pobreza, que o esto cambia o el eslogan comunista de «Patria o Muerte» se cumplirá: no quedará Patria y sí Muerte

El legado del traidor Hugo Chávez y su peor discípulo Maduro es desolador.  Vamos a repasar algunos datos que muestran el estado del mayor latrocinio hecho a Venezuela en toda su historia, desde la Capitanía General del Virreinato de Nueva Granada a este «socialismo del siglo XXI». Como proclamaba el insensato Chávez: “Ser rico es malo”, no se refería a él ni a su camarilla. Y es que su pueblo ha caído en cuenta de que ser pobre es peor. Por eso, ese pueblo antes chavista ha votado sin temor por Edmundo González Urrutia. Se cumple lo de la esperanza es lo último que se pierde.

Durante estos últimos 25 años el chavismo ha sembrado la ruina en Venezuela. Esto es lo que han hecho con el país más rico de Suramérica. Repasemos los datos y cifras más escabrosas, según fuentes solventes: 80% de pobreza. 8 millones de emigrantes/refugiados. Hiperinflación sin control, quitando 14 ceros al bolívar. Contracción de 80% del PIB. 20 millones de venezolanos en situación de emergencia humanitaria. Colas eternas por escasez de comida y medicinas. Desde 2017 el pueblo ha perdido un promedio de 17 kg de peso. Alta desnutrición infantil y deserción estudiantil, 120.000 niños abandonaron la escuela entre 2021/2022. Colapso del sistema sanitario público. Pensiones de 2,50 dólares/mes.

Seguimos: más de 16.000 presos políticos entre 2014/2023. Cerca de 500 víctimas comprobadas de torturas. Más de 400 medios cerrados o intervenidos. 13 ministerios y 103 empresas públicas dirigidas por los altos rangos militares. 1.200 empresas privadas expropiadas. Salario mínimo más bajo de Hispanoamérica. 7 de cada 10 venezolanos sin acceso al servicio de agua potable o electricidad. Ecocidio mundial en el Arco Minero. El país más corrupto de la región. 240 obras públicas prometidas, presupuestadas sin terminar en 21 regiones. Múltiples elecciones fraudulentas, destacando esta última, donde el fraude comenzó impidiendo votar a los venezolanos en el exterior. Más de 1.000 políticos inhabilitados, incluida la más conocida, María Corina Machado. Ocho partidos clausurados. Destrucción de la industria petrolera y sus empresas derivadas.

Estos son algunos de los datos más destacables de un gobierno con los más potentes recursos naturales del continente. Además de los ingentes ingresos ilegales del montaje, como gran distribuidor continental de drogas, en que han convertido a Venezuela. Con sus cabezas bajo recompensa por la DEA estadounidense. En 25 años han creado esa ruina, envileciendo a un pueblo que no merece tan grande escarnio.

Es oportuno recordar que estos asaltantes de la nación, delincuentes mafiosos, encontraron una nación con 40 años de gobiernos alternativos democráticos, que, pese a sus fallos e inconvenientes, fue la mayor y mejor democracia de la región. Van a dejar un país ruinoso, que habrá que reconstruir con el esfuerzo de todos. Venezuela necesita probar que puede volver a ser una democracia fuerte y faro de Suramérica.

Ahora, el pueblo venezolano exige que el poder y valor de sus votos se hagan valer. Sabemos que Maduro y su bandita, que han perdido por goleada, no va entregar el poder tan fácilmente. El mundo está gritando que perdió. Ellos fingen no escucharlo. Maduro, que nada en la ilegalidad absoluta, no lo va a hacer a menos que la presión exterior sea aún más contundente y definitiva. Los venezolanos merecen mucho ser liberados de esa pesadilla. ¿25 años no es ya más que suficiente?

EGU acaba de declarar en España que volverá en enero de 2025 a cumplir con el mandato del soberano y recibir su investidura como el nuevo presidente legalmente elegido de Venezuela. La tarea que se presenta es inmensa: recuperar la democracia, ahora con lo que ha enseñado estos 25 años de deriva. La Navidad volverá a diciembre.


Carlos Pérez-Ariza es doctor en Periodismo por la Universidad de Málaga.