En una actuación inédita de la diplomacia española, la Embajada de España en Caracas hizo de colaborador imprescindible para perpetrar la trampa contra EGU facilitando el acceso a ese territorio español a los hermanos Rodríguez, quienes obligaron, bajo amenazas, a que firmara el dictamen del TSJ que hizo ganador a Maduro
¿Hay que recordar que Delcy Rodríguez tiene prohibido pisar territorio español y de la UE? Al entrar, con permiso del embajador español, Ramón Santos, tanto éste como ella violaron esa disposición del espacio Shengen europeo. Al gobierno de Sánchez, eso le da igual, pues Delcy ya se paseó impunemente por el aeropuerto de Madrid, la misteriosa noche de las maletas oscuras. Se coló en territorio español (Embajada España) una vez más ilegalmente. Su misión, acompañada de su hermano Jorge (presidente de la Asamblea fantasma bolivariana), era obligar al presidente electo, bajo amenazas, a firmar un documento, si quería salir del país. “Si no firmas, atente a las consecuencias”, le dijeron los mafiosos hermanos.
Edmundo González Urrutia (EGU), reconocido presidente electo por las cámaras legislativas de España y de la UE, tenía tres opciones ante el chantaje mafioso de los capos Rodríguez dentro de la Embajada de España.
Una: Quedarse asilado allí por tiempo indefinido y sin hablar, o sea anulado políticamente.
Dos: Salir de la embajada encarcelado por el régimen con su más que probable muerte (ellos mismo habían anunciado a sus hijas que moriría en prisión).
Tres: Salir de Venezuela firmando un documento bajo coacción (su hija mayor, su yerno y dos nietos no podrían salir del país), admitiendo la victoria de Maduro proclamada por el TSJ venezolano, única forma de obtener su salvoconducto.
Él optó por firmar pensando que sería más útil para la libertad del pueblo venezolano estando en Europa. Parece que tuvo razón dado que ha logrado ser reconocido por Europa como el ganador de las elecciones del 28 de julio. Seguramente ha sido la misión política más exitosa de su carrera como diplomático.
Él mismo ha dado a conocer los detalles de aquella reunión con los mafiosos bolivarianos. Su firma no tiene validez dadas las circunstancias en que fue obligado a firmar. “Un documento producido bajo coacción está viciado de nulidad absoluta por un viso grave en el consentimiento”, ha dicho en su mensaje.
Vamos a reproducir el escenario del crimen.
Voceros del PP español han denunciado este episodio como un golpe de Estado contra el legítimo nuevo presidente electo. Y han señalado al gobierno de Sánchez, acción mediante del silente Zapatero (el tercer Rodríguez), como el colaborador necesario a través del embajador Santos. EGU estuvo unas tres semanas refugiado en la Embajada de Países Bajos (Holanda). Le pareció más fiable que España. El régimen le pidió realizar allí la operación ‘Salvoconducto’: Firmar, renunciando a su triunfo electoral a favor del perdedor Maduro para poder dejarlo salir de Venezuela. El embajador holandés, Robert Schuddeboom, se negó. Entonces el régimen no daría el salvoconducto.
Previendo tal negativa, Zapatero preparó el nuevo escenario, la embajada de España, donde se le ordenó al embajador Santos facilitar la operación. Éste, fiel lacayo de Sánchez, obedeció. Permitió la entrada de los hermanos Rodríguez, emisarios de Maduro y ejecutaron la encerrona. Firmando lo que querían, un disfrazado golpe de Estado al nuevo representante Ejecutivo de Venezuela, le daban el Salvoconducto. EGU firmó, bajo amenazas a su persona y a su familia.
En España, el pusilánime ministro de Asuntos Exteriores, Albares, ha negado cualquier participación en esas negociaciones. Miente. La colaboración está probada desde el instante en que el embajador abrió las puertas y permitió que se fraguara, en territorio español, ese golpe artero estando él mismo presente. Es cierto que EGU ha declarado que el diplomático no le presionó. No fue necesario, para eso estaban los hermanos Rodríguez, el embajador solo estuvo ahí como un notario lacayo. No está claro, en este oscuro y denigrante episodio, si Santos sabía, que los bolivarianos grabaron imágenes y audio de toda la operación. La verdad salta a la vista de esas imágenes: España colaboró en ese maquiavélico golpe al nuevo Estado democrático, que salió de las votaciones el pasado 28 de julio.
Está aún por aclarar el papel que interpretó Eudoro González Dellán en esta tragicomedia bolivariana. La publicación digital española OK Diario da algunas pistas. Aquí el enlace si usted desea leerlo. https://okdiario.com/espana/eudoro-lugarteniente-zapatero-aseguro-maduro-que-sanchez-no-reconocera-edmundo-como-presidente-13501512
Carlos Pérez-Ariza es doctor en Periodismo por la Universidad de Málaga.
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