Básicamente el 2024 está concluido, la gente está lista para hacer sus cierres de gestión y tomar unas vacaciones, en lo que se pueda.
Pero no significa que las ideas y proyectos innovadores se queden archivados. Por el contrario: basta hacer un rápido recorrido por las principales webs de empresas privadas y de algunos estados y revisar los proyectos que tienen en ejecución y en proyección para 2025. Los resultados de esa búsqueda y exploración son, a mi juicio, importantes y no dejan de sorprenderme la capacidad de cambio y recambio en tecnología y en energía que el mundo tendrá en 2025.
La energía y la tecnología, volvemos a subrayar, van de la mano y son hoy en día ejes centrales en el desarrollo y crecimiento económico de una sociedad.
Aquí mi lista de “tendencias” para la energía y tecnología en Latinoamérica, 2025:
Sostenibilidad
Definitivamente la tendencia a la sostenibilidad es un camino sin retorno.
Estados y empresas están comprometidos a mejorar las condiciones de producción de servicios y productos para que lleguen al público consumidor haciendo el menor daño ambiental posible, reduciendo emisiones y utilizando recursos de forma racional. Industrias y estados empujan cada vez hacia empresas sostenibles que se muevan con electricidad de fuente renovable, que sepan como disponer sus desechos y sean amigables con el entorno y que principalmente dejen un legado de generación de productos y servicios integrados con prácticas inteligentes que solo la tecnología nos puede proporcionar.
Esa tendencia, naturalmente, se aplica con regulaciones en países occidentales; pero aún falta mucho por exigir a China comunista también se centre en el modelo de sostenibilidad y reduzca sus consumos de fósiles (principalmente carbón).
El rol de la energía solar y eólica en 2025
Notoriamente el mundo está más listo para usar más energía solar. Ello producto de la reducción de costos de paneles y mejora de tecnologías.
Ya hablamos de paneles solares de alta eficiencia, con costos de fabricación e instalación que cada año se reducen.
Expansión de smart grids, las redes inteligentes y almacenamiento energético
La integración de redes inteligentes o smart grids para gestión más eficiente de la distribución y el consumo de energía son otro modelo de negocios que en 2025 se ampliará.
En Latinoamérica se instalarán millones de medidores inteligentes como parte de una estrategia para reducir pérdidas no técnicas, mejorar eficiencia en distribución y habilitar un mayor uso de energías renovables. Brasil ha atraído una inversión significativa, consolidándose como un líder regional en el desarrollo de smart grids (Open Intelligence).
Ello requerirá, necesariamente, de la modernización del sistema de distribución eléctrica, incorporación de recursos energéticos distribuidos y regulación para apoyar la infraestructura de movilidad eléctrica, por ejemplo.
La región proyecta inversiones para sistemas de medición avanzada (AMI), programas de respuesta a la demanda y aplicaciones de administración energética basadas en IoT (Internet de las Cosas).
Cuando tengamos la capacidad total de almacenar electricidad habremos conquistado el paraíso. Para ello se están desarrollando cada vez más eficientes y a menor costo de producción tecnologías avanzadas de almacenamiento como baterías de litio, que permitan a usuarios almacenar energía durante el día y utilizarla en las noches o en momentos de mayor demanda, aumentando la independencia energética como los sistemas de almacenamiento de energía en baterías (BESS).
Eficiencia energética
Tener mucha energía no es sinónimo de despilfarrar energía, aun cuando tengamos excedentes de electricidad, la noción será siempre ser eficientes. La tendencia de políticas en eficiencia energética continuará en 2025. Se espera que grandes ciudades y grandes empresas adopten soluciones de automatización y monitorización de energía, logrando así un menor gasto operativo y contribuyendo a la sostenibilidad.
Bioenergía
Aún en desarrollo conceptual y tecnologías que permitan el uso de desechos orgánicos para generar electricidad, especialmente, en lugares apartados de grandes centros urbanos. Son soluciones que deben considerar costes de generación y adopción.
Marco regulatorio y esfuerzo estatal para renovables
Siempre insisto: es importante que los Estados latinoamericanos, aquellos que son democráticos y de alto pensamiento innovador como Paraguay, Panamá, Uruguay, Costa Rica, puedan incentivar cada vez más industrias en renovables a través de regulaciones que vayan mudando con el tiempo, siendo menos burocráticas y cada vez más atractivas a inversiones.
Electromovilidad
Esfuerzos para des fosilizar el transporte privado y principalmente público deben continuar, 2025 será un buen año para políticas de electromovilidad.
Según Olade, el parque vehicular eléctrico liviano en Latinoamérica ha crecido más de 14 veces en los últimos años. Para 2023, había más de 5.000 autobuses eléctricos y 4.848 estaciones públicas de carga en la región. Se proyecta que la región necesitará 10.000 millones de dólares en inversiones para 2030, alcanzando hasta 20 millones de vehículos eléctricos en un escenario optimista.
Para lograr una electromovilidad democrática, con vehículos a costos razonables, estaciones de carguío eléctrico y suministro, nuevamente son importantes políticas regulatorias y que los Estados no pongan trabas y sean abiertos.
Inteligencia Artificial
La IA y la computación cuántica van a estar en la mesa de discusión. Cada día la IA tiene nuevos factores de incidencia en la toma de decisiones en las empresas y va a revolucionar áreas como la optimización, ciberseguridad y otros momentos críticos en la cadena de la industria energética.
A ello hay que agregar blockchain para supervisar cada etapa, por ejemplo, la cadena de suministro, estimulando la automatización en proyectos de energía renovable y que sean capaces de proteger datos críticos en infraestructuras energéticas.
Centros de datos “verdes”
Google ya opera centros de datos que utilizan 100% de energía renovable. Es un avance absolutamente importante. Así se irán incorporando empresas de medio y pequeño rango. Como ejemplo de una corporación como Meta está comprometida con la eficiencia energética utilizando refrigeración pasiva en un entorno de bajas temperaturas y energía 100% renovable (Data Center Market).
Adicionalmente, las corporaciones Google y Microsoft, líderes globales en tecnologías sostenibles, tienen centros de datos verdes que utilizan energía solar y eólica, junto con sistemas avanzados de gestión energética para alcanzar la neutralidad de carbono.
Hacia la descarbonización con hidrógeno verde
Siempre insistimos: el hidrógeno es otro elemento que se consolidará en la economía. Revolucionará la industria y el transporte. La tecnología y la investigación están haciendo su trabajo, como lo hemos señalado en anteriores análisis, pero el hidrógeno verde (generado mediante electrólisis con energía renovable) será una opción que en 2025 continuará proyectando ideas innovadoras e inversiones en Latinoamérica.