Syrah es una cepa muy conocida pero de origen incierto. La teoría más aceptada señala que es originaria de Schiraz, población persa, llevada por los griegos a Hermitage, Francia, en el siglo VI. Se cree también originaria de Syracuse, en Sicilia, Italia; aunque actualmente no existe en estos lugares. Asimismo, hay quienes la ubican en el siglo III en Francia.
Se ha extendido por todo el mundo, cultivándose en aproximadamente 287.000 hectáreas (datos de la OIV, 2019), de las cuales la mayor superficie está en Francia con 64.000, seguida de Australia con 40.000, donde es la cepa más importante, y se le llama Shiraz; en España existen 19.000; en Argentina 13.000 y Suráfrica 11.000; cultivándose además en Estados Unidos y Nueva Zelanda; en Italia es conocida como Neretto di Salluzo; en Túnez y Marruecos como Sirac. También se encuentra en Grecia, Chile, Brasil y México.
En Venezuela fue introducida en 1986, en el proyecto de investigación realizado por Bodegas Pomar, siendo una de las cepas tintas típicas de los viñedos de Altagracia (Carora); donde se cultiva en suelos franco arenosos profundos. Su ciclo desde la poda hasta la cosecha dura alrededor de 125 días, produciendo 2 vendimias al año.
Syrah produce racimos cilíndricos de tamaño mediano y frutos pequeños, de color negro azulado, piel fina y pulpa suave. Sus vinos varían desde color rubí intenso hasta granate, de mediana intensidad, con aromas a frutas rojas silvestres, trufas y tabaco, muchas veces especiados y ahumados. Su estructura varía, desde ligeros y bajos en taninos, hasta muy estructurados con notas algo amargas; en boca son vigorosos, con taninos que le permiten envejecer muy bien tanto en barrica como en botella. Los vinos de Syrah más afamados son los franceses del Vallée du Rhône: Côte Rôtie, Condrieu, Côte du Rhône, Hermitage, Crozes-Hermitage; también participa en el ensamble de los vinos Chateau-neuf du Pape, y de vinos del Midí y Provence. En Australia se obtienen excelentes y muy típicos vinos, igualmente se destacan vinos en Estados Unidos, Chile y Argentina.
En Venezuela se conoce por los excelentes vinos producidos en Carora, por Bodegas Pomar, donde participa en el ensamble de todos los tintos; vinos medianamente robustos, afrutados, complejos y especiados cuando jóvenes; con taninos nobles que evolucionan a taninos más suaves, sedosos y elegantes luego de su crianza en barrica y afinamiento en botellas.
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