No vamos a demonizar al petróleo. Entendemos que debe reducirse el consumo de fósiles, pero no significa que la gente deba morirse de hambre persiguiendo ese propósito. O que deban quebrar empresas o países. Hay que hacer las cosas con calma y planificación. De igual forma insistimos, y nos adscribimos a Europa, que el gas es fuente de transición entre fósiles y renovables.
Es bueno ser equilibrados. Insisto: si es necesario reducir consumo de fósiles (petróleo y principalmente carbón), es bueno seguir utilizando la energía nuclear y el gas como generador eléctrico y es importante seguir haciendo investigación y desarrollo en mejorar tecnología para que las renovables (solar y eólica) junto al hidrógeno verde sean los energéticos del futuro aplicados en el presente. Pero es dando pasos concretos. Las renovables son nuestro objetivo, avancemos a ello para descarbonizar la economía, pero con pensamiento racional, como siempre subrayamos.
El petróleo sigue dando buenas noticias, con todos sus bemoles.
Hoy hablamos de ese lugar en Latinoamérica donde hablan holandés porque es país independiente de Holanda (Países Bajos) desde 1975. Quizá no tenemos tanta interacción con ellos, pero ciertamente están en el hemisferio, concretamente en Suramérica. Se trata de Surinam (en neerlandés: Republiek Suriname) o la ex Guayana neerlandesa.
Es un país pequeño, en población y territorio. No tienen más de 700.000 habitantes y su área está cercana a 165.000 km²; la mayor parte de la población está en su capital Paramaribo. Pero ocurrió un milagro que transformó su malograda economía y que los pone en el mapa de países exitosos.
Hoy nos motiva a indagar y analizar de Surinam porque tenemos la obligación, como latinoamericanos, de extender brazos y relaciones con todos los pueblos del hemisferio, en particular. Y Surinam, aunque no comparte con nosotros la historia hispana o portuguesa, comparte territorio. No voy a analizar la procedencia étnica ni raíces de Surinam, que son muchas y desde diversas partes del mundo, el tema focal es que es un país que está en Latinoamérica y tiene buenos nuevos índices económicos positivos gracias a la industria de la energía, conceptualmente hablando.
Veamos rápidamente: en 2015 la multinacional Exxon Mobil descubrió campos off shore que contiene el equivalente a 11.000 millones de barriles de petróleo.
Ese hallazgo está empezando a atraer inversiones que permiten a Guyana salir de su letargo económico y dibujar mejores perspectivas para su sociedad.
Algunos otros datos de su consumo eléctrico interno tienen cubierto casi 92% de su población, 52% de su mix energético es generado por petróleo (refinados) y 47% por hidroeléctricas. Ni 2% por solar.
Tienen el objetivo, eso sí, de lograr 35% de su generación eléctrica vía renovables para 2030. En 2022: 2,4 TWh de electricidad[1] con énfasis en el sector industrial (48%), residencial (33%) y comercial (19%).[8]
Un detalle que subraya la revista Harvard International Review (HIR): “Parece evidente que buena parte del dinero que genera por venta de petróleo está entrando de forma directa en el fondo soberano o se está invirtiendo para mejorar la vida de los guyaneses”. Vale decir, no están despilfarrando sus dólares.
Está apostando a la infraestructura: puentes, hospitales, escuelas, puertos.
La economía de Guyana continúa creciendo muy rápidamente, respaldada por los planes de modernización del gobierno, incluida la expansión incomparable del sector petrolero.
Quería destacar a la rápida, con estos datos muy por encima, el éxito de Surinam, que es un país del continente con el que debemos tener más interacción. Particularmente me propongo como meta visitar Paramaribo.
@BorisSGomezU