«Leo muchos libros y, por alguna razón, me fascina la guerra y la historia en general. No es solo la historia de la guerra, sino la historia en general. El libro de Jüngers es un excelente relato personal de la Primera Guerra Mundial. La lección que se extrae de ese libro es que no queremos volver a hacer eso…Nadie está leyendo ese libro y dice: «Yo también quiero hacer eso». Para mí, es fascinante leer sobre historia. Es decir, aprender las lecciones de la historia, para que no repitamos los errores del pasado…Es muy importante que Alemania no cierre sus centrales nucleares. Creo que esto es una locura…Quiero ser super claro. No solo no hay que cerrar las centrales nucleares, sino que también hay que reabrir las que ya se han cerrado. Esos son los más rápidos para producir energía. Es una locura cerrar las centrales nucleares ahora, especialmente si estás en un lugar donde no hay desastres naturales. Si se encuentra en un lugar donde ocurren terremotos o tsunamis severos, es más un signo de interrogación. Si no hay un riesgo masivo de desastres naturales -que Alemania no tiene-, entonces realmente no hay peligro con las plantas de energía nuclear…Creo que a largo plazo, la mayor parte de la energía de la civilización va a provenir de la energía solar, y luego hay que almacenarla con una batería porque, obviamente, el sol sólo brilla durante el día, y a veces está muy nublado. Así que necesitas baterías solares. Esa será la principal forma a largo plazo en que se impulsará la civilización. Pero de aquí a entonces, tenemos que mantener la energía nuclear. No puedo enfatizar eso lo suficiente. Es una locura total cerrarlos. Quiero ser claro, una locura total».
(Musk, 2022)
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I La energía nuclear: el paso gigante de la suprageocomunicacionalidad hacia el cosmoestadismo
Con un planeta donde la neotecnologías han devenido en el control absoluto de lo que hemos denominado como suprageocomunicacionalidad, es decir, que todo esté sujeto al control informático, y con mayor fuerzas en las denominadas redes, que a su vez, son las que controlan la autodenominada “inteligencia artificial” –IA–, está claro, como bien lo señala Elon Musk, cuál será el próximo avance que tendrán que afrontar los dueños de las grandes industrias tecnológicas, orientadas por la posesión de los reactores nucleares, y que recientemente se ha concretado con un primer paso, donde Google a través de Terrell (2024) señaló en un acuerdo con Kairos Power: “Creemos que la energía nuclear puede desempeñar un papel fundamental en nuestro crecimiento limpio y contribuir al progreso de la IA» (párr. 2).
O sea, que esa competencia de la suprageocomunicacionalidad con dominio nuclear, que ya había sido anunciada por Microsoft en reactivar las plantas de Three Mile Island, pues Google quien sin duda, lleva la delantera como principal buscador, así como generador de videos en su plataforma Youtube, y de su estructura de correos electrónicos con Gmail, comprende – algo que al parecer no es analizado por los Estados – y se adelanta en cualquier negociación, comenzando en marcar el camino de lo que si será una nueva forma de dominio político y económico, basado en las grandes industrias neotecnológicas, algo que por supuesto, para Elon Musk, quien además es dueño de Space X, no parece preocuparle, en virtud que la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA; siglas en inglés) y la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzados de Defensa (Darpa; también siglas en inglés), han asegurado que tendrán listo para 2027, un motor de energía nuclear en la búsqueda hacia Marte (2023), y cuya primera reacción fue la respuesta de China (2024), en asegurar que ellos, igualmente empleando un propulsor nuclear, serían capaces en reducir en solo tres meses el vuelo hacia el planeta rojo, mientras que a los norteamericanos llevaría hasta siete meses.
Sin embargo, algo con lo que no parecen contar en el gjgante asiático, es que precisamente, mientras Google – Alphabet – sea el principal buscador de la internet; y éste a su vez, sea el dueño de la energía nuclear para salvaguardar no sólo los motores en la “nube”, sino que además se convierta en el eje neotecnológico de sus soportes de información, todo tendrá que pasar por allí, y por ende, no podrá existir espacio neotecnológico de ninguna nación que no se encuentre asociada con los rigores del cosmoestadismo, que será el fin último de la transformación de todos los Estados ante las industrias de la informática, y donde tanto Estados Unidos como China, al tener la necesidad de la conquista espacial, sustentada en la energía nuclear, a quienes están fortaleciendo en tales dominios, es precisamente al desarrollo de una suprageocomunicacionalidad que una vez tenga el control extraplanetario, es decir, de las estructuras y de los componentes de la vía láctea y del universo, no habrá decisión de Estado-Nación, que pueda anteponerse sobre los ejes absolutos de la neotecnología; verbigracia, siendo quizás ese espacio – más allá de la nube – el que esperan ansiosamente las grandes industrias de la neotecnología, para encontrarse con la transversalidad requerida, tanto del dominio espacial, como del que se maneje en nuestro planeta.
Verbigracia, las naciones que supuestamente se disputan el control de la humanidad, en su afán por llegar al espacio –sin darse cuenta que es el universo neotecnológico–, y en donde ellos demostrarían su control hegemónico del planeta ampliado con la llegada a Marte, y más aún, empleando para ese hecho energía nuclear, lo que realmente están haciendo, es cavar su propia tumba en ser los líderes de las decisiones políticas, económicas y militares del mundo, en virtud, que al tener que emplear semejante energía, pues, ya las grandes industrias neotecnológicas, no encontrarían excusas ante sus detractores para el empleo de esos ciclos de suministros en potenciación de funcionamiento; porque simplemente bastaría decirle a sus “creadores”, palabras más o menos: “para poder controlar, dirigir y llevar hasta su destino el cohete con energía nuclear, esa misma energía me la tienes que ceder para ejecutar un vuelo espacial de tal magnitud”.
Así, una vez que los dueños de la suprageocomunicacionalidad, hayan encontrado, y sin máximo esfuerzo la utilización de la energía nuclear, el cosmoestadismo iniciará su avance por el control del planeta en todos sus ciclos, porque sin limitantes de funcionamiento ante un mundo cada vez más dependiente de la neotecnología, y teniendo ellos, el botón o tecla que decida las direcciones de los ejes sistemáticos hasta en el control de las posibles guerras; movidas por la energía nuclear, que irónicamente, políticos de turno pensarían que están en sus manos, la realidad es que la denominada IA; motorizada en Nvidia, y esta conectada con Google, Apple, Microsoft, Meta y las industrias X de Elon Musk, todas concentradas en su ansiada energía nuclear, ya no habría nada que impediría la implantación del cosmoestadismo.
II La suprageocomunicacionalidad y el cosmoestadismo ¿Por qué apuestan sobre la energía nuclear? ¿Por qué los Estados no limitan las acciones de las empresas neotecnológicas hacia la energía eólica y solar?
¿Podrán los Estados y naciones detener la locura de la energía nuclear, cuya utilización, aunque se diga que se realiza con “fines pacíficos”, sólo tiene una finalidad hegemónica en el planeta? ¿Cómo evitar la llegada del cosmoestadismo por Estados y organizaciones enceguecidas en una I Guerra Mundial Bio-Política-Tecnológica? ¿Hasta dónde llegarán las empresas neotecnológicas una vez que sea concretado el inicio del cosmoestadismo, impulsado por la energía nuclear?
Obviamente, que responder a tales interrogantes, sería una autolimitación hacia los propios Estados; concretamente en la lucha entre Estados Unidos y China, quienes, entrampados por alcanzar un dominio político intercontinental, no logran plantear asertividad en sus acciones espaciales, y al encontrar en la energía nuclear lo que ellos considerarían, alcanzar subvertir a una potencia sobre otra, la realidad es que ambas superpotencias, al originar un modelo de I Guerra Mundial Bio-Político-Tecnológica; lo que están es fortaleciendo el poder de las grandes industrias de la suprageocomunicacionalidad; y por ende, abriendo todas sus posibilidades en consolidar el cosmoestadismo, la cual será la única forma de gobierno en el devenir del siglo XXI.
¿Para qué llegar a Marte? ¿No sería mejor comprender que es el propio uso desmedido de la industria nuclear, lo que puede generar una autodestrucción planetaria? ¿Por qué Estados Unidos, China, Unión Europea –emplazada por los dueños de la suprageocomunicacionalidad en reabrir sus fuentes nucleares-, Rusia, India, Australia, y naciones árabes no firman los acuerdos de “no emplear nunca más” energía nuclear? La realidad es que estamos envueltos con el desarrollo de una IA que algunos en sus fuentes políticas del poder siguen marcando un peligroso y equivocado camino, que sólo está haciendo más fuertes a las empresas neotecnológicas, y cuyo espacio de máximo dominio llegará cuando no tengan que pedir autorización de nadie para seguir expandiendo y multiplicando sus ejes de dominio suprageocomunicacional; el cual una vez que sea enlazado con el cosmoestadismo, y sobre todo con la fuerza de la energía nuclear, no existirá mecanismo regulador que pueda transformar las capacidades neotecnológicas en imponer sus esquemas, estructuras y universalidad del poder; porque todo lo que podría detener o regular sus avances sobre el control de los Estados y naciones; fueron estos mismos, los que en un afán equivocado de hegemonía política, desaparecieron con la propia energía nuclear sus propósitos pensativos.
La suprageocomunicacionalidad avanza todos los días sin que haya limitaciones en su inmenso poder. Mientras tanto los dueños de esas empresas se frotan las manos con la energía nuclear que irónicamente, son los supuestos dueños del mundo, los que están haciendo las comparsas para que el cosmoestadismo se consolide como el único espacio – espacial y terrenal – con dominio absoluto del poder neotecnológico, que a su vez, sólo tendrá las claves para acceder e imponer sus dominios del pensar político, económico, social y cultural de un mundo que no encuentra ni siquiera resquicios para evitar lo que apenas comienza en un controvertido nivel de hegemonía de IA – dueños de las empresas informáticas suprageocomunicacionales – sobre la humanidad.
Referencias
Bloomberg. (24 de enero de 2023). «EE UU desarrollará motor nuclear para misión tripulada a Marte. Dos agencias planean desarrollar y demostrar la tecnología tan pronto como en 2027″. https://www.bloomberglinea.com/2023/01/24/eeuu-desarrollara-motor-nuclear-para-mision-tripulada-a-marte/
Computer Hoy (27 de marzo de 2024). «El país que lidera la carrera espacial inventa un motor nuclear para llegar a Marte en tiempo récord». https://computerhoy.20minutos.es/espacio/china-motor-nuclear-llegar-marte-tiempo-record-1375632
France 24. (2024). «Google firma un acuerdo de energía nuclear con la startup Kairos» https://www.france24.com/es/minuto-a-minuto/20241014-google-firma-un-acuerdo-de-energ%C3%ADa-nuclear-con-la-startup-kairos
Business Insider (26 de marzo de 2022). «Elon Musk habla de la guerra en Ucrania y de la importancia de la energía nuclear, y de por qué Benjamin Franklin sería ‘el más divertido». https://www.businessinsider.com/elon-musk-interview-axel-springer-tesla-war-in-ukraine-2022-3 de la cena». https://www.businessinsider.com/elon-musk-interview-axel-springer-tesla-war-in-ukraine-2022-3
@vivassantanaj_
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