OPINIÓN

Suprageocomunicacionalidad, cosmoestadismo y vulneraciones políticas y militares 

por Javier Vivas Santana Javier Vivas Santana
 
Debemos estar convencidos de que lo verdadero tiene por naturaleza el abrirse paso al llegar su tiempo y de que solo aparece cuando éste llega, razón por la cual nunca se presenta prematuramente ni se encuentra con un público aún no preparado para ello
 
Hegel – Fenomenología del espíritu 
La amplitud de la suprageocomunicacionalidad y el cosmoestadismo sobre las naciones 
Hay gobiernos (neo)totalitarios y algunos «demócratas», que andan en una praxis, según ellos, para controlar información digital que «violaría» derechos humanos y de soberanía de cada una de esas naciones, pero que cuando se analizan los hechos en sus causas y consecuencias, lo que se observa es una máxima de combinación de factores que intentan limitar los efectos de una suprageocomunicacionalidad, que ha sobrepasado el poder político convencional, es decir, el poder de una ciudadanía, sin que esto exima, los usos inadecuados y criminales en tales plataformas y aplicaciones, pero que jamás podrán ser eliminados de manera absoluta con restricciones a los propios usuarios, salvo que se otorgue el poder jurídico y político desde una concepción descentralizada a los entes de cada sociedad en los distintos países.
Por ejemplo, el avance de la suprageocomunicacionalidad por intermedio de las grandes trasnacionales de la informática depende en buena medida sobre la base de la gigante de chips, que como Nvidia, es la máxima productora de tales nomenclaturas digitales para soportar la autodenominada «inteligencia artificial» – IA – del planeta en sus distintos campos, y en donde algunos gobiernos, con absurdas leyes y detenciones a los dueños de las trasnacionales de la neotecnologia, que ni siquiera ellos saben como terminarán, recurren a equivocados procesos, para supuestamente «equilibrar» los desequilibrios criminales generados desde la suprageocomunicacionalidad, y que solo originan una lucha entre las dos formas de cosmoestadismo, es decir, entre, las grandes empresas de la comunicación geoglobal y los distintos Estados.
Ahora bien, la suprageocomunicacionalidad no existe, o está limitada o restringida, cuando este tipo de información se mantiene en secreto, como el caso que han hecho público, empleados de Google Deep Mind {1a través de una misiva sobre los usos militares de la IA, que curiosamente, según relata la fuente, solo la firma un 5% de ese grupo de empleados, y en donde, palabras más, palabras menos, se señala al proyecto Nimbus como un disfraz de «servicios» en Israel, y es precisamente, este programa, el fondo de una compleja estructura de «secretos militares», que están guardando en la «nube» de Google, o similares para otras experiencias de compañías tecnológicas, y que son una puerta que marca otra diatriba del cosmoestadismo entre las empresas neotecnológicas y los Estados, por la repartición del poder, en un contexto que sin dejar de ser geopolítico, se transforma en geotecnológico, y que intentan tapar con Amazon, como si fuera una venta de «productos y servicios».
Simultáneamente, a esta denuncia, Binance, la más grande trasnacional de cripto-activos a escala mundial, en una medida sin precedentes, y por solicitud, de la propia Israel «congela» los fondos de las cuentas de Palestina, señalando que sería una medida preventiva contra el «lavado de activos y terrorismo» {2}, precisamente en tiempos en que agudiza el conflicto militar en esa zona de marcadas diferencias geopolíticas y religiosas.
II ¿Se ha iniciado la Primera Guerra Bio – Política – Tecnológica? 
Google Deep Mind, es una puerta con proyectos como «Nimbus», y  que apenas se hace público, y donde no dudamos que resulta de nueva guerra en evolución: bio-política-tecnológica, la cual no será con armas nucleares como parte de sus dispositivos más peligrosos, sino con una IA combinada con armas que puedan generar enfermedades biólogicas de alto impacto como el Covid-19 sobre las poblaciones, y que, pareciera que aquella pandemia, que comenzó en 2020, ha servido como factor de ensayo, del cómo se puede paralizar una sociedad en la mayoría de sus órdenes productivos y geopolíticos.
Lo irónico de esto es que los grandes centros de «nube» a escala mundial estarían «inmunes» a cualquier ataque explosivo, porque si estos desaparecen, desaparecería la información que muchos buscan con sus ataques informáticos, es decir, lo que también muestra el significado y los significantes de las vulneraciones políticas y militares.
¿Adónde irán los soportes de la «nube»? Por ahora, es casi seguro, – es mi hipótesis – solo Elon Musk les lleva una ventaja a Google, Apple, Microsoft y Meta, porque, pueden escribirlo, construirá su gran red satelital desde el espacio para sus datos de su emporio X, y ya no será la «nube», sino el » X Universe» que estará libre de «ataques» de los hackers.
Estamos ante un mundo muy complejo, que solapadamente, multiplica la suprageocomunicacionalidad, e inicia la lucha por el cosmoestadismo. Pareciera que ya inició esa Primera Guerra bio-política-tecnológica, y cuyo principal frente está en la captura de esa (neo)tecnología en todos sus órdenes, y en donde, la voz de un presidente o su gobierno ha comenzado a hacerse secundaria, y sin la suprageocomunicacionalidad no significan nada. Por ello, se origina un nuevo Estado que al final será el que va a prevalecer, y que estará combinado con una forma superior del capital, tal y como lo conocemos, que hasta ya tiene el poder de «congelar» activos de cualquier nivel y de cualquier nación: El cosmoestadismo, y que depende de la suprageocomunicacionalidad. El segundo complementa al primero.
@vivassantanaj _

{1} https://www.latercera.com/tendencias/noticia/deepmind-por-que-los-trabajadores-de-la-ia-de-google-presionan-a-la-compania-para-que-deje-los-contratos-militares/E6GKGOZELZFYZKFDKZ7PPRFOFQ/?outputType=amp
{2} https://x.com/criptolawyer/status/1828820769117479393/mediaviewer?currentTweet=1828820769117479393&currentTweetUser=criptolawyer