El pequeño Estado de Israel está en guerra para sobrevivir. Tiene siete frentes de agresión que se financian en el régimen fanático que sojuzga a esa gran nación que es Irán.
Ese fanatismo cruel lo que persigue es su extensión en todo el Medio Oriente (del río al mar) y el Estado de Israel tendría que ser exterminado para alcanzar tan insano propósito.
El conjunto del pueblo iraní padece una tiranía teocrática, que en nombre de un poder seudorreligioso desprecia a los derechos humanos y busca que su furia logre conquistar e imperar en toda la región y más allá.
Para que haya paz, Jamenei y sus fanáticos tienen que ser superados, para que Irán sea libre, y para que sus títeres o próxis dejen de destruir a sus propios pueblos.
El reconocimiento de Israel es una fuente de paz. Sadat, Begin y Carter lo confirmaron en Camp David. Israel es la patria milenaria del pueblo judío. No la podrán desaparecer
No sé si tengo sangre judía o no. Pero no importa. En esta encrucijada soy judío. Y a mucha honra.