OPINIÓN

Socialismo del siglo XXI y guerra asimétrica en Colombia (I)

por Alberto López Núñez Alberto López Núñez

El comunismo internacional a través de dos actores, el sorismo y el socialismo del siglo XXI, están librando una guerra asimétrica para derribar la democracia colombiana y nadie en este país repara en ello, lo cual le da gran ventaja al enemigo de la democracia colombiana. Este artículo es un grito de alerta, un S.O.S. para que la dirigencia política colombiana se disponga de inmediato a enfrentar esa guerra de la cual ni los organismos de inteligencia parecen haberse percatado. El próximo presidente de Colombia debería ser quien esté más claro de este peligro y se comprometa a enfrentarlo con todos los medios posibles, ya basta de buenismo o colaboracionismo en las altas esferas colombianas respecto al socialismo del siglo XXI.

Para comenzar hagamos un vistazo teórico a lo que es la guerra asimétrica. Los historiadores militares definen cuatro etapas de guerras, siendo la cuarta, la actual, iniciada con el derrumbe del comunismo en los finales de la década de los ochenta del siglo pasado. Existe un consenso entre los expertos en que en la guerra asimétrica la mutación más trascendental sería que el Estado pierde el monopolio en el ejercicio de la guerra. Aparecen así, nuevos actores, tales como medios de comunicación, organizaciones no gubernamentales y grupos religiosos. La notoriedad adquirida por estos actores no estatales se basa en que, por sus métodos atípicos, son difíciles de responder. En consecuencia, el Estado se enfrenta a un enemigo difuso, camuflado entre civiles, sin campo de batalla definido, y durante un tiempo muy impreciso, pero prolongado. El socialismo del siglo XXI pasó en Colombia de la guerrilla rural a la guerrilla urbana, tal como lo predijo uno de los socios estratégicos del socialismo del siglo XXI, Juan Manuel Santos.

Esta guerrilla urbana del farcsantismo lleva la ventaja estratégica porque “la democracia no permite a una fuerza regular actuar de la misma forma que su adversario, el cual es irregular y no se somete al control político que exige la democracia; esto va en detrimento del estamento regular”. (Grautoff, M: De Clausewitz a la guerra asimétrica*: una aproximación empírica,  https://www.redalyc.org/pdf/927/92720107.pdf ). El socialismo del siglo XXI a través de las organizaciones de fachada, como las centrales sindicales, Fecode y las organizaciones juveniles petristas, convocan al paro, luego las fuerzas subversivas FARC y ELN, camufladas en una supuesta protesta social ejemplificada por la “Primera Línea” provocan a las fuerzas policiales, unos pocos efectivos se sobrepasan y a partir de allí y con “fake news” los medios soristas propagan en el mundo la idea de que el Estado colombiano es una dictadura torturadora como sí lo son la cubana y venezolana, pero ante las cuales los medios callan o las reportan con eufemismos suavizadores. En esta guerra asimétrica, el Estado tiene pues todas las de perder.

En la guerra asimétrica, “el conflicto asimétrico es la esencia de escenarios donde los agentes en inferioridad de condiciones explotan la asimetría a su favor, desplegando tácticas insurgentes, guerra irregular o actos terroristas, a lo cual se denomina conflicto de baja intensidad.” (idem). Es en ese estado de conflicto de baja intensidad en el que estamos inmersos en Colombia y el gobierno insiste en declarar al paro y los terroristas urbanos de la “Primera Línea” como manifestantes pacíficos, que ingenuidad o colaboracionismo tan gigante.

Las características fundamentales de una guerra asimétrica son:

“a). El uso de técnicas que no corresponden a las convencionales y limitan su efectividad; b). El oponente puede tener una base no nacional o transnacional que dificulta su identificación y su localización; c). El terreno donde se libra la batalla es elegido por el adversario asimétrico, explotando las áreas que pueden ser más vulnerables; d). Siempre se busca la sorpresa en el ataque; e). Sus acciones deben tener un alto impacto con un mínimo de coste, obteniendo un efecto superior a la inversión militar efectuada; f). Su estructura suele caracterizarse por tener una dirección centralizada que es complementada por unas unidades operativas descentralizadas y autónomas, lo que les permite estar presente en todos lados; g). Operan fuera de los límites marcados por el Derecho Internacional; h). Procuran golpes directos que pongan en duda la seguridad de los Estados porque los aspectos psicológicos son fundamentales; i) Ensanchan el campo de batalla al hacer partícipe a la población civil; j). Sus acciones deben tener la máxima repercusión mediática; k). Los conflictos que inician suelen tener una duración prolongada en el tiempo” (Verstrynge, J. (2005) La guerra periférica y el islam revolucionario: orígenes, reglas y ética de la guerra asimétrica, Madrid: Editorial Intervención Cultural. p212).

En Colombia el socialismo del siglo XXI está aplicando todas estas tácticas de la guerra asimétrica contra la democracia republicana:

  1. El paro con su concomitante terrorismo urbano es una táctica no convencional de terrorismo urbano.
  2. El oponente a la democracia colombiana tiene una base transnacional, pues los hilos de la guerra los dirige el Foro de Sao Paulo desde Venezuela.
  3. El terreno de batalla es elegido por el socialismo del siglo XXI, seleccionando áreas vulnerables, por su importancia estratégica (el Valle del Cauca) o por su incidencia social (terminales de los medios de transporte masivo).
  4. Los ataques son sorpresivos, pues nunca las fuerzas del orden saben cuál manifestación va a ser aprovechada por los terroristas urbanos del farcsantismo.
  5. Sus acciones son de alto impacto a bajo costo (destrucción de puestos policiales o buses de transporte público).
  6. La dirección es centralizada (el Comité del Paro) pero las células terroristas están descentralizadas y son autónomas (la Primera Línea).
  7. Como son terroristas operan ilegalmente, es decir, fuera de las normas del Derecho Internacional Humanitario (quema de policías vivos, secuestro y asesinatos de policías, asesinato de bebés recién nacidos en ambulancias).
  8. Activan una guerra psicológica contra la policía.
  9. Involucran a jóvenes, tontos útiles de los terroristas urbanos del farcsantismo.
  10. El sorismo se encarga de darle alto impacto mediático tanto a nivel nacional como internacional.
  11. Esta es una guerra asimétrica en un tiempo prolongado, con olas sucesivas que implican el desgaste de las fuerzas del Estado democrático.

En el próximo artículo ahondaremos en las especificidades de esta guerra asimétrica que el socialismo del siglo XXI está llevando a cabo contra la democracia colombiana y cómo se debe enfrentar para poder ganar la guerra a pesar de que el comunismo internacional, desde Venezuela, está ganando la batalla actual, gracias al desinterés o colaboración del gobierno colombiano.