*Según la Real Academia Española (RAE) chapucero es el que «trabaja o hace las cosas con poco cuidado, sin técnica o con un acabado deficiente. A los chapuceros se les acusa de «bebedores, impuntuales, ruidosos, sucios, orgullosos, chismosos e incultos»*.

Creemos no exagerar con el calificativo de chapucero al llamado socialismo bolivariano -a mala hora llamado así, enrostrando el nombre del único Libertador que parió la patria- y que lejos, pero muy lejos está del ideario y pensamiento de Simon Bolívar.

El socialismo y el comunismo tomaron fuerza como movimientos políticos gracias al marxismo, teoría que analiza el desarrollo de las relaciones políticas, sociales y económicas de la sociedad capitalista.

El marxismo recibe su nombre por el filósofo judío alemán Karl Marx (1818-1883). Abrió el debate sobre cuál era la mejor forma de tratar la lucha entre la clase burguesa (los dueños de los medios de producción) y la clase proletaria o trabajadora, cuya supervivencia depende de su trabajo.

Como resultado del debate marxista, se formaron movimientos socialistas y comunistas, que si bien tienen una raíz común, presentan múltiples diferencias en cuanto a su enfoque ideológico.

Para algunos especialistas, el socialismo es una doctrina exclusivamente económica. Tiene la flexibilidad para adaptarse a múltiples sistemas de organización política, como la democracia parlamentaria, la democracia centralizada y la democracia participativa, está última la única que nombran y renombran en todas sus peroratas los voceros del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), porque las demás brillan por su ausencia, ante el autoritarismo que impera en las esferas del poder.

Un ejemplo de una forma de gobierno socialista es Vietnam, que tras las reformas del Doi-Moi, mantiene un sistema económico liberal, en el que se cubren las necesidades básicas de la población (educación, salud, vivienda, etc.) al tiempo que permite el crecimiento económico.

En tanto que el comunismo es una doctrina política, social y económica que toma la lucha de clases como un problema para la igualdad social, la cual se eliminaría con la destrucción de las clases sociales, mediante la supresión de la propiedad privada (de los medios de producción) y otras medidas que, una vez que alcancen un nivel de desarrollo elevado, abolirían eventualmente la existencia del Estado, como se viene observando últimamente con la aplicación de las políticas públicas impuestas por el régimen de Nicolás Maduro.

El comunismo plantea un Estado dueño y gestor de todos los medios de producción y una distribución equitativa de la riqueza, independientemente del esfuerzo de cada individuo.

Según el planteamiento comunista, el poder político está aglutinado, en principio, por el Estado (partido único), hasta que la eliminación de las clases sociales genere un sistema gobernado directamente por el pueblo. Esta idea es la que pretende a troche y moche, imponer el régimen del socialismo del siglo XXI, mal llamado bolivariano.

El comunismo y el socialismo no solo tienen diferencias, sino que además cada uno ha cambiado a lo largo del tiempo.

Existe un llamado “socialismo científico” que establece la expropiación y socialización de los «medios de producción»’ a través de una élite que toma al Estado y se hace llamar “representante de la clase obrera”, establece la dictadura del proletariado y guía la lucha de clases. Es lo que se ha cumplido al pie de la letra en Venezuela, en su perversa intención de lograr la transformación a la sociedad comunista, que es imposible, por cuanto es  totalmente contraria a la naturaleza humana.

Una razón simple y sencilla la puede suministrar Felipe Mujica, teórico fundamental y calificado líder del Partido Comunista de Venezuela, quien a lo largo de estos 23 años apoyó decididamente al régimen primeramente de Hugo Chávez y hasta hace algunos meses atrás a Nicolás Maduro, de quien hoy día discrepa de manera manifiesta, lo cual generó la salida del Partido Comunista de Venezuela del movimiento llamado Polo Patriótico, y de vergonzosas amenazas hasta de desaparecerlo del espacio político, a un PCV que tiene más de 80 años fundado en el terruño nacional.

careduagui@gmsil. com

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