Aglutinar el apoyo de los escrutinios y las fuerzas políticas en Estados Unidos se va a centrar en la defensa y protección de los derechos humanos de todas las personas, sin discriminación alguna, el desarrollo de la economía, la sostenibilidad de la paz mundial, el desarrollo y diversificación del empleo, entre otros valores de la democracia en Occidente.
Por otro lado, va a prevalecer la perspectiva de la inmigración, centrada en el factor humano, como un fenómeno mundial que hay que atender y resolver sin ningún tipo de discriminación, desde la educación, pues no se puede seguir arrastrando la equivocada narrativa de que la inmigración es una amenaza para las naciones de acogida, cuando en verdad es un asunto de supervivencia humana, además de ser una oportunidad para el impulso del desarrollo de la economía en todo los ámbitos universales, siendo esto un hecho constatable desde la génesis antropológica de la humanidad; por lo que requiere ser siempre abordado con políticas públicas en aras del desarrollo de los derechos humanos de las naciones.
En ese sentido, todos los valores de la democracia en América son extensibles para los gobiernos mundiales, tomando en cuenta que son pioneros en el respeto de los derechos de género, que a pesar de todos los ruidos y ataques contra los mismos, siguen siendo importantes en la gama de respeto de los derechos universales; por otro lado, no se puede permitir la idea de que los problemas de las naciones tercermundistas o en desarrollo o sometidas a una época de anarquía o tiranías, sean ajenos a las acertadas respuestas y soluciones internas de los gobiernos, en el marco de la paz global y en el respeto a los derechos humanos, en la que hay que acotar que España, siendo pionera también en los derechos de igualdad y de género, viene dando lecciones en la sostenibilidad de la paz mundial en el marco del respeto de los derechos universales de todas las personas.
Nos encontramos en el momento de las grandes definiciones, de sacrificios por la democracia y la paz mundial, es el momento de las naciones libres, en paz y democracia, sin discriminación; cada pueblo, cada nación, cada persona tiene una misión en los objetivos de la paz mundial y el desarrollo económico global.
Se terminaron los titubeos y guiños en ir contracorriente a la paz, la democracia mundial; pues la humanidad vota siempre por la paz, la seguridad en libertad y democracia, donde no hay cabida en el pensamiento humano en ninguna época y ningún lugar a cualquier idea o modelo que coarte los derechos humanos universales de todas las personas.
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