En el año 1955 por petición de la Junta Directiva de la Cámara de Comercio de Valencia, el Concejo Municipal decretó como “Día de Valencia” el 25 de marzo.
Y cada vez que llegamos a esa data, comienza el debate sobre si la ciudad fue realmente fundada ese día o que no tuvo acto de fundación; lo cual hasta los momentos no se ha podido comprobar ya que no disponemos del documento que certifique o desmienta tales hipótesis.
Por otra parte, en los últimos 10 años también ha circulado la presunción de que la ciudad realmente no fue establecida donde hoy existe nuestra plaza Bolívar; sino que su ubicación original está hacia el sur de la Valencia; aspecto que hasta la fecha tampoco ha sido comprobado desde el punto de vista arqueológico.
Curiosamente, en este año 2023 apareció una nueva conjetura en la que se afirma que nuestra ciudad nunca se llamó “Nuestra Señora de la Anunciación de la Nueva Valencia del Rey” o “La Anunciación de Nuestra Señora de la Nueva Valencia del Rey”; sino solamente “Nueva Valencia” o ”Nueva Valencia del Rey”. Algo que en esta ocasión sí es un error demostrable documentalmente y que antes de llegar a ese punto, es necesario poner en contexto al público lector sobre dos aspectos que vamos a mencionar a continuación:
1-Cuáles son las características del proceso de constitución de una villa o ciudad.
2-Conocer el origen de la advocación de la “Anunciación”.
En lo referente al primer punto, hay que decir que durante el período de la hispanidad la creación de villas y ciudades pasaba por el siguiente proceso:
- Creación del Cabildo.
- Declaración de los vecinos.
- Deslinde de las tierras.
- Reparto de indios.
- Acto de bendición de la nueva población con una misa en la que se colocaba bajo la protección de una advocación religiosa.
Con respecto al segundo punto debemos decir lo siguiente:
Una “advocación” significa que un pueblo, ciudad o villa es declarada bajo el amparo de un santo o una divinidad y también se usa para nombrar una celebración que se lleva a cabo en homenaje a un personaje religioso.
En este caso, nuestra ciudad originalmente se colocó bajo la advocación de la “Anunciación de Nuestra Señora” y la historia nos cuenta que el origen de esta celebración se remonta a la época en la que gobernaba España el rey godo Flavio Recesvinto (650-672) apodado “El Glorioso”.
En ese período, el “X Concilio de Toledo”, ordenó la fiesta de la “Anunciación de Nuestra Señora” el 1 de diciembre del año 656, mandándose a celebrar ochos días antes de la natividad de Dios y así fue ejecutada en esa fecha por varios años.
Luego, por disposición de la “universal iglesia” regida por el Papa; la fiesta de la “Anunciación de Nuestra Señora” pasó a celebrarse en toda la cristiandad el día 25 de marzo y también dispuso la iglesia de Toledo, que la fiesta decretada en el Concilio se celebrase con el título de “Nuestra Señora de la O” que es la conmemoración de la “Expectación del parto” o “La espera”.
La “Anunciación de Nuestra Señora” se refiere al momento en que el ángel Gabriel visita a la Virgen María para decirle que ella será la madre del salvador.
Entrando ahora a la cuestión documental, vamos a mostrar la referencia de 3 expedientes pertenecientes al archivo histórico de la Arquidiócesis de Valencia ubicado en el Seminario de Valencia, en la sección correspondiente a Matrimonios y Testamentos donde encontramos las siguientes evidencias:
1-Documento de fecha 21 de marzo de 1782: “Don Fernando Fayol vecino que soy de esta ciudad de la Anunciación de Nuestra Señora de la Nueva Valencia del Rey y natural de los Reynos de Barcelona en el de la Cataluña en su capital Barcelona.”
2-Documento del 29 de agosto de 1760: “En la ciudad de la Anunciación de Nuestra Señora de la Nueva Valencia del Rey a veinte días de agosto de mil setecientos sesenta y ante mí el Capitán Juan Fernández, Alguacil, Doña Juana Antonia Pérez de Loaiza viuda del Sargento Mayor Don Francisco Beloso”.
3-Documento del 3 de agosto de 1715: “En la ciudad de la Anunciación de Nuestra Señora de la nueva Valencia del Rey, tierra firme, a tres días del mes de agosto de mil setecientos quince a por ante mí Don Luis de Urraca y los Arcos, Alcalde Ordinario de dicha ciudad…”
Conclusión
De acuerdo al análisis de estos y otros documentos revisados a través de los años, podemos decir que nuestra ciudad de Valencia efectivamente sí se llamó “La Anunciación de Nuestra Señora de la Nueva Valencia del Rey”.