¡Sistema Frankenstein!

“El arma más poderosa para vencer al demonio es la humildad”

(San Vicente de Paúl, Francia, 24 de abril de 1581- 27 de septiembre de 1660)

El mundo viene conociendo de los sufrimientos de la nación venezolana desde hace más de cuatro lustros. Sufre Venezuela innecesariamente. Sus males no son a causa de una epidemia, de la ocurrencia de acontecimientos climáticos o de una guerra entre países. Su migración tampoco. Sus largas penurias son a consecuencia de la instalación de un régimen al que he denominado “Sistema Frankenstein”, apoyándome para esta definición en la célebre obra de la ciencia ficción escrita por la británica Mary Shelley (1797-1851) en la cual es creado aquel horrendo ser de laboratorio por el personaje “Victor Frankenstein”,  a partir de juntar partes de diferentes cadáveres.

El narcogobierno, entronizado en el Palacio de Miraflores de Caracas, mediante el establecimiento de relaciones mafiosas diversas, disfrazadas de movimiento político, ha creado su  propia versión de sistema a lo “Frankenstein” , la cual les resumo a continuación.

Ensamblando a lo interno y a lo externo:

Con “pedazos de cadáveres políticos” de seudo candidatos,  como por ejemplo Fermín, Bertucci, o los luises Luis Eduardo Martinez y Luis Brito, no se quedó sólo en lo trágico sino que se metió en lo cómico, con el Benjamín Rausseo “Er Conde del Guacharo». No tenemos duda de que para ello usó, y a mansalva, sus frutos envenenados de la compra y del chantaje con intereses crematísticos, que lograron doblegar a esos tristes “cadáveres insepultos”.

Además de haber creado ese primer Frankenstein inservible, a lo interno de la falsa oposición disfuncional y fracasada, según se comprobó como estrategia de dividir la votación realmente opositora, cuando prácticamente no lograron tener una mínima vida en las elecciones del 28 de julio. Con un mínimo de electores por los “insepultos” no les queda margen para manipular cifras de votos.

Por el lado externo, otro y más relevante Frankenstein, en que se apoyan para intentar mantenerse, es la represión con cómplice participación de países violadores de los derechos humanos. Lo instalaron inicialmente sólo con los Castro de Cuba, que les funcionó a alto costo en la etapa cumplida hasta la muerte de Chávez y luego Fidel. Pero hoy, con el también cadáver insepulto de Raúl Castro y de toda su generación viciosa de supuesto socialismo solidario y patriótico, ha demostrado que es la continuada chulería a la que está sometido Maduro junto con su cúpula de bajo mando militar a la que están amarrados. Padrino López con Rusia, y sus compras de armamento.

Este Frankenstein tiene un tronco castrista, una cabeza rusa, un brazo de la narcoguerrilla colombiana, otro del islamismo iraní, y finalmente piernas de países occidentales de gobiernos prostituidos que, como se decía en las operaciones de la compañía CIA, el lema aquel era “el tipo es un hijo de p… pero es nuestro hijo de p…”. Los mercenarios de la política los conciben mantener en el poder por más tiempo, con negocios para ellos jugosos como el petróleo y otras cosillas. Como con aquel Podemos de Iglesias o Monedero de España, que buscaron y siguen buscando los “dólares de la seudo revolución bolivariana”. También con el del PSOE de Pedro Sánchez-Zapatero.

Hacen así historia unos pocos y tristes gobiernos del mundo, y sus personeros. De esos que se “doblan para no partirse”. Jugando al alargue, frente a la imperiosa necesidad del reconocimiento de Edmundo González Urrutia como “presidente electo de Venezuela”, siguen su pesca en río revuelto.

Es preciso avanzar más, y de inmediato, en la dirección de provocar una ruptura con esa política asquerosa de negociación maniquea, e ir a una realista. De lo contrario nos verán actuar con toda fuerza de la razón, y del derecho a la legítima defensa de los pueblos, para lograr más que la transmisión de mando acordada frente a un ya inminente 10 de enero de 2025 sin que nada aparezca con certidumbre de “realismo político» que la hará suceder.

La superación de la profunda crisis humanitaria existente, deteniendo el desesperado flujo migratorio venezolano, y que sigue en aumento, nos obliga a actuar ahora. La libertad de los presos políticos, bajo tortura diaria y violación de los derechos humanos elementales, nos obliga ahora. Revertir la siembra de más desnutrición, anomia y muerte, con la desolación y pérdida de esperanza generacional y que se nos devuelve como resaca de un huracán con mar enfurecido, a lo largo y ancho del propio continente americano, ¡nos obliga ahora! Es preciso imponer el orden internacional civilizado para derrotar a los Frankenstein que se nos han creado, ahora. ¡AVANZAR!

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@gonzalezdelcas