Es importante aclarar desde el principio de este escrito, que está inspirado en el programa Atomun transmitido por el canal Telesur, el día 5 de febrero de 2022 a las 8:00 am, donde de manera muy sorpresiva para muchos de sus televidentes dedicaron el tema central del programa a la tecnología avanzada supuestamente obtenida de “platillos voladores” a través de mecanismos de “ingeniería inversa”.
En este sentido, recordando que el canal Telesur es la punta de lanza de toda la estrategia comunicacional del gobierno de Maduro, además de ser un canal multiestatal con la participación de Cuba y Nicaragua, no puedo dejar de deducir que dicho programa tiene la aprobación de la directiva televisiva y de los altos gobiernos de los 3 países.
Aunque ciertamente trataron el tema con delicadeza y sin los excesos que se observan en otros canales mundiales, obsesionados con “teorías de conspiración” de todo tipo, es muy preocupante que se desate en los medios oficiales del Estado una política informativa basada en este tipo de ideas.
No debemos imaginar que se desate una competencia con medios como History Channel que tiene en exclusividad a la mayoría de los teóricos vivos de estas ideas, como sería muy delicado ver a representantes oficiales del país, a nivel ministerial en el área de cultura, ciencia y tecnología estar declarando en medios internacionales algún tipo de apoyo a lo que se conoce como la “hipótesis extraterrestre”.
Este término es referenciado del siguiente modo:
“En 1966 el ufólogo francés Jacques Vallée lo utilizó en su libro Challenge to science: the UFO enigma. Más tarde se usó en una publicación del ingeniero francés Aimé Michel en 1967, por el Dr. James E. McDonald en un simposio de marzo de 1968 y otra vez por McDonald y James Harder, cuando dieron su testimonio ante el comité United States House Committee on Science, Space and Technology en julio de 1968. El escéptico Philip J. Klass lo utilizó en 1968 en su libro UFO-Identified. En 1969 el físico Edward Condon definió la «hipótesis extraterrestre» o «Eth» como naves espaciales u OVNIs enviadas a la Tierra desde otra civilización u otro espacio fuera de la Tierra, o de un planeta, asociado con una estrella más distante de esta. ”
Tampoco podemos imaginarnos a que el gabinete de gobierno se haga eco de una campaña de este tipo, ni siquiera para distraer la atención de la opinión pública, de otros problemas cotidianos que sufre la población, porque de caer en ello, existe la posibilidad de que terminen saliendo en cadena nacional con Sombreros de papel de aluminio, para evitar ser “dominados” a través de máquinas de “control mental”.
Ya este tipo de ideas existen en países como Haití, donde algunos piensan que los terremotos son producidos de manera intencionada por máquinas de tecnología extremadamente avanzadas, que están ubicadas en Alaska (proyecto HAARP), para controlar el clima del planeta. En este sentido, es importante recordar que alguna vez el gobierno de Venezuela apoyó tales ideas, como se recuerda:
En dicho momento se expresó lo siguiente:
El antiamericano gobierno de Venezuela, en su habitual paranoia contra el imperio yanqui, asegura que el seísmo de Haití «es resultado de una prueba de la Marina estadounidense», y denuncia que lo que devastó el país caribeño fue «un terremoto experimental de Estados Unidos». Si hace diez días Hugo Chávez sacó de Internet la foto de un avión de guerra y acusó a Washington de violar el espacio aéreo venezolano, ahora culpa directamente al Tío Sam de arrasar Haití «con estas pruebas en cuyo objetivo final está el plan de destruir Irán con una serie de terremotos diseñados para derrocar a su régimen islámico». La imaginación del presidente bolivariano se basa en un presunto informe «preparado por la Flota Rusa del Norte» y publicado en la web de la televisión estatal Vive. «La Flota del Norte monitorea las actividades navales de Estados Unidos en el Caribe desde 2008, cuando Washington restableció la Cuarta Flota que había sido disuelta en 1950 y Rusia comenzó sus primeros ejercicios en la zona desde la Guerra Fría». El supuesto informe compara, según Caracas, «esta última prueba con otra en el Pacífico la semana pasada que causó un terremoto de 6,5 en la escala de Richter en California, sin provocar muertes, a diferencia de la tragedia haitiana». El texto concluye: «Es más que probable que Estados Unidos conociera el daño que provocaría porque había posicionado en Haití a su comandante del Comando del Sur, el general P. K. Keen, para supervisar las labores de ayuda si fuesen necesarias».
Otras declaraciones del mismo tenor, señalando que el planeta Marte fue destruido por los mismos marcianos, debido a su conducta económica, fue expresada igualmente por el gobierno de Venezuela y reseñada en la prensa mundial, como por ejemplo:
https://www.rtve.es/noticias/20110322/chavez-capitalismo-acabo-vida-marte/418893.shtml
Con tales antecedentes históricos, no es nada extraño, que se pie a estas y otras teorías no demostradas, que pueden caer en el arsenal propagandístico del gobierno de Maduro y terminar de arriba abajo, desde la “guerrilla comunicacional” y el responsable de propaganda de la UBCH hasta el mismo canciller o ministro de Comunicación, esbozando estos delicados temas.
No faltará el defensor a ultranza, que dirá que la creación por Donald Trump de la Fuerza Espacial (U.S. Space Force), es la demostración evidente de que se están preparando para enfrentar amenazas de origen extraterrestre, que no desean difundir para evitar el pánico y por ello, piensan que hay algo escondido, de la misma forma, que sin la menor de las dudas, tampoco faltarán diputados y concejales dispuestos a legislar sobre esta temática, incluso comprometiendo a los grupos de autodefensa nacional, como los cuerpos combatientes, si es una política nacional definida desde Caracas.
Estamos, tal vez, a las puertas del comienzo de la transmisión de todo tipo de ideas apoyadas en las “teorías de la conspiración”, por lo cual es importante prestar extrema atención a los voceros oficiales, a la hipotética espera de declaraciones sensacionales y de impacto mundial sobre los más variados temas en los días por venir.