Escribo este artículo a las 8:00 pm de Caracas el día 25 de julio. Desde el 8 de mayo hasta el 11 de junio, la bitcoin se movió en un canal lateral con centro en los 30.000 dólares. A partir del 12 de junio descendió y ahora se mueve, según las Bandas de Bollinger, en un canal lateral comprendido entre 19.295 y 23.806 dólares. La distancia entre el promedio móvil de 200 días (34.543 dólares) y el promedio móvil de 50 días (22.005 dólares) se ha ampliado a medida que el precio de la bitcoin desciende.
Ahora bien, los índices de sentimiento mostraban una leve mejoría con relación a las cifras suministradas en mi último reporte del 13 mayo para El Nacional («Viaje al fondo del mar»). En efecto, y para las 8:00 pm de Caracas del 25 de julio, el Índice de Sentimiento de Augmento se encontraba en el segundo quintil, de 0,20 a 0,40, en 0,255 (versus 0,067, el 9 de mayo) señalizando ahora «miedo» en lugar de «miedo extremo», mientras que el Crypto Fear & Greed Index (Índice de Miedo y Codicia) se ubicaba en 26 (versus 11, el 9 de mayo), también en la zona de «miedo».
Sin embargo, la razón «Bitcoin NVT Ratio» que describe la relación entre la capitalización de mercado de la bitcoin y su volumen de transferencia, sigue sumergida, de manera vigorosa, en la zona de «oversold».
En esta oportunidad he utilizado el Indicador de acumulación/distribución (A/D) que usa volumen y precio para estimar si la bitcoin está en la fase de acumulación o en la fase de distribución. Dicho indicador exhibe una fase perfecta con el precio de la bitcoin denotando que un cambio de tendencia en el precio, no es probable.
Con lo anterior quiero afirmar que la bitcoin continúa sin evidenciar signos de recuperación.
Mi conclusión sigue siendo que mientras el promedio móvil de 50 días no se acerque y cruce sobre el valor del promedio móvil de 200 días, esto es, mientras no se produzca un aumento sostenido de precio que conduzca al «Golden Cross», la bitcoin no tiene vida.