Una buena forma de comprender lo que representa el sentido de pertenencia es analizando su concepto, que consiste en el nivel de satisfacción que puede sentir un individuo al identificarse como parte integrante de un grupo, con el cual se entiende claramente porque sus valores y costumbres se asemejan. De esta manera, la persona manifiesta facilidad para vincularse, pues existe comprensión mutua. Por esta razón, es una necesidad del ser humano y la desarrolla con respecto a otros sujetos, de una forma consciente.
La pertenencia es el valor que los individuos otorgan a ciertas cosas, que forman parte de su vida y de su interior, quienes lo perciben como algo importante. Se puede demostrar este sentimiento a la familia, al hogar, al lugar donde nacieron o donde viven, porque sienten que es parte de ellos, lo cual genera amor, arraigo, apego, agradecimiento y afecto. Muchas veces se convierte en una posesión, en algo propio, que defienden a toda costa, pues lo aman con todas sus fuerzas y lo cuidan con todo su ser.
Uno de los grupos más importantes en la vida, con quienes se desarrolla un fuerte sentido de pertenencia es la familia, pues con ellos conformamos nuestra identidad, desarrollamos apego a nuestro apellido, a las experiencias vividas desde niños, a la historia de nuestros padres y a nuestras raíces. Asimismo, en el seno del hogar compartimos el día a día, aprendemos valores, cómo desenvolvernos en la sociedad, por lo cual reconocemos su relevancia vinculándonos con ellos en base al amor y al respeto.
Por otro lado, el sentido de pertenencia puede despertar en los individuos un comportamiento activo, donde demuestra con su actitud y conducta que está en disposición de mantener su adhesión, defender su grupo, incluso públicamente. Un ejemplo de esto puede ser el sentimiento relacionado con el país o lugar de nacimiento, donde esta conexión hace que se identifique con sus compatriotas, que desee el bien de su nación y que no se vea afectada por alguna situación perjudicial.
Se debe acotar, además, que este sentido de pertenencia puede ser reemplazado en el caso de las personas que se van de su país de origen, por el apego hacia un nuevo lugar que le ha brindado oportunidades al buscar una vida mejor. Las personas que dejan su tierra natal, lo hacen porque el suyo no le ofreció suficientes herramientas, por lo cual, aunque los acompaña un sentimiento de nacionalismo, pueden generar apego hacia el sitio que les abrió las puertas y hacia las personas que le brindaron apoyo en esta transición.