OPINIÓN

Sean estorbados todos los caminos de perdición

por Alejandra Jiménez Pomárico Alejandra Jiménez Pomárico

Sean concebidos como absurdos y obstruidos todos los caminos que generen desaliento a quienes los transitan, aunque su apariencia sea divertida, refinada o cómoda. Hay un destino en todo lo que se hace, aunque se dé más valor al recorrido, si el fin de éste es inicuo, pierde todo sentido el trayecto. Hay quienes viven aceleradamente como si no hubiese un mañana, y otros, tan apasionados que no guardan reserva y se desgastan. En cualquier caso, las pasiones y el amor mueven nuestro micro mundo, la cosmovisión y los pensamientos le van dando forma a la vida.

Como una declaración al viento sean las palabras de libertad que hacen posible el desarrollo humano, fuera de preceptos que esclavizan innecesariamente el pensamiento y la operación distintiva de cada individuo. No hay mayor afecto que aquel que acepta y reconoce la singularidad dentro de un marco de funcionalidad, respeto y eficiencia, apropiados y sujetos al entorno. Salta pintoresca aquella frase: al que es puro todo le es puro, sin embargo, al que está muy herido, la más mínima interacción duele. No existe mayor gracia que el auto reconocimiento como un ser digno, y por ende, el reflejo de dignidad en aquellos cuya imagen viva se manifiesta frente a otros.

Imperfecta introducción a mi reflexión, la cual más que de palabras se compone de una intención. Ay de aquellos que con entendimiento estorban a otros por maldad, envidia o enojo, sus caminos son obstaculizados y tienen deshonroso destino. No disfrutan la trayectoria porque en lugar de mirar al frente, como quien tiene entendimiento de a dónde va, dispersan su mirada hacia los lados con el enfoque perdido. No se trata de exponer corazones, consiste en quebrar estructuras y falsos positivos que adoptamos en nuestro sistema de pensamiento y terminan mal definiendo, diluyen la esencia que se tiene y en lugar de bendecir, se maldice de palabra o acción.

Cuando cavilo en esto, cobran vida aquellos que reciben pago por hacer el mal a otros, cualquiera de nosotros malinterpretamos palabras e intenciones o simplemente por ligereza o ignorancia erguimos una contraposición en cualquier área. Cierto grado de impedimento da valor y es necesario para todo, ya que mide los esfuerzos, renueva los enfoques y genera los cambios necesarios. Sin embargo, todo tiene una justa medida para el equilibrio y avance. Esto, considero son cosas necesarias para pensar de forma introspectivamente respecto a todo aquello donde tenemos la valiosa oportunidad de aprender.

En algún momento, una persona que respeto y amo mucho, consagrado a las letras, se refirió a mi estilo escritural como regañón, me hizo gracia, pero lejos de amonestar reflexiono en las bases de la vida, y el interactuar diario con otros. Procuro interceder entre el sano reconocimiento del diseño humano único y la desvinculación que provoca una vida de acciones automatizadas y apariencias fútilmente prolijas, en entornos ficticios o propios de interacciones superficiales. A lo cual todos nos encontramos expuestos, pero no necesariamente inmersos a voluntad o por descuido.

La proclama que mueve mi corazón es que sea estorbado todo aquello que se constituya un impedimento en tu crecimiento y desarrollo. Sea cual sea a la procedencia de la rémora, interna o externa, la misma sea desarticulada, caiga todo velo. Tu visión se amplíe en la gracia divina que nos creó y ha contado nuestros días, mucho antes que escogiéramos nuestro destino.

@alelinssey20