OPINIÓN

¡Se suicidó Colombia!

por Alberto López Núñez Alberto López Núñez

Nadie aprende de la experiencia ajena, es increíble como con casi 3 millones de gente venida de Venezuela ─entre inmigrantes y repatriados─ que son un cuadro viviente pidiendo limosna o haciendo trabajos de sobrevivencia, en las calles de Colombia, de la miseria que trae el socialismo del siglo XXI, los colombianos hayan elegido presidente a Gustavo Petro, el primer aliado que encontró Chávez, inmediatamente después del infame 4F.

Esto es consecuencia de algo que vengo exponiendo desde hace varios años: la desidia de las élites colombianas ante el peligro del socialismo del siglo XXI, la entrega rastrera de los gremios, los medios y los partidos políticos, con la excepción del Centro Democrático a Santos en la entrega del país a las FARC, primero con el miserable acuerdo de Santos-Timochenko y luego con la instauración de la dictadura del farcsantismo, instaurada con el desconocimiento del plebiscito en 2016. La billonada que gastaron los empresarios en la promoción del Sí, los ingentes recursos entregados a la campaña del pacto histórico por empresarios, incluso pagando su equipo de comunicaciones, como el próximamente expropiado señor Daes de Barranquilla, la obsecuencia de Caracol y El Espectador, entre otros medios a Petro. Pero sobre todo la indigencia intelectual de los dirigentes políticos en no crear desde hace por lo menos 3 años de un frente unido contra el socialismo del siglo XXI, lo que llevó a quedar eliminados en la carrera presidencial, todo esto es la causa del suicidio que cometió Colombia el pasado domingo 19, eligiendo a un subversivo (porque ha seguido y seguirá siendo su meta acabar con la democracia, aunque no sea con las armas) como jefe de Estado, con lo cual selló  el fin de la república como la conocemos desde hace más de 200 años, ahora tendremos la república de los soviets (léase diálogos regionales), o mejor dicho, la dictadura de Petro, cual Fidel, gobernando con la cúpula del farcsantismo, el ELN y los capos de la Picota, un narcoestado, en toda la dimensión de la palabra.

Porque no nos confundamos sobre lo que es el petrismo y para entenderlo cito extensamente a José Obdulio Gaviria en un hilo de tuits hoy: «Tips para entender al petrismo: ¿A qué atenernos con los marxistas? 1. El marxismo se autodefine como «socialismo científico». 2. 7 de los 17 partidos y movimientos que conforman el Pacto Histórico se proclaman marxistas. 3. Otros 2 partidos marxistas se dicen»aliados», no «integrantes» del Pacto (FARC o Comunes y el PST). 4. El marxismo o socialismo científico (Manifiesto Comunista) propugna (en diversas fases o momentos): -Estatalización de los medios de producción -Suprimir la sociedad de clase (no la propiedad privada en su totalidad sino la de los medios de producción con el objetivo de abolir la explotación feudal ─de la que hay «rezagos»─ y la explotación capitalista) -Sistema impositivo progresivo -Abolición del derecho a la herencia -Centralización y estatalización de la banca -Educación pública y gratuita- No existirá plusvalía del empresario y, por tanto, cada trabajador será remunerado según su creación de valor, pero siempre bajo unos estándares de igualdad -antiglobalización, desindustrialización, ambientalismo radical, feminismo como»lucha de sexos», exacerbación de «nacionalismos» o «plurinacionalismos», indigenismo o neorracismo, «soberanía alimentaria» o muerte del libre comercio. Así serán los nuevos y permanentes debates que habremos de oír en el Congreso, en los medios, en las redes… ¡Ya lo verán!».

David Runciman en su destacada obra The Confidence Trap, una historia contemporánea de la democracia, analiza extraordinariamente el tema. Su tesis central es que el exceso de confianza de los demócratas sobre las virtudes de la democracia, y, en particular, sobre su capacidad de defensa ante sus enemigos, hacen que estos se aprovechen y desde adentro trabajen para destruirla, creando un estado de permanente tensión en el seno mismo del régimen.Obviamente, estos peligros se acrecientan en épocas de crisis, y así la gente -decepcionada por su situación- culpa al gobierno de sus penurias y fácilmente oyen los cantos de sirena de los enemigos de la democracia, quienes magnifican la situación, cabalgan sobre ella y entonces llegan al poder para…hacer libremente su tarea, i.e, “matar la democracia”. La gran depresión de los veinte facilitó la llegada de los totalitarismos de derecha y la II Guerra la consolidación del estalinismo.

La sabiduría de De Gaulle, al diseñar una norma constitucional que filtra las mayorías espontáneas en beneficio de mayorías de equilibrio, ha salvado a Francia de que en una elección presidencial de una sola vuelta hubiese podido ganar un candidato de extrema izquierda (el descontento anti-Macron lo hubiese hecho ganador). Así mismo, el que en un sistema semipresidencial el presidente tenga un equilibrio por parte del parlamento, ha salvado (por ahora) a Francia de que la democracia se suicidase en las pasadas elecciones. Ahora bien, ese régimen de equilibrios no existe en América Latina. Allí, el comunismo internacional creó el Foro de Sao Paulo, con la finalidad de instaurar ese régimen en el subcontinente a través dela estrategia de la toma del poder por vía electoral, en contraposición a su tradicional vía insurreccional. Colombia había sido la excepción a este embrujo paulista del socialismo del siglo XXI, pero la desidia y tibieza del liderazgo convencional anodino facilitó finalmente que este tomase el poder el 19 junio de 2022. Se eligió como presidente de la república al señor Gustavo Petro, un criminal de lesa humanidad, guerrillero (con o sin armas) aliado de los narcoterroristas y de Putin, candidato del comunismo internacional, o sea, Foro de Sao Paulo-Grupo de Puebla.

No se crean los cantos de sirena de la política del amor y el acuerdo nacional, de las garantías de respeto a la Constitución y al Estado de Derecho y la propiedad privada, todo eso es un vulgar engaño premeditado. Si no me creen tómense la molestia de buscar en YouTube los discursos de Chávez el 9 de diciembre de 1998 y el de Petro el domingo: idénticos (https://www.youtube.com/watch?v=vMqclc2icD0 ).

En conclusión, Colombia se suicidó al elegir a Petro como presidente de Colombia, con esa elección el pueblo colombiano selló el fin de la democracia liberal y el comienzo de una dictadura comunista del socialismo delsiglo XXI, a partir del próximo 7 de agosto. QEPD la libertad en Colombia.