El 5 de junio se celebró el Día Mundial del Medio Ambiente, una fecha instaurada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1972 para concienciar sobre la importancia de proteger nuestro planeta. Tres días después, el 8 de junio, conmemoramos el Día Mundial de los Océanos, un recordatorio del papel vital que desempeñan estos ecosistemas en la salud de la Tierra.
Ambos días se entrelazan de forma significativa, pues los océanos son una parte integral del medio ambiente global. Cubren más de 70% de la superficie terrestre, albergan una gran diversidad de vida marina y desempeñan un papel crucial en la regulación del clima, la producción de oxígeno y la seguridad alimentaria.
Sin embargo, los océanos se enfrentan a serias amenazas como la contaminación, la sobrepesca, el cambio climático y la acidificación. Estas problemáticas, en gran parte causadas por actividades humanas, ponen en riesgo la salud de los océanos y, por ende, la del planeta entero.
En este contexto, es fundamental unir esfuerzos para proteger nuestros océanos y el medio ambiente en general. Es necesario que gobiernos, empresas y ciudadanos tomen medidas concretas para reducir la contaminación, promover la pesca sostenible, combatir el cambio climático y conservar la biodiversidad marina.
En Venezuela instituciones del Estado, con la asistencia técnica de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), han puesto en marcha diversas iniciativas para la restauración, la mejora y preservación de la biodiversidad, considerando desde la restauración de ecosistemas forestales degradados hasta el manejo de especies, contribuyendo así con el desarrollo de políticas ambientales, mejoras de medios de vida y mitigación al cambio climático que incorporan los sistemas agroalimentarios para encontrar soluciones disponibles y ampliables a fin de conservar, restaurar y utilizar de forma sostenible la biodiversidad.
La FAO ha presentado su Plan de Acción 2024 – 2027 relativo a la aplicación de la Estrategia de la FAO para la integración de la biodiversidad en los distintos sectores agrícolas, que ayudará a reducir los efectos negativos de las prácticas agrícolas en la biodiversidad y promoverá prácticas agrícolas sostenibles.
A pequeña escala, cada ser humano también puede trabajar en la protección del medio ambiente y los océanos. Entre las acciones individuales para la contribución colectiva podemos considerar:
- Reduce tu consumo de plástico: el plástico es uno de los principales contaminantes de los océanos. Evita el uso de productos plásticos desechables, opta por alternativas reutilizables y recicla siempre que sea posible.
- Consume pescado de forma responsable: infórmate sobre las especies de pescado en peligro de extinción y elige comprar aquellas que provengan de la pesca sostenible.
- Ahorra agua: el agua es un recurso vital para la vida en la Tierra. Reduce tu consumo de agua tomando duchas más cortas, arreglando fugas y utilizando electrodomésticos eficientes.
- Utiliza medios de transporte sostenibles: caminar, andar en bicicleta o usar el transporte público son opciones más amigables con el medio ambiente que conducir un automóvil.
- Planta árboles: los árboles absorben dióxido de carbono y contribuyen a la regulación del clima. Siembra árboles en tu comunidad o apoya iniciativas de reforestación.
Cada acción, por pequeña que parezca, puede marcar la diferencia. Juntos, podemos construir un futuro más sostenible para nuestro planeta y proteger los océanos, los pulmones azules de la Tierra.
Alexis Bonte es el representante de FAO Venezuela
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