A la memoria musical y humana de Pacheco, Celia, Cheo, Héctor, Maelo, Tite y los otros históricos de la Fania en su nuevo aniversario.
Fania All Stars
Colección de antigüedades renovadas sabrosamente sonoras. Si algo trajiste y algo sigues teniendo es misterio. Misterio vital que viene de lejos y nos acerca. Misterio fecundante, indómito, rizomático y variopinto. Urbana y rural, poética donde te pongan. Calle luna, calle sol. Misterio hecho verbo, piel y sudor. Certero misterio a voces para afinarnos en un todo, aunque la muchacha vaya triste y vacía. Panteón de amor. Espejo común y posible, sonoro, cadencioso. Esencia caribeña de vida ¡Dionisos es contigo!
Mixtura sensual con la que ungimos la vida y sus pasos nos permitan continuar. Toda la olla del Caribe vibra en los cuerpos y esas corrientes agitan el meneo recibiendo tu mágica invisibilidad envolvente, tan tuya, hecha suculencia sonora al compás de voces y voces, recuerdos y constancia para el futuro, instrumentos y sentimiento, tú. Amable fusión desde la mitad del mundo y desde la médula. Delta solar que se abre para disponernos mejor y recordarnos en los cuerpos una manera de bailar la vida para que no pese tanto, familia. Noches y días contigo hasta en la distancia. Cariño, yo creo en ti.
Con verbo, sustantivo, amor, melodrama y buen humor -junto a tu maravilloso cofre de armonías y melodías-, encuentras empuñaduras, seguidoras y seguidores, incondicionales, aun en medio de la amarga región y los tiempos absurdos. Siempre vendrás a decirnos que pronto llegará el día de la suerte cuando seguro cambiará nuestra ventura, sí.
Como el pito de un silbido que se reconoce al vuelo pasa un carro hasta a medianoche y tú viajas allí a buen volumen, eco indisoluble. Reducto de afinidad, eres ayer y hoy y seguirás siendo fenómeno glocal bailado, voceado y gozado desde las adoloridas Caracas y Cali, pasando por las aturdidas Lima y Santiago; desde el Caribe y hasta llegar para quedarte en las calles de Suiza y de toda la tierra, y la bailen hasta las damas croatas y todas las mujeronas del universomundo junto a sus varones o sus compañeras de viaje.
En el terruño y en la diáspora, aunque falte comida y sobre agua, seamos rechazados o bienvenidos… ¡Tú, ahí! ¡Tú, ahí! ¡Ahí, ahí, ahí! Como constancia palpable y plena de sabor para animarnos y seguir antes de un completo achatamiento y el anunciadamente terrible emparejamiento de lo que somos. ¡Zape, gatillo! ¡Vuela alto! ¡Sigue tu vuelo! ¡No te detengas!
Yo te canto y te bailo y te celebro. ¡Brindo por ti y contigo! Eros, fuerza dionisíaca, africana, taína y todas las etnias primeras juntas. Belleza. Creación vigente, universal y perdurable, siempre renovadora frente a la quiescencia, la violencia, la devastación, la feúra y la tumba.
¡Cambia el paso, que se te rompe el vestido!
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