La verdad es que este show, recién montado en Rusia, en plena guerra con Ucrania no convence.
Una revuelta armada, de la noche a la mañana, en las narices de Putin, sin un disparo, sin detenidos ni fallecidos, y con un anuncio de amnistía a los golpistas antes de terminar el “golpe” lo único que logra es alimentar periódicos y crear una cortina de humo ante el evidente fracaso ruso en este conflicto.
Para entender lo que pasa en Rusia hoy hay que hurgar un poquito en la vida de Vladimir Putin: Putin tuvo una infancia sumida en la pobreza, recibió ayuda muy importante de unos vecinos judíos, de allí quizás su especial deferencia con Israel.
Inspirado en una película de la época, Putin se apunta al mundo de la inteligencia y el espionaje (KGB), en la agencia ocupó algún cargo mediocre; sin embargo, la carrera de espía deja tatuada destrezas como: mentir, manipular, reprimir soportar y sufrir .
La caída de la Unión Soviética, lo lleva al paro y lo fuerzan a un vuelco ideológico. Su regreso a San Petersburgo fue traumático, además de no tener trabajo la ciudad estaba sumida en una delincuencia abismal.
Es en ese momento cuando Putin empieza su carrera política acercándose a quien fuera el primer alcalde de San Petersburgo: Anatoly Sobchach; luego logró conectarse con Boris Yeltsin, quien lo nombra jefe de las Fuerzas Especiales Rusas (FSB). Después de muchas historias y circunstancias, Yeltsin lo asciende a primer ministro y finalmente se hace con el poder absoluto de Rusia.
Si hay algo que Putin domina es la Inteligencia y cada movimiento que hay en Rusia, el terror que ha logrado implantar es evidente, quien se come la luz, amanece “autosuicidado o autoenvenenado”, entonces un alzamiento como el que la prensa se ha prestado a presentar usando como fuentes las mismas agencias rusas que son expertas en desinformar, carece de todo sentido.
Además de lo dicho, la sublevación llega de parte del Grupo paramilitar Warner, una “empresa” privada, liderada por un antiguo criminal: Yevgueni Prigozhin, un rambo depreciado y sexagenario que de paso es amigo de Putin, él fue el encargado de hacer el trabajo sucio en la guerra, pero no dio resultados y esta es una buena manera de sacarlo del juego.
La invasión de Rusia a Ucrania ha sido un gran error y puede llevar a Rusia a un colapso económico.
A todo evento surgen las solidaridades inmediatas de China, Bielorrusia y del combo conocido, que sirven como mensaje a los norteamericanos para decir ”quieto te ves más bonito”.
El debilitamiento de Rusia al final del día perjudicara a Occidente pues los otros actores que se pelean el puesto son peores, no se si volver a un mundo bipolar es mejor, donde los Norteamericanos y europeos hagan su bloque y en el que Rusia se ocupe del de Corea del Norte, por ejemplo, de China y de todos extremistas del Medio- Oriente a quienes saben controlar.
Sigo insistiendo que hay que tocarle la puerta a Mr. Putin y negociar una salida a este conflicto que no terminara jamás con vencidos ni vencedores.
@davidbittano