OPINIÓN

RSE 2021

por César Tinoco César Tinoco

Este pasado mes de enero 2023, con 6 meses de retraso, fue que tuve la oportunidad de echarle un ojo a la imperdible edición 392 de julio de 2022, en donde la revista Business Venezuela presenta su estudio “Las Top 100”, versión referida al año 2021.

En esta oportunidad la muestra del estudio estuvo conformada por 121 empresas (versus 212 empresas el año 2020), de las cuales 8,26% pertenece al sector banca y seguros, 25,62% al sector manufactura, 39,67% al sector servicios y el 26,45% a otros sectores.

De tales 121 empresas participantes, 75% afirmó mantener programas de responsabilidad versus 67% el año 2020. Y claro, por el tamaño de las muestras, aunque el porcentaje sea mayor (75% versus 67%), el número de empresas que afirman mantener responsabilidad social, en esta oportunidad, fue menor (91 en 2021 versus 142 en 2020). El mayor porcentaje de los programas de responsabilidad social están invertidos en educación, salud, apoyo a comunidades, alimentación-nutrición y cuidado ambiental.

Como siempre, uno de los aspectos interesantes del estudio son las cifras de inversión en responsabilidad social empresarial que, hasta el año 2018, se presentaron en bolívares constantes (bolívares de un mismo poder adquisitivo), pero que a partir del año 2019 se presentan en dólares norteamericanos.

De estas 121 empresas y a pesar de que 91 afirma materializar la responsabilidad social, el estudio solamente reporta las cifras de inversión social para 47 empresas (el 39% de la muestra, un porcentaje usual), lo cual me permitió, para el año 2021, obtener la razón inversión social a total ingresos (revenues) para cada una de esas 47 empresas y las subsecuentes estadísticas descriptivas.

Así y para el año 2021, el promedio de la razón inversión social a total ingresos fue de 1,09% versus 1,50% para el año 2020 y versus 2,11% para el año 2019. La cifra de 2,11% ha sido la más alta verificada desde el año 2002, año en que el promedio de la razón inversión social a total ingresos alcanzó la magnitud de 1,79%.

Esta cifra de 1,09% verificada el año 2021 no solamente es inferior al 1,50% verificado el año 2020, sino cercana al promedio de 0,85% de la mencionada razón en los 21 años corridos que van desde 2001 hasta 2021.

Más aún, el año 2012 se verificó el valor más bajo de la razón inversión social a total ingresos con una magnitud de 0,34% y desde ese año y hasta el presente, con sus alzas y bajas, la razón había venido insertada en una tendencia creciente. Sin embargo y desde 2013 exhibe grandes oscilaciones.

En esta oportunidad el estudio reporta en su página 50, y transcribo textualmente: «En cuanto a la comparación de inversión en Responsabilidad Social Empresarial del año 2021, respecto al año 2020, la gran mayoría de los encuestados señalaron que fue mayor». Sin embargo y ustedes lo han visto, las cifras que aquí reporto, computadas con los datos que suministra el propio estudio, apuntan a lo contrario.

En efecto y en palabras más llanas, mientras que en 2020 se invirtieron 150 dólares por cada 10.000 dólares de ingresos (revenues), en 2021 fueron 109 dólares por cada 10.000 dólares de ingresos, una cifra evidentemente menor.

Si bien es cierto que los tres últimos trimestres del 2021 y los tres primeros de 2022, vieron una bien modesta mejoría en la economía, donde la capacidad utilizada de la industria pasó de un deprimente 18,8% a un menos deprimente 38,5% (Encuesta Cualitativa de Coyuntura Industrial Conindustria III trimestre de 2022), no es menos cierto que tal mejoría fue de corto aliento como lo demuestra casi que toda cifra pública disponible que pueda citarse al momento de escribir este artículo.

El caso es que el año de 2021 finalizó con una inflación puntual anual de 525,83% (cifras según canasta alimentaria Cendas-FVM). El tipo de cambio oficial (dólar BCV) se devaluó en 315%, pues pasó de una tasa de cambio de 1,11 Bs/US$ (promedio compra-venta reconvertido) el 4 de enero de 2021 a 4,58 Bs/US$ (promedio compra-venta) el 30 de diciembre de 2021. También y para el 31 de diciembre de 2021, el salario mínimo mensual en Venezuela fue de apenas 1,49 dólares norteamericanos, mientras que la canasta alimentaria familiar requería de 431,71 dólares norteamericanos para comprarla.

El recién finalizado año de 2022 no ha sido diferente: terminó con una inflación puntual anual de 306,07% con inflaciones mensuales de 30,47% y 55,98% en los meses de noviembre y diciembre respectivamente (cifras, otra vez, según canasta alimentaria Cendas-FVM) y con una devaluación de 276%, pues el tipo de cambio oficial pasó de 4,59 Bs/US$ (promedio compra-venta) el 3 de enero de 2022, a 17,26 Bs/US$ (promedio compra-venta) el 30 de diciembre de 2022. Para esa misma fecha, el salario mínimo mensual de Venezuela se ubicó en 7,66 dólares y se requerían 485,06 dólares para comprar la canasta alimentaria familiar. Como dato interesante para fines de comparación y en la misma fecha, el salario mínimo mensual en Cuba era de 12 dólares norteamericanos, mientras que en Costa Rica era de 603 dólares norteamericanos (las dos últimas cifras según portal CubaNoticias360).

En resumen, en los dos últimos años la inflación acumulada fue de 2.444% (dos mil cuatrocientos cuarenta y cuatro por ciento, diciembre 2020 a diciembre 2022) y según la tasa de cambio oficial BCV, el bolívar venezolano pasó de 1,11 Bs/US$ a una de 17,26 Bs/US$, una devaluación brutal de 1.455% (un mil cuatrocientos cincuenta y cinco por ciento).

Entonces, conocida la situación de una Venezuela que nunca se arregló, al menos para la inmensa mayoría de venezolanos (la pobreza de ingresos es de 81,5% según Encovi 2022), y cuyo signo monetario está totalmente destruido, tal como lo evidencian las propias cifras oficiales publicadas por el BCV, el hecho de que las empresas venezolanas evidencien que materializaban la responsabilidad social empresarial en 2021, aunque “ex post”, sigue siendo una muy buena noticia. Enhorabuena.