Roger Carstens, el enviado presidencial especial para asuntos de rehenes del presidente Biden, ha visitado la capital venezolana de Caracas varias veces en busca de la liberación de estadounidenses apresados injustamente en Venezuela.
La primera vez que escuché de él, yo trabajaba apoyando al gobernador Bill Richardson, un héroe de la paz, en sus conversaciones con el gobierno de Venezuela para liberar a los Citgo 6. El gobierno había aceptado que Richardson, que trabaja de manera independiente, viniera a Venezuela, al Congreso concretamente, y en ese marco visitar a los rehenes. De pronto, fue pública la visita en secreto a Miraflores de Roger Carstens, James Story y Juan González.
Tomé el teléfono y llamé sorprendido a Richardson, que me dijo: “Roger Carstens es un hombre muy serio”. Richardson se retiró de las negociaciones una vez que supo del contacto directo de las autoridades venezolanas con Carstens.
Actualmente, hay al menos cuatro estadounidenses detenidos en Venezuela: Luke Denman, Airan Berry, Eyvin Hernandez y Jerrel Kenemore. Los dos últimos fueron designados por el Departamento de Estado de Estados Unidos como detenidos injustamente.
En el caso de Jerrel Kenemore, ha hecho una huelga de hambre para pedir su libertad. Hace unos meses, en diciembre para ser exactos, la hermana de Kenemore, Jeana Tillery, logró hacerle llegar vitaminas y biblias a petición suya, y su familia pudo enviarle atún como regalo de Navidad. Roger Carstens logró verlo por 30 minutos y le entregó un atún de parte de su familia. Cuando vio el atún pidió un momento de silencio, estaba muy feliz.
Roger Carstens también vio a Eyvin Hernández, un estadounidense de padres salvadoreños que está secuestrado solo por haber estado en la frontera accidentalmente. Esta semana, durante mi visita a Washington, una congresista y su staff me han pedido ayuda para visibilizar este caso, y así lo he hecho.
Hablo desde hace algún tiempo con Roger Carstens y aliento sus esfuerzos, que son heroicos. Siempre está de un vuelo a otro, como un verdadero héroe devolviéndole la libertad estadounidense que son rehenes de regímenes hostiles a Occidente.
En marzo de 2022, Carstens llevó a Estados Unidos a dos ciudadanos desde Venezuela: a uno de los «Citgo 6», Gustavo Cárdenas, y al ciudadano con doble nacionalidad cubano-estadounidense Jorge Alberto Fernández. Sin embargo, otro viaje en junio terminó sin la liberación de ningún prisionero.
A principios de octubre, el gobierno de Biden pudo liberar a siete estadounidenses: José Pereira, Jorge Toledo, Tomeu Vadell, Alirio Zambrano y José Luis Zambrano, Matthew Heath y Osman Khan, en un intercambio de prisioneros con el gobierno de Maduro.
Todo esto es obra de Roger
La basquetbolista estadounidense Brittney Griner no quiso estar sola cuando abordó un avión del gobierno estadounidense que la llevó de regreso a casa. Conozco este caso porque aquí Bill Richardson trabajó bastante tras bastidores. Me consta. A Roger le tocó la parte final y formal. Cuando Griner iba a ser liberada, le pidió a Roger que la acompañara en el avión: “Llevo 10 meses en prisión escuchando a los rusos, quiero hablar”.
Roger Carstens, el enviado estadounidense a cargo de situaciones de rehenes, ayudó a lograr la libertad de la deportista y organizar su retorno a suelo norteamericano.
Espero que el gobierno pueda, porque debe y puede, dar un gesto humanitario y liberar a los estadounidenses que son rehenes. Entiendo que el gobierno ha hecho la petición de Alex Saab. Pero a veces es mejor soltar todo sin obtener nada a cambio en el primer momento. Pero ganar un aliado.
Roger es un hombre serio y sensato, pero si el gobierno quiere ayuda con sus intereses del ciudadano colombiano Alex Saab, debe empeñarse en entregar a los estadounidenses. Ya Jorge Rodríguez y él se entienden bien.