OPINIÓN

Revelaciones de Cunningham en Caracas

por Carlos Paolillo Carlos Paolillo

Merce Cunningham

2023 traerá una efeméride significativa en el devenir de la danza contemporánea venezolana: la conmemoración de los 55 años de la primera presentación de Merce Cunningham y su compañía en el Teatro Municipal de Caracas.

La presencia del celebrado coreógrafo estadounidense y del igualmente afamado músico John Cage, aportaría diversificación y enriquecimiento al movimiento de la danza moderna nacional nacido dos décadas atrás, que ya poseía méritos propios debido a la influencia ejercida por las figuras pioneras de Grishka Holguín y Sonia Sanoja.

Del 14 al 18 de agosto de 1968 Cunningham y su elenco de 10 bailarines interpretaron un programa triple, que entre otras obras integraba la emblemática Rainforest, con diseños escenográficos de Andy Warhol.

Estas actuaciones traerían consecuencias tal vez impensadas: los vínculos del coreógrafo y su entorno con artistas de la danza venezolanos, que se tradujeron en proyectos artísticos y formativos realizados durante más de una década. Elocuente es la fotografía que reunió en esa ocasión a Cunningham, Cage, Elías Pérez Borjas, Belén Lobo, y un grupo de bailarines representantes del entonces Ballet del Inciba. Una segunda visita de la compañía ocurriría del 22 al 25 de enero de 1976 en el mismo escenario de El Silencio.

Merce Cunningham con la danza venezolana

Events

La esencia de la danza de Merce Cunningham se encuentra en su impulso espontáneo. El suyo es un movimiento que reconstruye la convulsionada cotidianidad, volviéndola fría y calculada abstracción escénica. El coreógrafo revitalizó la danza moderna estadounidense apartándola de su dramatismo formal, y la condujo hacia experiencias extremas de creación y comunicación.

A la concepción de cuerpo teatralizado, portador de historias y narraciones, contrapuso la visión del cuerpo abstracto, expositor de ideas y generador de códigos visuales y musicales exploratorios. Un tratamiento inédito del espacio escénico, seguramente basado en las teorías del investigador de la danza Rudolf Laban, aunque singularmente personalizado en la praxis artística, se convierte en su aportación fundamental a la consideración de una nueva corporalidad y de un movimiento alternativo.

Con Cunningham los bailarines ya no abordaban la escena con afanes representativos, sino que arribaban a un ámbito -mucho mejor si es experimental- con deseos de comunicación plena y efectiva. No son actores, sino seres humanos que interactúan entre sí. “No se trata de héroes, ni de emociones ni estados de ánimo, sino más bien de individuos”, enfatizaba el creador.

Merce Cunningham y John Cage con Grishka Holguín

Los lugares habituales se convirtieron, especialmente en las etapas iniciales del creador, en espacios ideales para un tratamiento alterno de lo escénico. Calles, parques, plazas, antiguas iglesias, garajes, azoteas y también salas teatrales, recibían acciones corporales inéditas. Los events, características creaciones de Cunningham, proponen un espacio sin predeterminaciones, ni límites en su concepto y estructura. Surgen de situaciones casuales imprevistas de la vida urbana. El azar constituía su punto de partida y desde él se configuraban sus codificaciones estéticas.

El factor sorpresa determinaba las dinámicas de las acciones, apartadas del tratamiento convencional de la coreografía. Sin sistematizaciones únicas ni rígidas, se regodeaban en su aparente informalidad y capacidad de provocación. Retaban al inflexible establecimiento de la danza artística, intentando derribar arraigados convencionalismos de la escena occidental.

Los events procuraban singulares procesos de integración del movimiento con otras manifestaciones creativas. Cunningham con sus actos desaprensivos restabaformalidad a la danza, haciéndola desinhibida y participativa. Le aportó además un humanismo distinto proveniente de urbes socialmente complejas.

En la Caracas de los años sesenta y setenta del siglo XX, Merce Cunningham y su compañía bailaron no en la calle, sino en el ámbito solemne del Teatro Municipal capitalino. No obstante, allí también estuvieron presentes sus conceptos de espacio y tiempo, así como sus movimientos libres y espontáneos promotores de una nueva modernidad.