Jornada histórica en el camino hacia la liberación de Venezuela. Agradecimiento y felicitaciones a la Comisión Nacional de Primaria, partidos políticos, voluntarios, votantes que hicieron posible la realización de la primaria. Reconocimiento a la Comisión Negociadora de la Plataforma Unitaria porque el acuerdo logrado evitó el sabotaje oficialista del proceso. Congratulaciones a María Corina y sus partidarios por su victoria.
De la primaria emerge un nuevo contexto político de cara a la lucha política en general y en particular hacia las elecciones presidenciales. El régimen tiene competidor serio por representativo, fuerte y legitimado.
El Proyecto MCM ganó holgadamente porque: se corrió hacia el centro abandonando el abstencionismo a todo evento, acepto participar en la primaria convocada por la Plataforma Unitaria, diagnosticó correctamente la situación -el país quiere cambio y lo quiere por la vía del voto, pero no se siente representado en las fuerzas políticas que han dirigido a la oposición democrática-, se posicionó en condición de outsider -nada responsable de los errores y carencias de las fuerzas políticas que lideraron a la oposición democrática-, su discurso duro fue congruente con la bronca nacional contra el régimen y a la vez comunicó esperanza en la posibilidad del cambio político, la candidata tuvo la habilidad para generar empatía y apoyo en la mayoría de la ciudadanía, su campaña de proselitismo desarrolló una intensa jornada nacional de contacto directo con la población. En otras palabras, se cumplieron con rigor las condiciones requeridas para ganar una elección: candidato, estrategia, posicionamiento, discurso y táctica pertinentes para lograr el objetivo.
Del 22 de octubre emerge una nueva realidad en el liderazgo de la oposición democrática. La magnitud del triunfo de MCM la coloca como líder indiscutible del sector. También evidenció de manera muy clara la pérdida de capacidad de representación y volumen político del resto de la dirigencia democrática y sus respectivas organizaciones. Esos dirigentes y sus partidos deben reflexionar con seriedad y rigor sobre lo ocurrido porque se les necesita para transitar lo que viene. Aquí nadie sobra.
María Corina ha contraído una responsabilidad histórica con Venezuela: liderar la lucha por la superación positiva del régimen. Ya es mucho más que la dirigente de Vente, es la candidata presidencial de la unidad democrática, por tanto su liderazgo deberá ser convocante, integrador, participativo, democrático, totalmente alejado de sectarismos y de la tentación del vamos por todo.
Lo que viene, una vez superada la etapa de la selección democrática de la candidatura unitaria, es la lucha porque las condiciones negociadas en Barbados se materialicen y porque las inhabilitaciones se levanten, objetivos nada sencillo de lograr. Amén de desarrollar una lucha diaria contra el desgobierno que azota a los venezolanos para fortalecer la alternativa democrática de poder al funesto statu quo imperante.