Actualmente, más de la mitad de la población mundial vive en ciudades. Se prevé que para 2050 esta cifra aumente a 70%, sumando más de 3.500 millones de personas a las áreas urbanas. Esto presenta numerosos desafíos y oportunidades que debemos abordar con urgencia y creatividad. La urbanización, sin una adecuada planificación, ha degradado significativamente los suelos y la biodiversidad, fragmentando y agotando recursos naturales esenciales, donde los ecosistemas sufren las consecuencias de una expansión desmedida y poco controlada.
El consumo de recursos en las ciudades es abrumador. Aproximadamente el 80% de la energía mundial se consume en estas áreas, donde los habitantes utilizan 70% de los alimentos y generan 60% de los gases de efecto invernadero (GEI). Además, las ciudades producen 70% de los desechos mundiales. Este impacto ambiental es insostenible y exige un replanteamiento de la gestión y planificación.
Los sistemas alimentarios urbanos y periurbanos también enfrentan grandes retos. La pérdida y el desplazamiento de suelos agrícolas, junto con la dependencia de mercados internacionales crean cadenas de suministro vulnerables y precios fluctuantes. Sin embargo, estos sistemas son cruciales para garantizar la seguridad alimentaria y nutricional, proporcionando alimentación saludable y accesible a la población que reside en ciudades.
Desde la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), impulsamos una agenda ambiciosa que promueve la creación de sistemas agroalimentarios integrados entre áreas rurales, periurbanas y urbanas, garantizando el acceso a un entorno saludable y a alimentación nutritiva como parte de la prioridad regional Mejor Medioambiente, que en la región busca realizar una gestión sostenible de los recursos naturales y la adaptación al cambio climático. Además, fomentamos la expansión de espacios verdes mediante actividades forestales urbanas y periurbanas, contribuyendo así a la adaptación y mitigación del cambio climático y a la gestión sostenible de los recursos naturales.
En América Latina y el Caribe, 74 ciudades de once países participan en la Red de Ciudades Intermedias y Sistemas Alimentarios (Red CISA), con el apoyo técnico de la FAO. Esta red facilita la cooperación y el intercambio de conocimientos sobre la gobernanza de los sistemas agroalimentarios entre autoridades y equipos municipales. Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, México, Paraguay, Perú y Uruguay están avanzando en la implementación de políticas y proyectos que fortalecen los sistemas alimentarios urbanos. Estos esfuerzos incluyen la gestión de excedentes agroalimentarios, la reactivación de consejos de seguridad alimentaria, la promoción de cadenas de suministro saludables y sostenibles, y la creación de agencias intermunicipales para la gestión de cuencas.
Un ejemplo inspirador de innovación es la creación de Unicipio, un Consejo de Coordinación de Políticas Públicas del Área Metropolitana de Mendoza, Argentina, para abordar los retos medioambientales y sociales a este nivel. Esto ha permitido a Mendoza desarrollar proyectos, políticas y gestión de silvicultura urbana a nivel metropolitano, que incluye una plataforma digital, pero también la participación de ciudadanos y estudiantes en la ejecución de las actividades. Esta iniciativa acaba de ser galardonada en los premios de Ciudades Verdes de FAO en la categoría de innovación.
Es crucial continuar fomentando la innovación y la cooperación en nuestras ciudades para enfrentar los desafíos de la urbanización especialmente sobre el cambio climático. Solo mediante la implementación de políticas integradas, inclusivas y sostenibles, y la participación de todos los actores involucrados, podremos construir ciudades resilientes y garantizar un futuro próspero para las generaciones venideras.
João Intini es oficial de Políticas y Sistemas Alimentarios de la FAO para América Latina y Caribe