A pesar de que nadie sabe si habrá elecciones presidenciales en Venezuela o si, de haberlas, serán elecciones limpias, lo cual no ha sido el caso en la Venezuela de los últimos 22 años, 20 compatriotas ya han dado señales de aspirar a dirigir los destinos de una Venezuela que –de ganar la elección– encontrarán destruida.
Y es que ser presidente de un país, por más pequeño que sea, no es tarea parea cualquier pelagatos. Ni siquiera para cualquier incompetente, o para cualquier advenedizo, o para cualquiera persona que se crea con suficiente capacidad para desempeñar ese papel de conductor de un país destruido, a fin de llevarlo a ser de nuevo un país normal, donde se pueda vivir con dignidad.
Al ver el cuadro de precandidatos lo primero que debemos preguntarnos es cuántos de ellos y ellas, poseen las credenciales ciudadanas, intelectuales y morales para poder desempeñar la tarea presidencial con algunas posibilidades de éxito. Y la verdad es que de los 20 rostros que allí vemos no parecen ser muchos quienes –en mi criterio– llenarían los requisitos indispensables para esa tarea, sin que ello quiera decir que, de tenerlos, su éxito estaría garantizado, ya que el país está sumido en el más profundo abismo material y moral.
¿Cuáles serían las cualidades básicas, indispensables para que un venezolano pueda aspirar a ser precandidato presidencial?
Veo cuatro requisitos básicos:
- Debe ser honesto, es decir, sincero y coherente entre lo que dice y lo que hace, no me refiero tanto a si ha robado o no, aunque esto último sería por supuesto inaceptable;
- Debe ser competente, es decir, eficiente en su labor, conocedor de los asuntos del Estado, con una amplia visión de helicóptero de nuestros problemas;
- Debe ser inspirador, es decir, tener la capacidad de inspirar a la acción colectiva, a fin de poner a todos los venezolanos a trabajar juntos en la solución de nuestros grandes problemas;
- Debe ser integrador, es decir, tener la habilidad para formar equipos, para mantener a todos remando en la misma dirección, evitando las rencillas y el egoísmo interno.
X: sí
0: no
ns: no sé
HONESTO COMPETENTE INSPIRADOR INTEGRADOR
LEDEZMA X X X X
VELÁSQUEZ X X X X
FALCÓN 0 0 0 0
MACHADO X X X X
GUAIDÓ X 0 X 0
GUANIPA ns ns ns ns
CAPRILES 0 X 0 0
OCARIZ X ns ns ns
ECARRI ns ns ns ns
EVANS X ns ns ns
PROSPERI ns ns ns ns
DUQUE X X ns ns
DÁVILA X X ns X
FERMÍN 0 X 0 0
SOLÓRZANO 0 0 ns ns
ROSALES 0 0 0 0
GUTIÉRREZ 0 0 0 0
PÉREZ VIVAS X X X X
GARCÍA 0 0 0 0
BERTUCCI 0 0 0 0
Con base en mi criterio, el cual es totalmente subjetivo y podría estar basado en mi inadecuado conocimiento sobre las personas, lo reconozco, solo cuatro de los precandidatos parecieran llenar los requisitos básicos e imprescindibles para aspirar a ser candidato presidencial, mientras que desconozco lo suficiente sobre otros seis de los aspirantes aquí mostrados para calificarlos. Si la población desconoce las cualidades y creedenciales de la persona, ello representa un problema para esa persona porque lo hace difícil de evaluar.
Otros diez, en mi criterio, no calzan los puntos necesarios para pretender llegar a la presidencia de nuestro país y no tienen nada que buscar.
Por otro lado, existen venezolanos quienes llenan los requisitos necesarios para ser presidentes de una nueva Venezuela poschavista pero que no han mostrado interés alguno en pretender ser candidatos, aunque poseen credenciales que los pondrían en excelente posición si desearan entrar a la palestra. Quizás el mejor de esos posibles candidatos sería Lorenzo Mendoza, exitoso empresario venezolano, quien no parece muy inclinado a entrar en la contienda política. Otros venezolanos notables que -en mi criterio- podrían ser excelentes candidatos presidenciales o para integrar un gabinete ejecutivo de primera clase que sería necesario incluyen a:
- Gerver Torres
- Gustavo Tarre Briceño
- Moisés Naím
- Rafael Reif (presidente de MIT)
- Pedro Burelli
Hay otros venezolanos notables como Luis Ugalde y Diego Arria, cuya edad quizás sería un obstáculo para una presidencia, a menos que fuera una transición corta, como la que llevó a Ramón Velásquez a la presidencia en el siglo XX.
Debo reconocer que mi ausencia de Venezuela por los últimos 20 años y mi avanzada edad me ha desconectado bastante de la vida cotidiana venezolana y de conocer a las nuevas generaciones de compatriotas, entre quienes podrían existir excelentes candidatos a la primera magistratura de una Venezuela poschavista. Son gemas cuya existencia desconozco.