OPINIÓN

¿Renacer de la política? ¿Acaso ha habido una distinta a la de prohijar el social-populismo?

por José Tomás Esteves Arria José Tomás Esteves Arria

En estos días el reverendo padre Luis Ugalde S. J., exrector de la UCAB, publicó un artículo en el cual entre otras verdades que narraba, pobreza al máximo, emigración de más de 5 millones de personas, una hiperinflación que no cesa de destruir el poder de compra de los asalariados. Verdades evidentes sobre todo cuando un asalariado va al mercado y el pago de su trabajo no sirve para abastecerse de leche, carne, huevos y otros alimentos. Por si esto fuera poco, cuando un anciano recibe su pensión del Seguro Social, esta no sirve ni para tomar café con un cachito en una panadería.

Ahora bien, el sacerdote además aterriza en medias verdades, sobre todo las relacionadas con el comunismo, cuando se le olvida mencionar al tío Fidel Castro, que le legó un campo de miseria y encarcelamiento en Cuba a su propio hermano. Esta dictadura ya tiene más de sesenta años. Por cierto, que el papa Francisco para nada habla de los grandes problemas que confronta la población cubana que continúa saliendo de la isla a pesar de la ayuda incondicional de la dictadura venezolana con envíos continuos de petróleo crudo. De igual modo, se le olvida -otra vez hace mutis- al sociólogo-sacerdote el otro puntal del comunismo que es Corea del Norte, donde ya tres generaciones han asentado sus posaderas, sobre el sufridísimo pueblo norcoreano, el cual anhela comer por lo menos la cuarta parte de lo que comen los nacionales de Corea del Sur, una de las naciones más avanzadas del mundo.

En cuanto al renacer de la política, al parecer el reverendo jesuita no cree que el gran problema de la oposición oficial y consentida por el régimen es que está integrada por partidos socialistas, unos más que otros como el MAS, otros más suaves y delicados como AD (socialdemócratas) y Copei (socialcristiano y afín a la Iglesia Católica), otros neo-socialdemócratas como Primero Justicia, y Voluntad Popular. Igualmente, estos partidos han olvidado que la vaca lechera que era la renta petrolera que permitía todos los excesos ha fallecido. Se murió en el gobierno del socialcristiano y lasallista Luis Herrera Campíns. Y cuando Carlos Andrés Pérez quiso cambiar de rumbo la dirección económica de Venezuela le cayeron encima todos los partidos más los militares, lo sacaron del poder y ahora tenemos el hambre y la miseria como fieles acompañantes de la liturgia del populismo.

Adicionalmente, no nos dice nada nuestro exrector sobre el hecho de que estos partidos piensan y creen a pie juntillas que la diplomacia y los viajes al exterior nos van a devolver la democracia. Me acuerdo como si fuera ayer que en una ocasión que ya estaba en la olla montado el referéndum revocatorio contra el “honorable” presidente Nicolás Maduro, este desapareció por obra y gracia del anuncio de su santidad el papa Francisco, también jesuita, de recoger el truco del diálogo. Y así groseramente el gobierno ganó otra vez más tiempo.  Así mismo, estos partidos nos hicieron perder tiempo con viajes al exterior organizados por la MUD, la cual demostró ser de una gran inutilidad para doblegar al régimen. Hoy por hoy, el gobierno castromadurista está más fuerte que nunca, porque toma fuerzas de la pobreza de la población.

Con la pandemia el régimen ha logrado lo que todos los gobiernos totalitarios siempre han querido: silenciar la voz de la Iglesia Católica, la cual incluso ha paralizado bodas, extremaunciones y bautizos.

Por si fueran pocas todas estas cosas, al parecer el respetado y respetable padre Ugalde no nos narra, pero nada sobre la cadena de escándalos que están rodeando y asfixiando la gestión del simpático Juan Guaidó sobre los fondos que maneja este señor, que son del Estado venezolano. No se puede montar una resurrección con estos difuntos que ya huelen a podrido.

Parodiando al polémico filósofo Bertrand Rusell, diremos que el gobierno ha estructurado su propia iglesia:

Jehová o el Padre: el populismo y el socialismo marxista.

El Mesías: Chávez.

Los elegidos: los pobres y el proletariado, junto con militares.

La Iglesia: el Partido Socialista Undo de Venezuela y la Fuerza Armada Bolivariana.

El infierno: la hiperinflación y la superdevaluación del bolívar soberano.

El milenio: El Estado socialista-populista repartidor de cajas CLAP.

Terminamos estas líneas deseando que reviente una manifestación contra el régimen y que nuestro exrector, sociólogo y cura la presida. Yo me pondré a su lado y aguantaré las bombas lacrimógenas y posibles tiros que nos eche la guardia nacional.