Una breve conversación, durante esta semana, me ha motivado a analizar ligeramente, la importancia de llevar un registro escrito de las vivencias más resaltantes, o los eventos que estén generando alguna carga emocional importante. Esto permite ordenar cronológicamente una serie de sucesos, y verificar que grado de importancia están adquiriendo en la psiquis personal. El ejercicio de escribir tiene múltiples beneficios conocidos, como mantener agilidad en las capacidades motoras involucradas, cuidar una letra legible, estimular los recuerdos, la imaginación y sobre todo, ejercita la atención plena en lo que se quiere lograr.
Llevar una especie de diario, sin obligación o presión, puede ser una herramienta fundamental en el procesamiento emocional, reducción del estrés y análisis de situaciones agobiantes. Genera un orden de ideas que parten de los recuerdos y contienen una alta carga emocional de aquello que parece atascarse entre el pecho y la espalda, que en ocasiones no resulta fácil de conversar. Esta estrategia permite sopesar las cosas y al organizar ideas, también promueve posibles soluciones, lo que sin duda, será útil en momentos de aturdimiento, ira, desbalance o carencia de buenos escuchas.
El papel lo aguanta todo como dice el refrán, permite avenar, analizar o proyectar lo que resulta ventajoso, frente a ideas volátiles o palabras necias llenas de emociones sin procesar. Lo que quiero decir, es que no hay amor más eterno que aquel que se registra en cartas, aunque éstas nunca sean entregadas, no existe una molestia tan grande como para no ser vociferada con elegantes palabras que repujen el papel, y tampoco florecen los planes, si no se ordenan las imágenes mentales de un provechoso devenir.
Vivencias plasmadas en papel o digitalmente, pueden ser historias que sobrevivan el periodo de la propia existencia,y resulten generosamente aleccionadoras, para aquellos que aprecien una buena lectura más que prolija, pasional e inédita. De tal manera que, arriesgarse a escribir es una oportunidad interesante, que de un momento a otro, se convierte en parte de un estilo de vida. Además, será un buen compendio de avances, estancamientos o retrocesos que pueden ser auto proporcionados en momentos críticos de decisión.
Siempre que alguien se encuentre paralizado en un duelo de opciones, recomiéndale escribir, puede que fulgure como el consejo oportunamente más inquieto y refrescante que consiga. También resulta útil para desconectarse del entorno, ejercitando una concentración plena en lo que se desea inmortalizar. Esto último, aunque parece insignificante a simple vista, tiene las cualidades de un mundo fantástico, donde todo es posible, y los sueños o esperanzas se materializan mucho más efectivamente que durante momentos de esparcimiento personal.
Enhorabuena por aquellos que escriben y llevan una bitácora de vida, seguramente son individuos racionales y soñadores con abanicos de opciones frente a sus ojos y linderos de espesa riqueza por descubrir. El libro sagrado dice que mostramos la obra de la ley de Dios escrita en el corazón, y que nuestra conciencia da testimonio de ello.Después de una afirmación como esa, no hay secretos que preservar hasta el sepulcro. Quizás,existan más escritores y cronistas de los que pasen a la historia, y probablemente alguien después de ti necesite aprender de tu experiencia.
@alelinssey20
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