Como premisa e insistiendo en la recuperación petrolera, es imprescindible que los esfuerzos del país se dirijan a tener un modelo económico diversificado y generar riqueza para que todos los ciudadanos, por igual, tengamos un Estado del bienestar aceptable y de oportunidades. Las reflexiones sobre la recuperación en pleno siglo XXI deben no solo estar enfocadas en el petróleo, sino en ser un país productor de energía, con un proceso de transformación que nos permita insertarnos en los cambios globales y con una visión de futuro del país que debemos ser.
Sin embargo, tal como hemos indicado, a corto plazo tenemos que utilizar los ingresos petroleros y la estructura de la maltrecha Pdvsa como palanca de cambio. Hay una serie de esfuerzos muy notables, entre ellos, los de la Gente del Petróleo, quienes han venido trabajando en planes a fin de atender la situación de emergencia en la que se encuentra la empresa para, en el menor tiempo posible, restablecer al menos la normalidad y ejecutar acciones que vayan recuperando su capacidad operativa.
A lo anterior se suman propuestas de una serie de grupos de profesionales y de personas conocedoras del sector. Hay un consenso sobre la necesidad de la inversión privada tanto nacional como internacional en las actividades productivas de la economía, indispensable para el negocio de los hidrocarburos.
Nuevo borrador de la Ley de Hidrocarburos
Circula un nuevo borrador de la Ley de Hidrocarburos. Hubiese preferido que ese documento fuera más amplio para incluir el concepto de energía integrado al sector de los hidrocarburos; promover e incentivar la investigación y desarrollo para prolongar la vida útil de los hidrocarburos; desarrollar los sectores conexos con su efecto multiplicador en la demanda de bienes y servicios, incluyendo el estímulo del mercado de capitales y del sector financiero, a objeto de dejar de ser una economía dependiente, en exclusiva, de la renta del petróleo.
Obviamente, el instrumento legal debe considerar las circunstancias actuales del país, sus necesidades a corto plazo y las perspectivas a mediano plazo sobre el área de los hidrocarburos para ser efectivo. Sin duda, es importante el cambio de paradigma de nuestro tradicional pensamiento político acerca del petróleo, el mundo está inmerso en un cambio estructural del petróleo, tanto desde el punto de vista de suministro, como de patrón de consumo, los propios socios de la OPEP repensando sus economías. Por lo tanto, los instrumentos de política petrolera deben en consecuencia ser ágiles y adaptarse a la única constante que vivimos, el cambio.
No obstante, el borrador ha incorporado mejoras, aclara la participación del sector privado y hace énfasis en la producción de petróleo dentro de la cadena de valor del negocio. En él se describen en detalle las funciones de la Agencia Venezolana de Hidrocarburos, ente que se encargará de regular, ejecutar, evaluar la participación del sector privado precisamente en este sector. A su vez, Pdvsa será un participante en condiciones de competitividad con las otras empresas que operan en este ámbito.
Ciertas actividades, hoy delegadas al ministerio, pasarían a formar parte de la AVH, sobre todo en lo relacionado con la asignación de áreas, asuntos acerca de incentivos para la economía de los negocios, por ejemplo, a través de la regalía. Es decir, este ente será fundamental y con una influencia significativa en el proceso de inversión.
El documento hace énfasis en lo relativo a la exploración y producción, además de que establece lo que denominan “contratos de delegación de producción”, pero también se incluyen las otras fases del negocio petrolero, como refinación, distribución y mercado interno. En cuanto a la estructura del organismo, se incluye la designación de miembros por parte del Ministerio de Hidrocarburos y del de Finanzas. En total, serían cinco los miembros que integrarán la directiva.
He de insistir: hay que incluir una visión del negocio que permita moverse hacia el concepto de integración horizontal, como es lo relativo a la generación y distribución de electricidad, así como promover el mercado de capitales para una participación más directa de los ciudadanos en el negocio. También en las actuales circunstancias se requieren establecer mecanismos para facilitar el swap de deuda de la república y de Pdvsa por su participación en los procesos de inversión privada.
Tres consideraciones adicionales sobre el borrador, partiendo del hecho de que se esté de acuerdo en la necesidad de un ente enfocado en las tareas respecto a la participación del sector privado. Primero, a corto plazo, mientras se implementa la AVH es Pdvsa la que tendrá que tomar ciertas medidas de estimulo y de mayor participación del sector privado, como por ejemplo la disminución de su participación en las asociaciones de la faja. Segundo, recomendaría que estuviese claramente definido el financiamiento de la AVH por la vía de la autosuficiencia financiera y debido a sus actividades. La tercera tiene que ver con el concepto de discrecionalidad del funcionario, pues es obligatoria la transparencia para el proceso de toma de decisiones en cuanto a los esquemas de calificación y selección de participantes, adjudicación de actividades, áreas, contratos, etc. La transparencia es lo que dará confianza al país y a los inversionistas. Hay organismos similares en la región que comenzaron siendo muy eficaces, pero que posteriormente se burocratizaron y no están dando los resultados esperados. De hecho, se politizaron perdiendo el rumbo para el que fueron creados, lo que no debe ser el caso de la AVH cuando esté en funcionamiento.
Deuda-refinanciamiento del sector hidrocarburos
Evidentemente uno de los mayores problemas y retos que tiene el país por delante es resolver el tratamiento de la inmensa deuda heredada de la supuesta revolución, una pesada deuda financiera que está por encima de los 125.000 millones de dólares, a la cual se le deben sumar toda la deuda comercial, cuyo monto es también de miles de millones, las compensaciones por las expropiaciones, la crisis humanitaria y las necesidades de financiamiento para reactivar la economía.
Con vistas a la recuperación económica, es necesario tener acordado y negociado el refinanciamiento de la deuda con acreedores, y será una solución que incluirá diversas opciones financieras. Será esencial acordar el respaldo de organismos multilaterales y del sistema financiero a fin de impulsar las reformas económicas imprescindibles que se requieren y la obtención de dinero fresco.
Es importante señalar que los organismos multilaterales, a saber, el FMI, el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo son fuente de financiamiento para programas y proyectos de desarrollo, de infraestructuras para mejorar la calidad de vida. Poseen esquemas para programas con préstamos blandos y serán necesarios para aliviar la crisis humanitaria. Esta negociación seguramente llevará implícita una quita, reformas y restructuración del tamaño del gobierno y estará sujeta a un monitoreo de su evolución y resultados.
Centrados en la recuperación de la industria petrolera, obtener financiamiento por la vía de los multilaterales (FMI, BM, BID), con miras al sector petrolero, no es una opción; estos organismos no realizan préstamos para esas actividades. Sin embargo, tener acuerdos con ellos será un respaldo notorio para la decisión del sector privado de invertir en el sector de los hidrocarburos.
Una condición que debe ser evaluada y considerada por el sector privado para invertir tiene que ver con el denominado “riesgo país”. Como todos sabemos, a mayor riesgo, mayor costo financiero, y naturalmente esto afecta la competitividad de Venezuela. A tal efecto, la cobertura de riesgo a través de bancos de exportación, en especial de los países con empresas petroleras y de servicios, será clave. La cobertura de riesgo país facilitará la inversión privada, hará competitivo el costo de buscar recursos en el sistema financiero para invertir en Venezuela. Para hacer efectivo este mecanismo es una tarea muy importante lograr el acuerdo con los gobiernos que poseen estas facilidades. Si tomamos en cuenta aspectos como tecnología, portafolio de inversionistas, empresas petroleras y de servicios, sector financiero, tenemos que considerar como prioritarios, organismos como el USA Eximbank y OPIC, los cuales pertenecen a la estructura del gobierno de Estados Unidos y son adscritos al Departamento de Comercio y del Tesoro. También se deben incluir, por ejemplo, el JBIC de Japón, el Coface de Francia y hasta China con su Exim Bank.
Un tema de alta preocupación en el ambiente actual con implicaciones para el proceso de recuperación son los bonos Pdvsa 2020, pues para el próximo mes de octubre se deben cancelar 914 millones de dólares a sus tenedores y los cuales incluyen como garantía colateral 51% de las acciones de Citgo. Es evidente y esperado que Pdvsa no hará ese pago y por otro lado es difícil que Citgo tenga disponible esa cantidad de dinero para protegerse de las acciones de los tenedores de bonos; por tanto, el incumplimiento “default” es lo más probable. Para algunos voceros del presidente Juan Guaidó, Citgo estaría protegida con la orden ejecutiva del presidente Donald Trump, y ningún acreedor podrá tomar las acciones de Citgo. Sin embargo, en mi opinión, en Estados Unidos funciona la separación de poderes y los acreedores tienen la obligación de ejercer sus derechos, las posibilidades de que Citgo se vea afectada son bastante altas. Lo más probable sea una decisión judicial otorgando a los acreedores en su reclamo las acciones, el momento para la ejecución de la acción dependerá de la decisión que tome el juez al respecto. Esta acción pondrá a los demás acreedores de la república y de Citgo en alerta para tomar medidas de protección de sus deudas. Un asunto crítico, producto de la pésima y corrupta gerencia de Pdvsa de la supuesta revolución, pues en lo que respecta a Citgo, motivado por un sesgo ideológico desde la llegada de Chávez, siempre buscaron deshacerse de ese activo, ubicado en el mercado que mejor paga el crudo venezolano.
Reflexión final
Todo este esfuerzo que debemos hacer como país para cambiar, modificar, reformar el modelo de vida que nos merecemos los venezolanos e insertarnos debidamente en el siglo XXI, necesita mantener los principios y valores en su norte, reconocer el conocimiento, liderar con el ejemplo, premiar el trabajo honesto, mantener la meritocracia y dar la confianza del voto a los servidores públicos que demuestren cómo el interés general está por encima del particular y cumplen su función de crear bienestar para los ciudadanos.
La responsabilidad compartida es evidente para lograr el objetivo. El país requiere la responsabilidad política para el proceso de cambio y la capacidad para el manejo de sectores tan importantes como el de los hidrocarburos, por medio de un capital humano centrado en sus tareas, con una gerencia profesional, a la que se le deben exigir resultados y gestión para agregar valor, sin que esté sujeta al vaivén la malentendida lealtad política, como hasta ahora ha ocurrido.
Creo firmemente que todo el país quiere salir de los vicios del “quítate tú para ponerme yo” o de una lealtad malentendida prodigando aquello de que “estás en ese puesto porque yo te puse”. Todos entendemos y sabemos la importancia de contar con el concurso de los mejores, lo cual, por cierto, no es un tema generacional. Sabemos que hay muchas cosas por arreglar, entre ellas, el financiamiento transparente de los partidos políticos para no estar sujetos a intereses particulares.
Siento que el país estará muy atento a la actuación y los resultados de los responsables políticos y gestores. No es aceptable el espacio para equivocarse en un momento tan crítico para nuestra Venezuela.
@Jfernandenupa