Con ocasión del 12 de Octubre, nuevo aniversario del Día de la Hispanidad, quiero compartir unas reflexiones para los que destruyen estatuas del almirante Cristóbal Colón, Fray Junípero Serra, Ponce de León, etcétera.
Vamos a correr una simulación en computador: en el siglo XV la confrontación entre el Imperio Otomano y el cristianismo estaba en pleno auge. Imaginemos que en vez de Cristóbal Colón haber descubierto América en 1492, en años cercanos a ese, hubiese sido el almirante del Imperio Otomano Hızır bin Yakup.
¿Cómo creen ustedes que estaría el continente americano ahora? ¿Cómo hubiese sido el exterminio de los nativos al ser considerados infieles? Con todas las riquezas de América en mano de los otomanos, ¿cómo sería la Europa actual? Les dejo a su imaginación esta simulación.
Como consecuencia positiva directa del descubrimiento de América y por ende incremento del poderío del glorioso Imperio Español (la mayoría de los habitantes de las Américas tienen en sus arterias sangre española) se ganó la Batalla de Lepanto el 7 de Octubre de 1571. La participación de la Armada Española fue el punto de quiebre para la victoria cristiana que debilitó a los otomanos y nunca pudieron conquistar Europa ni dominar el Mediterráneo.
Para los izquierdistas rancios antihispánicos de España y de los países del Nuevo Mundo (quienes nunca hablan de los sacrificios humanos y canibalismo de la América Precolombina) la mayoría de los nativos americanos fallecieron por la supuesta brutalidad de los europeos, totalmente contrario a la verdad. Los habitantes del continente americano, aislados por siglos, no tenían inmunidad a las enfermedades que ya habían diezmado a Europa (enfermedades originadas en Asia), así como les pasó a los europeos siglos antes, cuando se abrió el camino de la seda con el Lejano Oriente, llegando la peste negra, entre otras enfermedades.