OPINIÓN

Reacción ucevista

por Eleazar Narváez Eleazar Narváez

Luego de largos años de más carencias y extravíos de perspectivas, otra vez las expectativas se ponían en movimiento, se engendraban propósitos…

Leonardo Padura. Personas decentes.

Después de un largo y profundo letargo, al calor de unas elecciones que se asumen con  expectativas razonables y comprensibles, la comunidad universitaria adquiere mayor visibilidad. Se moviliza. Sus actores son vistos y se hacen sentir en varios intercambios con los aspirantes a diversos cargos que exponen sus ideas y propuestas. En distintos espacios. Por diferentes medios y redes sociales. En una movilización que no ocurría –hay que reconocerlo– desde hace bastante tiempo. La UCV pareciera recuperar algo de ella que hemos estado extrañando con intensidad creciente en estos últimos años de muchas inquietudes y enormes dificultades.

Hagamos todo lo que está a nuestro alcance para que esa movilización no quede atrapada en los límites estrechos y superficiales del electoralismo. Procuremos darle una base de sustentación que permita trascenderlos. Oxigenándola y alimentándola debidamente con los planteamientos concretos de los candidatos y la participación informada de los miembros de la comunidad; dos elementos clave a conjugar por parte de quienes, en el ejercicio de su autonomía personal, deberán decidir de un modo consciente y reflexivo  con sus votos. Un planteamiento quizás ingenuo para algunos, aunque es lo deseable, lo ideal, lo que es de esperar y debemos impulsar sobre todo en una universidad como la nuestra.

Al finalizar la campaña electoral serán necesarias otras movilizaciones más vigorosas y sostenidas de todos los actores de la comunidad universitaria. Como parte de un esfuerzo colectivo dirigido a rescatar a la institución del grave estado de deterioro en el que ahora se encuentra, y relanzarla con la mirada centrada en nuevos horizontes y con renovadas condiciones concretas de funcionamiento en el ejercicio de su autonomía; hoy profundamente maltrecha. Es lo que cabe imaginar y abrazar como compromiso en las actuales circunstancias.

Movilizaciones para potenciar el aliento vital de nuestra universidad. Si el reto que en definitiva aceptamos está en sintonía con lo planteado por Víctor Rago Albujas, el candidato al rectorado por el equipo Consenso Académico: “Que la UCV mantenga su misión de universidad pública, que atienda adecuadamente a quienes hacen posible su funcionamiento y que le ofrezca respuestas, dentro de lo que son sus  competencias, a la sociedad. Ese es el nuevo Contrato Social que queremos hacer posible. Un Consenso Universitario para fortalecer la universidad, mediante una relación adecuada con el Estado, que le permita actuar para atender su misión”.

Podríamos afirmar que es un desafío concebido en una perspectiva movilizadora de la comunidad, pues la respuesta al mismo deberá traducirse en una participación amplia, plural y organizada de los actores universitarios en los diversos espacios de la vida institucional, y, de manera especial, en la realización de todos los debates posibles para alcanzar todos los consensos fundamentales que sean necesarios.

narvaez.eleazar@gmail.com