OPINIÓN

Radio y educación en democracia

por Carlos Sánchez Torrealba Carlos Sánchez Torrealba

 

A la gente buena de las emisoras por donde pasamos,
a la gente buena de RCR
y a las niñas y niños que participaron en estas aventuras sonoras.

 

“La Pandilla” de Todo para Nosotros en Radio Nacional de Venezuela, junto a Marisela Valero Hernández y Carlos Sánchez Torrealba

La radio son palabras con significado que saltan en el viento jugando a hacerse escuchar en la lejanía.

Así definió un niño de ocho años a este portento de la comunicación, a esta caja llena de voces, sonidos y música que nos acompaña en la casa, en el carro, pero casi nunca nos acompaña en la escuela, al menos no en la escuela venezolana, ni en muchas de nuestra región. Guillermo hizo el agudo, poético y asertivo comentario anterior en uno de los incontables talleres de radio que, frecuentemente, desde 1984 y durante muchos años realizamos en Caracas y otros lugares del país, a la par de producir junto con las y los muchachos, para ellas y ellos: Todo para Nosotros, el programa de los niños ¡y de las niñas, por supuesto!, un programa netamente participativo.

Programa que comenzó en Radio Impacto, una emisora comercial dirigida entonces por el Maestro José Antonio Mayobre, junto a Luis Vezga Godoy y donde se produjo una maravillosa convergencia de talentosos profesionales: Napoleón Graziani, César Miguel Rondón, Flor Alicia Anzola, entre otras y otros, quienes estaban inaugurando en Venezuela la línea de la radio participativa y encontraron que nuestra propuesta encajaba de maravilla en su novedosa programación. Todo para Nosotros estuvo allí en sus primeros años y luego fuimos recibidos en Radio Fe y Alegría donde el programa llegó a hacerse diariamente. Después nos mudamos al Canal Ligero de Radio Nacional de Venezuela.

Para Marisela Valero y Mariana Lozada, psicólogas, educadoras y fabuladoras; para el Doctor Néstor Coronel, médico de familia y escritor radial por inspiración, así como para este licenciado en artes, educador y actor, al hacer junto a los niños y niñas un programa donde ellos pudieran ser guionistas, musicalizadores (as), productores (as), locutores (as), nos reconfirmó la potencia de este poderoso medio en el campo de la comunicación para la infancia y de la pedagogía no formal. Durante muchos años, la radio se volvió para nosotras y nosotros en una llave maravillosa para entrar en los planteles tanto de educación regular como de educación especial, abriendo las puertas a nuestras muchachas y muchachos a un medio siempre percibido como inalcanzable y mitificado, como también lo han sido la televisión, el cine y la prensa escrita.

Un grupo de niñas y niños invitados en el estudio de Radio Uno junto a Marisela Valero, Marisela Rosas y Carlos Sánchez Torrealba

En el aire… ¡la poesía!

El poeta y filósofo francés Gastón Bachelard dedico también a este medio parte de su enorme sentipensar. El derecho de soñar es una colección póstuma de varios textos suyos donde se ligan la poesía y la ciencia, el sueño y la cavilación. Allí hay un ensayo iluminador como todas las llamas de vela que encendió: El ensueño y la radio. Una de las tantas reflexiones que ha insuflado nuestro trabajo de comunicación interactiva, de pedagogía no formal, de poesía. Dijo Bachelard: La radio es una función de originalidad. No puede repetirse. Día con día debe crear algo nuevo. No es simplemente una función que transmita verdades e informaciones. Debe tener una vida autónoma en esta logosfera, en este universo de la palabra, en esta palabra cósmica que es una nueva realidad en el hombre. Es necesario que vaya a buscar al fondo humano principios de originalidad. Humanidad y principios de originalidad de los que sabemos portadores a nuestras niñas y niños en su agudeza, su perspicacia, su candidez, su picardía.

Un grupo de niñas y niños invitados en Radio Nacional de Venezuela, junto a Marisela Valero y Carlos Sánchez Torrealba

Logosfera

La palabra y, más precisamente, la palabra poética es provocadora de imágenes y de ensoñación en el oyente. Si a esa palabra se le agregan los sonidos, la música y las posibilidades infinitas de la voz humana, ingredientes que conforman el lenguaje radial, estamos abonando un ámbito favorable para la imaginación, para la estimulación del ingenio. Cuando hacemos los talleres de radio, junto a la escogencia democrática de los contenidos, compartimos también el juego con los sonidos, con la música, con la voz y el cuerpo todo. Bochinchamos, hablamos como en sueños, hacemos vida colmenera -como decía nuestro otro Maestro Jesús Rosas Marcano-, construimos utopías, se recorre el mundo en un vuelo sonoro haciendo entrevistas imaginarias a personajes reales, inventando historias, haciendo adivinanzas y respondiendo con trabalenguas, sugiriendo actividades que relacionan al muchacho y a la muchacha y su realidad inmediata con lo local, nacional, regional y planetario; jugando con los diferentes géneros literarios y los diversos formatos radiales.    Y en esa relación de afecto y de juego se conforman los guiones que luego se escriben para grabarse, en aquella ocasión, desde los estudios de Radio Nacional de Venezuela (que por su Canal Ligero transmitió el programa todos los sábados a las 11:00 a.m., durante varios años). Como complemento, existieron en el programa secciones fijas que, bajo el formato de micros, devenían en pequeñas píldoras de conocimiento que niñas y niños recibieron con agrado y captaron con facilidad. La poesía, así como los temas de arte y cultura, salud, ciencia y tecnología, conservación y ecología, cocina y nutrición entre otros, fueron tratados en forma amena, como un juego más, para que las muchachas y los muchachos disfrutaran del proceso de enseñanza-aprendizaje. Después venía la transmisión y con ella la oportunidad de que l@s mism@s muchach@s productor@s, junto a sus familias y sus maestros, escucharan con alegría sus propias voces y todos los niños y las niñas del país recibieran el programa, ratificando así algunos de sus legítimos derechos como lo son el derecho a la educación, al esparcimiento, a la información, a la libertad de pensamiento y a la expresión de opiniones.

¿Inventamos o seguimos errando? ¡Inventamos!

El mundo actual, todxs nosotrxs y nuestrxs niñxs, estamos tomados por la imagen hecha. La que entra por la computadora, los celulares y los medios de difusión masiva.

En Venezuela y en la región, la educación sigue apegada a la técnica de la tiza y el pizarrón, mientras que los índices de lectoría bajan y los de deserción escolar continúan en ascenso, lamentablemente.

En nuestro país y en la región decaen cada vez más el hábito de la lectura y el apego a la escritura; y el acceso a la prensa, a los libros y a otras fuentes de información es cada vez más difícil. Todo ello, con el agravante de los mensajes de naturalización de la violencia y legitimación del crimen con que nos impregna a diario la televisión y demás medios, y la avasallante estandarización cultural que los medios están produciendo, generando además un imaginario casi único, temible y terrible.

Entonces, es razonable, urgente, impostergable, abordar otras alternativas pedagógicas, comunicacionales, para la ponderación de la imaginación en la resolución de los problemas del presente y los del futuro. ¿No les parece, queridas y queridos colegas?

Años después de estar girando con Todo para Nosotros, el programa de los niños, creamos Radio Ruedas ¡La emisora viajera de los niños de Chacao que recorre el municipio por los cuatro costados! Ese anuncio sonoro, dicho por las propias niñas y niños, recibió a las y los estudiantes de esa municipalidad caraqueña cada vez que se montaban en los autobuses de la ruta escolar. Esta iniciativa comenzó en el transcurso del pasado año escolar 94-95, como uno de los programas previstos por la Dirección de Desarrollo Social y con la colaboración del Instituto Municipal de Transito de Chacao, en Caracas.

Se trató de una experiencia de radio escolar. La radio escolar es la que se realiza desde la escuela o con la colaboración de la escuela. Debe servir al menos para convertir al oyente, pasivo receptor de mensajes, en receptor activo y en emisor súper activo, espectador crítico de los mensajes que le llegan a través de los medios de difusión; para convertir al oyente en locutor o interlocutor capaz de usar los recursos sonoros para mejorar las relaciones y la comunicación.

Siguiendo las líneas de trabajo de Todo para Nosotros, se creó un Rincón de la Radio en el Salón de Lectura “Rómulo Betancourt”, ubicado en la casa de la Cultura de Chacao, donde se realizaron numerosos encuentros de producción con grupos de niños y niñas, los martes por la mañana y los viernes por las tardes. A la semana siguiente, se visitaba un estudio de grabación en donde se realizaron las producciones planificadas, ¡numerosísimas!

Las grabaciones realizadas en el estudio, divididas en programas de treinta minutos de duración cada uno, se transmitieron en las rutas matinal, meridiana y vespertina de los autobuses y también se difundieron por el programa Todo para Nosotros, los sábados a las once de la mañana por el canal ligero de Radio Nacional de Venezuela para todo el país. Con el inicio del año escolar 95-96, se establecería una programación mensual en la que se convertirían a formatos radiales los contenidos programáticos de básica.

Toda esta experiencia de tantos años comenzada en Todo para Nosotros sigue viva en el alma y en los corazones de las niñas y los niños que llegaron a participar como animadoras y animadores, locutoras y locutores, productoras y productores. Tanto, que muchas y muchos se han dedicado después a ser comunicadoras y comunicadores sociales de oficio, otras y otros se dedican al humanismo y, como lo hemos podido comprobar en nuestros seguimientos afectivos, todas y todos son buenas personas.

Toca seguir por los caminos sonoros en esta vinculación maravillosa entre poesía, comunicación, educación, arte y vida. Toca seguir amparados ahora en las nuevas tecnologías de la Internet como los podcsat y otras herramientas al alcance, para continuar produciendo radio participativa y comunitaria. Para seguir avivando el ingenio particular y colectivo, para seguir habitando los imaginarios. Haciendo vida colmenera, democrática ¡Se puede! ¡Sí se puede!

Un grupo de niñas y niños invitados en Radio Nacional de Venezuela, junto al poeta Jesús Rosas Marcano, Marisela Valero y Carlos Sánchez Torrealba

Otros inventos sonoros desarrollados en años recientes:

https://mx.ivoox.com/es/matematica-divertida-2-grado-encuentro-n-01-audios-mp3_rf_18673362_1.html?autoplay=true

Reportaba entonces IPS: 

* VENEZUELA: Exitoso programa de enseñanza de matemáticas por radio

Por Gonzalo Ortiz

CARACAS, 7 agosto 1996 (IPS) – Por lo menos 300.000 niños de Venezuela estarán incorporados desde septiembre a un programa de enseñanza de matemáticas por radio que se viene aplicando desde 1992 con marcado éxito, y que abarcará escuelas de varios estados de este país.

La metodología incorpora personajes, efectos de sonido, canciones, rimas, humor, juegos y actividades físicas, con lo que el aprender matemáticas resulta divertido y se aleja de la árida tarea a la que están condenados millones de niños en todo el planeta.

El proyecto es una realización del Centro de Mejoramiento de Enseñanza de la Ciencia (Cenamec), y se concreta en emisiones de radio escuchadas por maestros y alumnos en miles de aulas de los primeros años de escuela.

Durante el año escolar concluido en julio, se lo aplicó en ocho de los 22 Estados de Venezuela y en el Distrito Federal (Caracas). Pero la demanda es creciente.

Enrique Planchart, director del Cenamec, cuenta que el programa, que en un inicio estuvo diseñado para zonas rurales y urbano-marginales, es ahora seguido en escuelas privadas de la capital, por sus “espectaculares resultados”.

Para el próximo año pensábamos incorporarlo a los sistemas escolares de dos Estados más, “pero otros cuatro gobernadores vinieron a inscribir a sus escuelas en el programa”.

Cuando les dijimos que era imposible, pues se requería constituir un equipo y contratar radioemisoras que difundan diariamente el programa, nos demostraron que tenían todo listo, añade el experto.

Con ello, serán 14 estados y el Distrito Federal los que apliquen el programa desde el próximo mes. En el futuro, se buscará cubrir todo el territorio venezolano.

El resultado más importante se da en los maestros, pues el programa les lleva a una actitud positiva hacia las matemáticas, dice Nora Jaegerman, directora general del proyecto que se conoce oficialmente como «Matemática Interactiva”.

Cada niño es un científico nato y todos son aptos para las matemáticas, dice convencida. El problema es que la sociedad -sus padres, sus maestros- y los métodos tradicionales de enseñanza, condicionan negativamente a un alto porcentaje de niños, explica.

Uno de los principales problemas, según Jaegerman, suele provenir de maestros que heredaron una actitud negativa hacia la ciencia o que tienen miedo al fracaso, pues están mal capacitados y no dominan el programa de matemáticas de la educación básica.

“Allí es donde tiene éxito el programa de Matemática Interactiva, pues no sustituye al maestro, sino que lo apoya. Los maestros encuentran que enseñar matemática es fácil y divertido, y que sus alumnos progresan rápidamente”, expresa Jaegerman.

Los programas, de media hora de duración, se transmiten por Radio Nacional, emisora estatal de Venezuela, y una cadena de radios privadas, de lunes a viernes, dos veces diarias: una por la mañana y otra por la tarde, pues unas escuelas públicas trabajan solo jornadas matutinas y otras solo vespertinas.

Giran en torno a personajes diseñados para cada nivel de la primaria, con radio-dramatización sobre casos de la vida real o de la fantasía, que guían a los estudiantes en los juegos y ejercicios que deben hacer.

Según coinciden varias evaluaciones independientes, el programa ha logrado mejorar el rendimiento escolar de los alumnos no sólo en matemáticas sino en otras materias y ha reducido radicalmente la deserción escolar.

Además de la transmisión radial de 30 minutos, el programa ofrece una guía para el docente, con recomendaciones generales y específicas en cada grado para el desarrollo del programa en el aula y sugerencias de actividades para ser desarrolladas antes, durante y después de la transmisión de cada programa radial.

Un paquete complementario, específico para cada grado, permite a los niños disponer de los materiales -muchos de ellos muy simples como piedrecitas, palos, billetes de papel, canicas-. Este material se renueva todos los años.

La capacitación del docente se realiza en un rápido taller de entrenamiento, que no dura más de 10 horas, y uno de dos horas para el directivo de la escuela que se inscribe en el programa.

“Al transmitirse públicamente a través de la radio, Matemática Interactiva llega también a padres de familia, jóvenes de educación media y a otras escuelas no incorporadas formalmente”, comenta Jaegerman.

Por lo tanto, en realidad “no sabemos cuántas personas oyen el programa, pero son decenas de miles que lo siguen informalmente”.

“Lo que sí es seguro es que al menos 300.000 niños pertenecientes a 11.000 aulas estarán incorporados formalmente al programa a partir de septiembre”, puntualiza.

“La importancia del programa es difícil de exagerar”, explica Planchart, al referirse a la mala calidad de maestros y profesores, quienes son, junto con los alumnos, víctimas de la mediocridad del sistema educativo.

“No recibieron la preparación y formación adecuada para el trabajo que desempeñan, además son poco apreciados socialmente y, en consecuencia, mal pagados”.

Pero, además, hay un problema cada vez más grave de escasez de maestros, ante una población escolar creciente. “No se tiene ni la más remota posibilidad de producir a corto o a mediano plazo el número de maestros que nuestro sistema educativo requiere”.

“Si no llegamos con medios de comunicación y tecnología a los seis millones de niños en edad escolar que hay en Venezuela (y que serán 12 millones en un lapso de 7 años), simplemente le será imposible al país salir adelante y se profundizará dramáticamente su crisis”, señala el director del Cenamec.

El proyecto recibe desde hace dos años fondos del macro-préstamo del Banco Mundial al gobierno venezolano para mejoramiento de la educación media.

El proyecto cuesta 282,26 bolívares (unos 60 centavos de dólar) por alumno por año, es decir menos que el costo de un libro de texto.

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