No cabe duda de que en el «criptoverso» están sucediendo cosas interesantes. Allí están varios casos: Desde el de Terra-Luna, pasando por los casos con Celsius, Three Arrows Capital, Voyager Digital y FTX, hasta la retoma de la inversión en bitcoins ―a lo «Pepeganga»― de Nayib Bukele y el caso de BlockFi, solo por mencionar los más emblemáticos.
Aunque alguno de ellos sin mayor evidencia y solo a punta de rumores, los anteriores son hechos suficientemente tratados en la prensa digital y en las redes sociales y, salvo que aparezca nueva información objetiva y públicamente accesible y verificable (como por ejemplo los estados financieros auditados o no de Alameda Research y/o de FTX), lo más sensato es esperar por dicha información, es decir, entrar en una suerte de «wait and seeapproach».
Si bien alguien puede pensar que la frase anterior me hace quedar como un experimentado analista del mercado de valores, en realidad no la he escrito con ese sentido. Dicha frase la utilizan aquellos que quieren «sonar» particularmente escépticos para subrayar que las cosas son más inciertas ahora de lo que suelen ser. Sin embargo, dicha frase involucra una falacia, ello en virtud de que el futuro siempre es incierto. Claro, menos incierto para los astrólogos, aunque ellos con su «hedging» o cobertura, le dan la vuelta al asunto afirmando que los astros «inclinan pero no obligan».
Ahora bien, si nos atenemos a la, muy criticada y así llamada, «Hipótesis de los Mercados Eficientes» formulada de manera independiente por los premios Nobel Eugene Fama y Paul Samuelson, entonces la frase escrita en el párrafo anterior cobra sentido: un mercado de valores es «informacionalmente eficiente» cuando la competencia entre los distintos participantes que intervienen en el mismo, conduce a una situación de equilibrio en la que el precio de mercado de un título valor constituye una buena estimación de su precio teórico o intrínseco. Y por supuesto, ese equilibrio implica que todo lo que hay que saber sobre un determinado título valor se conoce.
Haciendo la consabida salvedad de que la bitcoin no tiene valor intrínseco (aunque sí valor instrumental), hay manera de aproximarse al valor ―o como veremos más adelante― a los valores, que le asignan los actores en los mercados en que se cotiza directa o indirectamente tan peculiar activo, y una de ellas lo representa el caso de Grayscale Bitcoin Trust (GBTC).
GBTC es lo que aquí en Venezuela denominaríamos un fondo mutual de inversión de capital cerrado, una entidad de inversión colectiva. La Ley de Entidades de Inversión Colectiva (1996) define los fondos mutuales de inversión en su artículo 29, como aquellas «…entidades de inversión colectiva que tienen por objeto la inversión en títulos valores, con arreglo al principio de distribución de riesgos, sin que dichas inversiones representen una participación mayoritaria en el capital social de la sociedad en la cual se invierte, ni permitan su control económico o financiero». Tal fondo se inscribe en una bolsa de valores y las acciones de dicho fondo se someten al veredicto del mercado.
Ahora bien, hay que aclararlo, en ninguna parte, estimado lector, encontrará usted, ni antes de 1996 ni muchísimo menos después, la definición escrita y exacta de «principio de distribución de riesgos». Para su acervo cultural, dicho principio está asociado a una cartera diversificada y una cartera diversificada está sujeta a un menor riesgo.
Por ejemplo, tal principio bien puede referirse a un portafolio con activos residentes poco o negativamente correlacionados entre sí (correlación de Pearson) o a un portafolio de varianza mínima (teoría moderna del portafolio), o a un portafolio armado de manera «naive» (distribuyendo el capital levantado en montos iguales en los «n» activos residentes del portafolio. Lo cierto del caso es que allá en «el imperio», GBTC armó su portafolio de inversión con un solo activo residente (la bitcoin) con lo cual una primera conclusión es que dicho portafolio no está armado con base en el principio de distribución de riesgos y en consecuencia, no está diversificado sino expuesto totalmente a la montaña rusa que representa la bitcoin.
En efecto y en su portal, la firma Grayscale y con relación a GBTC, coloca, palabras más palabras menos por la traducción libre: «…el fondo está invertido única y pasivamente en bitcoins, lo que permite a los inversores obtener exposición a la bitcoin en forma de valor mientras evita los desafíos de comprar, almacenar y custodiar la bitcoin directamente».
Y claro, al ser un portafolio full exposición, vale decir full riesgo, debe ir de la mano de un retorno «extraordinario». Lo único que ustedes, amigos lectores, tendrían que tener en cuenta aquí y por aquello del alto riesgo, es que ese retorno extraordinario puede ser negativo.
Entonces, ¿cuál es la noticia relacionada con GBTC? Pues que las acciones del fondo GBTC se cotizan en el mercado a descuento.
Abordemos el problema de la manera más simple posible: el fondo GBTC está conformado exclusivamente por bitcoins que, tal como ustedes saben, tienen un precio en el mercado. El fondo está representado por un número de acciones compradas por los inversores, acciones que también se cotizan en el mercado. Al considerar el precio de mercado de todos los bitcoins que tiene el fondo en su activo y restarle los pasivos existentes y luego dividir tal resultado entre el número de acciones en manos de los inversores, se obtiene el llamado NAV (Net Asset Value) o valor del activo neto (aquí en Venezuela lo conocemos con el nombre de VUI o valor de la unidad de inversión). El NAV de GBTC era de 14,43 dólares para el lunes 21 de noviembre, fecha en que escribo este artículo.
Ahora bien, dado que GBTC está inscrito y se cotiza en bolsa en el mercado «over the counter», cada acción en ese mercado, para la misma fecha del lunes 21 de noviembre, se cotizaba a un precio de 8,28 dólares. La diferencia entre 14,43 dólares y 8,28 dólares, representa un descuento que monta a -42,62% lo que puede interpretarse como un significativo descuento. Los diferentes portales de noticias y las redes sociales son imprecisos sobre la fecha inicial de estos descuentos en GBTC. Es demostrable y comprobable, que los mismos tuvieron lugar a partir de finales de febrero de 2021, tal como puede apreciarse en la gráfica que inicia este artículo.
Aquí cabe la pregunta que intento responder: ¿cómo es posible que algo (el fondo GBTC) compuesto por bitcoins valga menos que el propio bitcoin en el mercado? La anterior pregunta equivale al siguiente planteamiento: En su vieja y usada cartera usted tiene, además de sus documentos personales, un genuino y único billete de 100 bolívares (los del nuevo cono monetario) y yo le pregunto a usted: ¿cuánto vale su cartera? Por favor, debe darse cuenta de que con los datos suministrados en el caso de la bitcoin, su cartera no vale 100 bolívares sino 57,38 bolívares ((1 – 0,4262) x 100).
Un hecho es que la acción del fondo GBTC se está comportando, a modo de ejemplo ilustratorio, como un bono cero cupón cuyo valor presente, a causa de su altísimo “yield”, es muchísimo menor que su valor facial o nominal.
El caso es que las instituciones que inicialmente invirtieron en el fondo, se han venido deshaciendo de sus accionesen GBTC desde finales de febrero de 2021. Por supuesto que el fondo no devuelve bitcoins sino dólares, pero de algún lado tienen que salir los dólares. A modo de ejemplo y consultando la reciente Forma 10-Q del fondo, se tiene que para el 31 de diciembre de 2021 la cantidad de bitcoins en el fondo era de 644.809,97 y 9 meses después, para el 30 de septiembre de 2022, la cantidad de bitcoins reportada es menor e igual a 635.235,84 (unos 9.574,13 bitcoins menos). También y a raíz del asunto con FTX, algunos actores en el mercado de criptomonedas le han exigido a Grayscale una «prueba de reservas», misma que Grayscale se ha negado a materializar argumentando razones de seguridad.
La gerencia del GBTC ha intentado sin éxito maniobrar tratando de convertir GBTC en un ETF (Exchange Traded Fund) que tiene una dinámica de precio distinta, pero la Comisión de Valores norteamericana se lo negó y actualmente están en juicio en tribunales.
Lo importante aquí es que si usted, amigo lector, aplica el descuento observado en GBTC a la propia bitcoin en el mercado, obtiene quela bitcoin debería estar por debajo de los 10.000 dólares y eso es francamente irónico y aterrador para los amigos de las finanzas descentralizadas que, paradójicamente hablando,han necesitado desde siempre a las finanzas centralizadas (casas de bolsa) para comercializar los criptoactivos y rentar. No es un hecho fortuito que el lunes 21 de noviembre, el Fear & Greed Index continuaba ubicado en la zona de miedo extremo.
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