¿Qué pasará mañana?

Foto: AFP Y EFE

No tengo facultades de adivino, de brujo, de vidente, ni mucho menos; pero en el mundo de la política hay signos, unos evidentes y otros ocultos, que permiten intuir determinados desenlaces; lo más complejo es lograr separar los deseos propios, de la realidad. Considero que es indispensable antes de llegar a mañana 28 de julio de 2024, remontarme a dos fechas que en mi criterio son hitos en la historia política de Venezuela.

En 1963 siendo presidente de la República Rómulo Betancourt, Acción Democrática sufrió su segunda división, la Corte Suprema de Justicia consideró que el litigio debería resolverlo el Consejo Supremo Electoral; éste, convocó las elecciones para presidente y Congreso Nacional, el ente electoral acordó poner en depósito bajo su custodia la tarjeta blanca, y por primera vez hubo 2 A.D. la que encabezaba el Dr. Leoni que llamaron AD Gobierno y la de Ramos Jiménez, AD oposición. La AD gobierno solicitó la tarjeta negra y su eslogan fue: vota por la negra para recuperar la blanca. La AD oposición requirió una tarjeta plateada con un caballo. Ambos grupos suscribieron un acuerdo de que quien obtuviera mayor cantidad de votos se quedaría con el nombre y los símbolos de Acción Democrática.

Raúl Leoni resultó electo presidente de la República y el CEN que él conducía recuperó todo, incluidos los bienes del partido. Eso demuestra la independencia y autonomía de los poderes que existía en esa época, beneficiarios del mayor respeto de quien ejercía la presidencia de la República, a pesar de la amenaza que constituían los grupos guerrilleros que auspiciados por Fidel Castro se empeñaban en destruir nuestra democracia como lo han hecho quienes hoy gobiernan. En 1968 Acción Democrática es víctima de su tercera división, una parte mayoritaria del CEN apoya la candidatura presidencial del Dr. Gonzalo Barrios, y otra parte se inclina por la del maestro Luis Beltrán Prieto Figueroa, dando nacimiento al Movimiento Electoral del Pueblo (MEP), facilitando la victoria del Dr. Rafael Caldera con una diferencia cercana a los 30.000 votos frente al Dr. Barrios, fue una semana de incertidumbre en la que se evidenció el talante democrático del liderazgo político del país.

A nadie se le ocurrió amenazar con un baño de sangre o con un golpe de Estado si no ganaba las elecciones. Solo alguien que no haya nacido aquí, puede sentir tanto odio por este pueblo. Para acercarnos lo más posible a la verdad de mañana, debemos tener presente dos cosas: 1. Quienes controlan los poderes públicos no tienen vocación democrática. 2. El seguro ganador Edmundo González Urrutia, no solo es un demócrata a carta cabal, sino una garantía de que no habrá persecución ni revanchismo para quienes serán desalojados del Poder Ejecutivo. Tomando en cuenta lo anterior nos pasearemos por varios escenarios: Escenario A: Es el ideal, el que aspiramos la inmensa mayoría de los venezolanos. El CNE anuncia la victoria aplastante de Edmundo González Urrutia, Nicolás Maduro en cadena nacional de radio y televisión reconoce su derrota y luego llama al presidente electo para felicitarlo y acuerdan una fecha para reunirse en Miraflores. Inmediatamente las calles se convierten en una celebración carnavalesca hasta el amanecer. ¡Ha regresado la Democracia! Escenario B: El Consejo Nacional Electoral, a las 10:00 pm no ha emitido el primer boletín, y pretende dar un boletín con resultados no irreversibles, que le dan el triunfo parcial a Nicolás Maduro, para auscultar la reacción de las Fuerzas Armadas, y generar desconsuelo y una reacción violenta de los ciudadanos, pretendiendo preparar el terreno para repetir el guion del referendo consultivo sobre el Esequibo. Escenario C: Los mandos medios de las Fuerzas Armadas hacen público un pronunciamiento exigiendo al CNE haga oficial el boletín que registra lo expresado en las máquinas de votación por la soberanía popular. Escenario D: Edmundo González Urrutia, María Corina Machado y los voceros de la PUD, se suman al pronunciamiento de los mandos medios de las Fuerzas Armadas y les solicitan a quienes votaron por el cambio, enrolarse en ese movimiento militar, si el gobierno insiste en mantener el poder desconociendo lo expresado por el pueblo en las máquinas de votación. Escenario E: Los presidentes de Colombia, Brasil, Ecuador, Chile, Perú, Argentina, Uruguay, Paraguay, Bolivia, Panamá, Costa Rica y Estados Unidos, solicitan a la OEA convocar un Consejo General para restablecer el orden constitucional en Venezuela, de acuerdo con lo contenido en la Carta Democrática Interamericana.

Tengo que concluir que conservo el palpito de que la diferencia de votos entre Edmundo González Urrutia y Nicolás Maduro será tan apabullante, que quedarán sin fuerzas para tomar atajos inconstitucionales. El único camino que les queda, dada la fuerza de la voluntad de cambio, es reconocer el triunfo de Edmundo González Urrutia como expresión genuina de la voluntad popular.

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