OPINIÓN

Que nadie os engañe 

por Antonio de la Cruz Antonio de la Cruz

La narrativa del régimen de Nicolás Maduro de que está “pariendo” porque no tiene dinero para “pagar el aumento salarial ni el apresto de las Fuerzas Armadas” debido al desfalco a la industria petrolera –sí, leyó bien, el desfalco, ya no son las sanciones– cometido por un grupo inescrupuloso sin conciencia cívica, ni ética, apátrida, amoral, es la posverdad que ahora quiere imponer.

Busca desviar la frustración de los venezolanos por el salario miserable que reciben, tratando de hacer empatía con “quien está pariendo”. Apela a la compasión con la persona “responsable última” de lo que ocurre en Venezuela, desde los crímenes de lesa humanidad de acuerdo con la Misión Internacional Independiente de la ONU para Venezuela hasta la extracción de dinero de las arcas de la nación.

El resultado de la auditoría realizada por el nuevo presidente de la estatal petrolera venezolana, coronel Rafael Tellechea, ha sido el instrumento para distorsionar la realidad del gran robo del siglo. Porque Pdvsa ha sido la mayor fuente de corrupción desde que la “robolución” llegó al poder en 1999 con Hugo Chávez y continuó a partir de 2013 con su sucesor.

El ministro de Petróleo y presidente de Pdvsa en tiempos del “comandante eterno”, Rafael Ramírez, reconoció la pésima administración en el documental Petróleo y ruina – El éxodo venezolano de la televisión alemana DW: “Hay que poner las cosas en su sitio, yo sí creo que al menos 30% [210.000 millones de dólares] de nuestros ingresos se nos fueron en manos de la corrupción y del despilfarro”.

En esta ocasión, la agencia de noticias Reuters se hizo eco del “gran golpe a Maduro”. Informó el pasado martes 21 de marzo –un día después de que Tareck el Aissami hiciera pública su renuncia en un tweet– que “la cifra en cuentas por cobrar de la estatal petrolera venezolana llegó a 21.200 millones de dólares luego de recurrir a terceros casi desconocidos desde hace tres años [2020 -2022]” –período que corresponde a Asdrúbal Chávez en la presidencia de Pdvsa y a Tareck el Aissami como ministro de Petróleo–.

Veamos los números.

Producción de petróleo 

La producción de petróleo para el período 2020-2022 tuvo una fuerte caída en junio de 2020. Se desplomó 420.000 barriles/día con respecto a enero de ese año, según las fuentes secundarias de la OPEP.

Una causa fundamental fue que la administración Trump sancionó el brazo comercializador de Rosneft con sede en Suiza en febrero, lo que ocasionó un desajuste en las exportaciones de petróleo venezolano y por ende en la producción. En consecuencia, los patios de tanques tenían poca capacidad de almacenamiento para recibir nueva producción.

Una vez sorteada la situación con brokers piratas, la producción empezó a registrar de manera sostenida pequeños incrementos hasta alcanzar 666.000 barriles/día en diciembre de 2022. Por supuesto, el suministro de diluyentes –naftas, condensados, crudos livianos– por parte del régimen de los ayatolás permitió mejorar la producción de los crudos extrapesados de la faja petrolífera del Orinoco.

Exportación de petróleo 

Las exportaciones están fuera de control estadístico. La variación proviene porque el crudo sancionado venezolano, al ser utilizado para mantener una organización criminal en el poder, se vende en el mercado negro.

Los tanqueros que usan para trasladar el crudo tienen los transponder apagados para que las autoridades marítimas no sepan su trayectoria y destino. Los armadores les cambian los nombres. Los registran en otros países. Los pintan con otros colores. Además, transfieren la carga en alta mar a otros buques (STS).

Esto ha hecho de la venta del crudo venezolano una actividad diaria, sin planificación. La asignación de las ventanas de llenado de los tanqueros en los puertos venezolanos a dedo para distintos propósitos que van desde la “solidaridad con Cuba”, pago de la deuda con el BDC, Banco de Desarrollo de China-Fondo Chino, hasta la cancelación a importadores –precio del crudo con descuentos– de bienes que buscan el comprador y transporte de forma aleatoria. Todo se justifica por las sanciones estadounidenses y la Ley Antibloqueo.

Las exportaciones no han variado desde 2020. Se han ubicado en un promedio diario de 487.000 barriles.

En un ejercicio para determinar los cargamentos de petróleo que no reportaron ingresos (pagos directos) a Pdvsa –los de Cuba por solidaridad entre los pueblos y los de China para el pago de capital e intereses del préstamo por petróleo al BDC-Fondo Chino– estos representaron 53% de las exportaciones totales para el período 2020-2022, 22.976 millones de dólares.

Es decir, que Cuba recibió embarques de petróleo equivalentes a 2.705 millones de dólares aproximadamente. Y China cobró con crudo 9.331 millones de dólares, de los cuales 4.672 millones de dólares fueron para el servicio de la deuda y el excedente a la cuenta de Pdvsa en el BDC.

La premisa para los cálculos es: envíos a Cuba y China (BDC) de acuerdo con TankerTrackers.com; precio del barril de Merey promedio año según la OPEP; volumen de exportación remanente tiene un descuento de 20% en 2020, 30% en 2021 y 40% en 2022.

La diferencia con el monto total de la auditoría ordenada por Tellechea es de 9%, que para el objetivo de trabajo es aceptable desde el punto de vista ingenieril.

Divisas al BCV

Durante la administración de Asdrúbal Chávez, Pdvsa entregó al Banco Central de Venezuela 4.500 millones de dólares, equivalente al 19% de los ingresos totales.

Otros

Si tomamos en cuenta que 3.000 millones de dólares equivalentes en venta de crudo fueron para fondear la criptomoneda petro, según el medio Últimas Noticias, restan 3.500 millones de dólares (15%) sin información.

Sin embargo, el presidente de la empresa, Asdrúbal Chávez; la ministra para la Economía y Finanzas, Delcy Rodríguez; y el presidente de facto de Venezuela saben todos los pormenores de los movimientos de los buques en Pdvsa. Y por supuesto el ministro de Petróleo, Tareck el Aissami, con su red criminal.

Según Rafael Ramírez, entre los que tuvieron tanqueros se encuentran Alex Saab y Álvaro Pulido, quienes han manejado el negocio de la importación de alimentos conocidos como cajas CLAP.

Conclusión 

La narrativa del régimen de Maduro de que está “pariendo” porque no tiene divisas para pagar el aumento salarial ni el apresto de las Fuerzas Armadas por el desfalco de Pdvsa “que acaban de comprobar” es entonces una vil mentira.

No tiene porque la cleptocracia ha saqueado a Venezuela durante dos décadas. La industria petrolera no da para más. No tiene ni tendrá ingresos por exportaciones petroleras suficientes para mantener secuestrado el país. Es hora de acabar con la red de criminales corruptos y recuperar lo que nos han dejado de nación.

Que nadie os engañe.