OPINIÓN

Que la estrella de Belén ilumine a Venezuela

por Edgar J. Amado Edgar J. Amado

El profeta Isaías, en el cap. 9, 1 nos recuerda lo siguiente: “El pueblo que caminaba en las tinieblas divisó una gran luz…” y ese es mi deseo para Venezuela en estas navidades, que la luz triunfe sobre el mal representado por la dictadura que agobia a nuestro bello país. Sí, así como la estrella de Belén guió a los tres Reyes Magos para que adoraran al Niño Jesús,  necesitamos que en esta oportunidad guíe a todos los venezolanos para que encuentre el camino hacia la libertad y a la democracia.

Visualizo a una Venezuela en que todos los venezolanos se unan por encima de aspiraciones personales, posiciones partidistas y sin convenios ocultos, comprometiéndonos a no descartar ninguna posibilidad que conduzca a la salida del régimen y así como el Niño Jesús se salvó de ser asesinado por Herodes en la matanza del Día de los Inocentes, así Venezuela debe ser salvada de nuestro propio Herodes, que en este caso es el dictador usurpador, con toda la cúpula de traidores que desangran a nuestra patria, matándonos de hambre con sueldos ridículos, inflación exagerada, mala gerencia, corrupción, falta de un buen sistema de salud, inseguridad, persecución política, cárcel, casas de tortura en varias ciudades del país y la creación de una oposición ─alacranes─ a la medida de los nefastos planes de Miraflores.

Tenemos una Asamblea Nacional legítima (2015) que aunque puede ser eliminada porque ya se le cumplió el tiempo y propios y extraños quieren desaparecerla del mapa con un  plumazo en cualquier momento por la dictadura y con la ayuda de algunos partidos del ahora G3 (Primero Justicia, Acción Democrática y Un Nuevo Tiempo). Los venezolanos debemos estar a la expectativa con el 2024 y que ya que algunos factores infiltrados en la oposición están tratando de acomodar el panorama que solo favorecerá a la dictadura, permitiendo que el CNE intervenga de una u de otra manera en las primarias, dejando intervenir al ente comicial del régimen en un proceso que solo debe ser manejado por la ciudadanía, dentro y fuera de Venezuela. Además que de cierta forma, se está legitimando al usurpador, que desde hace años, todo el mundo que solo se mantiene en el poder gracias a unos militares que han roto el juramento de defender la patria y lo han cambiado por el de defender sus intereses personales y al de una de las peores dictadura que haya existido en el continente.

Esperemos que la Delegación de Diálogo de la Plataforma Unitaria, encabezada por Gerardo Blyde, honre el compromiso que tiene con Venezuela, de lograr unas elecciones libres y transparentes, porque de lo contrario pasará a la historia como la persona que ayudó a lavarle la cara a la dictadura a nivel internacional. Aún está a tiempo de convertirse en un héroe y hasta ahora los convenios solo favorecen al régimen porque ningún acuerdo puede postergar la ansiada salida del régimen por el bien de los venezolanos y de todo el continente. De lo contrario, la comunidad internacional, el Grupo IDEA, el Grupo de Lima, Estados Unidos, la Comunidad Europea y el mismo secretario general de la OEA, Luis Almagro, pueden cansarse de la falta de acción coherente y de la responsabilidad que tiene la verdadera oposición con todos los venezolanos, lo cual es más importante que los posibles acuerdos que solo favorezcan a una de las partes, es decir, a la dictadura criminal. El peligro está en que la comunidad internacional se olvide de lo que está pasando en Venezuela por los últimos movimientos del G3 y eso es precisamente lo que quiere la dictadura, y por eso el lobby que hace la tiranía buscando el apoyo de algunos países de la Comunidad Europea, Estados Unidos, además de fortalecer relaciones con Colombia, Nicaragua, Cuba, México, Argentina, entre otros, destacando el caso del gobierno presidido por Pedro Sánchez, de España. La realidad es que necesitamos el respaldo de toda la comunidad internacional, además de la unidad real y absoluta de toda la ciudadanía del país que sí creen en los valores de la democracia y de la libertad.

Esperemos entonces que la estrella de Belén ilumine a todas las partes involucradas que trabajan en la salida del régimen para que los venezolanos comencemos a reconstruir una Venezuela en paz, democrática, transitando un camino de prosperidad, sin divisiones, un país de oportunidades con el regreso masivo de todos los que emigramos y de aquellos venezolanos que continúan formándose profesionalmente en el exterior, esperando que llegue ese día en que todos podamos cumplir con el deseo de millones de venezolanos, de poder volver a casa.

“Hoy, día de alegría para todos, día lleno de llamamientos a la paz y la fraternidad, se hacen más intensos e incisivos el clamor y la súplica de los pueblos que anhelan la libertad y la concordia, en situaciones de preocupante violencia étnica y política. Hoy resuena más fuerte la voz de quienes están comprometidos generosamente en derribar barreras de miedo y de agresividad, para promover la comprensión entre hombres de distinto origen, raza y credo religioso” Juan Pablo II.