OPINIÓN

¿Qué hay detrás de la Cumbre? 

por Edgar J. Amado Edgar J. Amado
petro venezuela

EFE/ Mauricio Dueñas Castañeda

La tiranía de Venezuela consiguió un aliado incondicional en Gustavo Petro, planificando una estrategia para lavarle la cara a la dictadura venezolana. El presidente de Colombia organizó la Cumbre sobre el proceso político en Venezuela, el pasado 25 de abril, donde el gobernante colombiano intentó salvar al régimen castro chavista convocando a diecinueve países y al alto representante para la política exterior de la Unión Europea, con el argumento de encontrar una salida democrática a la situación del país. La realidad es que el único interés del usurpador de Miraflores y del antiguo guerrillero no es otra cosa que el alivio de las sanciones, creando una matriz de opinión a nivel internacional, dando la idea de que el gobierno de Venezuela va a entregar el poder de una manera democrática, lo cual sabemos no existe garantía alguna de que vaya a suceder. Pero la mencionada Cumbre comenzó con el pie izquierdo y nos referimos a la declaración del canciller colombiano, que justificó la expulsión del dirigente opositor Juan Guaidó diciendo que la vida del expresidente interino corría peligro en Colombia y a pesar de que Guaidó fue reconocido en su oportunidad por unos 60 países como presidente legítimo de Venezuela, esto no sirvió de nada. Con relación a lo expresado por el canciller Álvaro Leyva, que Guaidó había entrado a Colombia de manera inapropiada, el líder opositor Antonio Ledezma declaró que para Leyva debería ser inapropiado es la forma como casi 8 millones de seres humanos hemos tenido que huir de Venezuela; entonces, ¿de qué respeto a las leyes se refirió Leyva cuando habló sobre la expulsión de Guaidó? En otras palabras, el gobierno de izquierda de Colombia, escoge a gusto de la dictadura venezolana quienes pueden ser oposición y quienes no, es decir una oposición a la medida para los intereses de ambos gobiernos. En ese mismo orden de ideas de la delegación de la Plataforma Unitaria para el diálogo, solo su coordinador Gerardo Blyde, fue el único que no estuvo de acuerdo con la expulsión de Juan Guaidó.  Esta acción del gobierno colombiano no es de extrañar, recordemos que las instrucciones repetitivas emanadas desde La Habana, para sus aliados Venezuela, Nicaragua y ahora Colombia, siempre guardan el mismo matiz; hablar de democracia y de leyes como fachada para la corrupción, violación de los derechos humanos y lo que en realidad hacen es cumplir al pie los postulados del Foro de Sao Paulo y del Grupo de Puebla, ahora con el agregado de otro nuevo aliado que se hizo del poder en Brasil, nos referimos a Ignacio Lula da Silva.

La preocupación de que la Cumbre sobre Venezuela, tiene como fin único defender a la dictadura venezolana, se reafirma con lo expresado por el Grupo Libertad y Democracia, donde 10 expresidentes opinaron sobre la Cumbre, lo siguiente: “Se puede detonar una falsa narrativa, según la cual el dictador Maduro es una pobre víctima de las sanciones, y no un violador de los derechos humanos investigado por la  Corte Penal Internacional”. Entonces si en realidad los países asistentes a la Cumbre, incluyendo al Alto Representante de la Política Exterior de la Unión Europea, Josep Borrell, antes de seguir avanzando sobre la democratización de Venezuela -Estado forajido- sin antes levantar cualquier tipo de sanción primero debe permitirse que no se excluyan ningún candidato opositor, la liberación de los presos políticos, que el investigado por la Corte Penal Internacional, el usurpador de Miraflores, no pueda ser nuevamente candidato presidencial, liberar a Venezuela de la invasión cubana, rusa, e iraní y por supuesto expulsar del país a los grupos narcotraficantes. Con el prontuario de la dictadura aquí delineado, no entendemos entonces por qué se le está dando al régimen un trato como si fuera un gobierno democrático con algunas fallas que pueden ser corregidas, por supuesto que esto no es verdad, el gobierno de Venezuela es una dictadura que ha violado, viola y seguirá violando los derechos humanos mientras se mantenga en el poder, por lo cual es necesario asegurarse que la comunidad internacional no caiga en la trampa cazabobos de Petro, porque la realidad es que se desea crear una matriz de opinión donde el narcorrégimen parece estar arrepentido del robo multimillonario al erario de la nación, de proteger el narcotráfico, acallar a cualquier opositor que considere peligroso para sus intereses, violar todo tipo de derechos humanos y con todo esas acciones ahora como si no hubiera pasado nada, se eliminen las sanciones y convertir a la dictadura como una víctima y al pueblo de Venezuela, a la Corte Penal Internacional, las organizaciones defensoras de los derechos humanos y a los países democráticos del mundo como los victimarios que impusieron unas injustificadas sanciones a un supuesto gobierno democrático. Además, no olvidemos que la situación económica del país, el desastre de los servicios públicos y la violación de los derechos humanos, comenzaron mucho antes de que se impusieran las sanciones.

La delegación de la Plataforma Unitaria, encabezada por Gerardo Blyde, en principio está trabajando para lograr el regreso a las negociaciones en México. Con relación a la Conferencia Internacional en Colombia sobre Venezuela, Blyde expresó, entre otras cosas: “Quedaron puntos por fuera en la declaración. Lamentamos que no haya habido una declaración conjunta y echamos en falta otras solicitudes que hicimos verbal, escritas y en una comunicación que el canciller Leyva leyó por parte de la plataforma al inicio de la conferencia”. Señaló que no se habló sobre los presos políticos, ni de la violación de los derechos humanos. Está claro cuáles son las verdaderas intenciones de Petro y de cualquier país que apoye la posición del gobierno izquierdista colombiano con relación al régimen venezolano, evadiendo la realidad en la que se ha envuelto Venezuela en más de 20 años de dictadura. Por otro lado, están la posición acomodaticia del G3 que forma parte de la Plataforma Unitaria, que le están haciendo carantoñas al régimen, entre otras cosas permitiendo que el Consejo Nacional Electoral intervenga en el proceso de las primarias. Debemos entender que el CNE forma parte del régimen y entregar cualquier parte del proceso de las primarias al órgano rector es entregarles las primarias a la dictadura. Por otra parte, algunos integrantes de la Plataforma Unitaria están sugiriendo indirectamente cómo debe ser el proceso de liberación de los 3.200 millones de dólares bloqueados que acusan a la dictadura del empobrecimiento del pueblo venezolano, ¿será que a personas como Stalin González se les olvidó el caso de corrupción más grande en la historia, como son los 21.000 millones de dólares desfalcados en la empresa petrolera venezolana?

“Mi ideal político es el democrático. Todo el mundo debe ser  respetado como persona y nadie debe ser divinizado”, Albert Einstein.