OPINIÓN

¿Qué hacer para cambiar al país?

por Isabel Pereira Pizani Isabel Pereira Pizani

Un proyecto país no es un plan de gobierno. No se trata de listar infraestructuras, recursos humanos, financieros y técnicos. Las respuestas concretas se resuelven con políticas públicas diseñadas por nuestros mejores expertos. Un proyecto de transformación sociopolítica y cultural tiene que enfatizar los aspectos subjetivos determinantes de la visión, creencias, percepciones que influyen y son determinantes en la conducta de los ciudadanos y sus instituciones. Se trata no solo de enumerar tareas imprescindibles para prosperar y vivir en paz, es proponer un rumbo a partir del análisis, reflexión y valoración de experiencias históricas que guíen la búsqueda de la mayor armonía en el campo sociocultural, económico, político y moral.

En principio hay que reconocer que históricamente se ha empeñado todo el esfuerzo social y político en construir un gran Estado en completo olvido del ciudadano. La idea noble sería iniciar el avance hacia la sustitución de la hegemonía político-cultural del Estado propietario por el individuo responsable, reconocer que el gran ausente histórico ha sido el ciudadano, responsable de sus deberes, fiel a sus valores, minimizado como un ser carente de poder frente a un Estado en permanente proceso de concentración y centralización.

El esfuerzo político cultural se concentra en dos puntos: la toma de conciencia del liderazgo sobre los mecanismos para superar la hegemonía cultural de las ideas rentistas/socialistas y en segundo lugar, la inaplazable necesidad de forjar conciencia de los deberes, derechos y responsabilidades insustituibles de los ciudadanos para poder responder a sus necesidades, aspiraciones y búsqueda de más y mejores oportunidades. Con base en estas premisas intentemos resumir un rumbo, nombrar las tareas por cumplir: