¿Las cartas parecen estar definitivamente echadas? Cuentan del pasaje histórico cuando se le preguntó al Libertador Simón Bolívar ante lo que se pensaba era la pérdida definitiva de la guerra con la Segunda República: “¿Y ahora qué hacemos, mi general?”, a lo que éste respondió sin titubeos: “Vencer”.
Grupúsculo de “niñitas” de un seudo “Alto Mando Militar” que ven asesinar a lo que antes fue orgullo y lo más sagrado de la oficialidad venezolana: dando muerte al oficial venezolano Ronald Ojeda Moreno, todos los jóvenes militares del otrora ejército más glorioso que jamás haya existido en el planeta Tierra deben responder. Los generales del castromadurismo se muestran perplejos ante la derrota que han sufrido en la persona de una histórica líder: María Corina Machado Parisca. Así, bajo el terror, piensan seguir pisoteando la dignidad del uniforme militar.
En un país humillado bajo un régimen de supuestos machos, machotes, de esos que les pegan a las mujeres, trágicamente nos ha transcurrido un cuarto de siglo. Oprobio para nuestra patria que ha cargado con una vergüenza sin precedentes de lo que significa haberle cambiado el nombre al país para distinguir su genocida, criminal y cobarde dizque “revolución bolivariana” con el apellido del Libertador. A ese pasmarote que habla de una oposición de apellidos. El más grande en toda la región de América que devino en seis naciones históricamente fundadas como Estados independientes: Colombia y Panamá, Ecuador, Perú y Bolivia junto a su tierra natal Venezuela.
El actual régimen narcocriminal no ha hecho más que delinquir y delinquir, robar y robar, torturar y torturar, matar y matar; maltratando sádicamente a la madre patria Venezuela, y con ello a millones de nuestras sufridas madres venezolanas.
Han fijado la fecha del 28 de julio, día del nacimiento del primer traidor a sus propios compañeros de armas, para intentar adelantar una contraofensiva del sector militar chavista que inicialmente bajo ideales prometía justicia social y cumplimiento de un nuevo ordenamiento constitucional venezolano. Éste luego entregaría a nuestra patria al régimen delincuente del castrocomunismo de Cuba.
Hoy frente a la evidencia de un país devastado por el socialismo del siglo XXI pretenden dichos criminales del régimen “bolivariano” que nos rindamos y rindamos pleitesía a la memoria de un verdadero traidor: Hugo Chávez Frías. Así pretenden deslucir y difuminar el verdadero sentimiento patriótico de los militares institucionalistas, para que no asuman y escuchen el llamado del compromiso histórico que tienen en este instante con Venezuela.
Este martes 12 de marzo, al recordar al otro gigante, más que venezolano, universal Francisco de Miranda, al izar la bandera en nuestras regiones, calles y avenidas del país, recordemos también que la libertad no tiene precio y habrá que surcar los mares para conquistarla como lo hizo Miranda en el Leander hace dos siglos y dieciocho años atrás…
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