En muchas ocasiones la mayoría de las personas confunden las finalidades de las instituciones de carácter cultural y piensan que todas son iguales.
Las instituciones de carácter cultural tienen sus estatutos donde se encuentra su normativa interna, sus funciones y sus objetivos. De tal manera que desde el punto de vista de su constitución son diferentes.
En segundo lugar, para el caso de las academias de historia, la situación varía más ya que en primer lugar las mismas tienen un carácter internacional por su origen en España y en el caso de Iberoamérica, no existe ninguna nación que no posea en su seno a una academia nacional de la historia y también las academias de historia regionales, con la gran particularidad de que su funcionamiento y estructuras son prácticamente iguales.
Por otro lado, de todo lo descrito anteriormente hay que agregarle que los miembros de las academias de historia son escogidos e ingresados a ellas por ser personas vinculadas al área de la historia, por sus investigaciones, publicaciones, y porque su incorporación implica un compromiso de lucha y trabajo en pro del patrimonio histórico y cultural de su ambiente geográfico.
De tal manera, que ser miembro de una academia de historia es como un apostolado que implica mucho trabajo el cual nunca termina porque afortunadamente estamos ante la presencia de mucho material documental por procesar, analizar y divulgar. Y porque también hay que estar pendiente de nuestro acervo histórico y luchar de manera muy firme para que no se desvirtúe la memoria histórica que siempre ha sido el objetivo de quienes por razones de índole ideológica y politiquera han intentado modificar nuestro pasado con muchas falsedades.
Las academias de historia son organizaciones apolíticas. Eso quiere decir que no se vinculan a las actividades político partidistas de ninguna especie ya que ellas se deben a la población y no pueden tomar partido por ningún tipo de tendencia pues eso sería desvirtuar las funciones de la misma.
En el caso de la academia de historia del estado Carabobo, esta siempre ha sido muy estricta con este tema a los fines de evitar estar involucrados en eventos que no tienen que ver con nuestras funciones y de allí el respeto que le tienen a la misma.
Hasta la fecha, nuestra institución cada vez que ha tenido que fijar posición con respecto a algo que tenga que ver con nuestro patrimonio histórico y cultural, lo ha hecho de forma institucional y respaldada por la ley; de tal manera que todo lo que se ha denunciado y solicitado siempre ha sido dentro del marco constitucional y por ello varios casos hemos sido escuchados y nuestras solicitudes resueltas.
En conclusión, las academias de historia si bien es cierto son organizaciones que forman parte del mundo de la cultura, tienen un propósito muy definido que es nada más y nada menos que responderle a la ciudadanía por su memoria histórica y por la defensa de su patrimonio y sus miembros deben comportarse con la formalidad requerida, la cual comienza que cuando publiquen trabajos especifiquen si es Miembro Correspondiente o es Individuo de Número e igualmente especificar a qué academia pertenece pues crean confusión. Si la persona pertenece a una academia regional debe decir de qué estado es ya que si solamente expresa que es de la academia de historia se confunde con la Academia Nacional de la Historia lo cual no es cierto.
En este tipo de cosas hay que ser muy riguroso con el certificado otorgado y no tratar de hacerse pasar por lo que realmente no es.