OPINIÓN

¿Qué es ser un chavista?

por Salvatore Giardullo Russo Salvatore Giardullo Russo

Después de más de veinte años de revolución bolivariana, nos preguntamos ¿qué es ser un chavista? Buscando la objetividad en el análisis de los diferentes acontecimientos, la conclusión es pura y simple, por lo tanto, un chavista es una persona que apoya y sigue las ideas y el legado político de Hugo Chávez, quién fue el presidente de Venezuela desde 1999 hasta su fallecimiento en 2013. El término «chavista», proviene del apellido de Hugo Chávez y se utiliza para referirse a los seguidores y simpatizantes de su gobierno y su ideología.

En consecuencia, el chavismo se caracteriza por su enfoque populista en la justicia social, la igualdad y la redistribución de la riqueza. Durante el gobierno de Chávez, se implementaron políticas como la re-nacionalización de la industria petrolera, la expansión de programas sociales y la promoción de la participación ciudadana. Estas medidas fueron respaldadas por muchos venezolanos, que se identificaban con las aspiraciones y los ideales de Hugo Rafael.

Sin embargo, el chavismo también ha sido objeto de controversias y críticas. Algunos, argumentan que las políticas económicas y sociales implementadas durante el gobierno de Chávez y su sucesor, Nicolás Maduro, han llevado a la crisis económica y humanitaria que actualmente enfrenta Venezuela, caracterizada por hiperinflación, escasez de alimentos y medicinas, una migración masiva de compatriotas y un deterioro generalizado de las condiciones de vida.

Es importante tener en cuenta que el término «chavista», no se aplica a todas las personas en Venezuela, ya que existen diferentes opiniones y posturas políticas en el país. Algunos venezolanos se identifican con los ideales revolucionarios, mientras que otros, se oponen a esta ideología y buscan alternativas políticas.

Entonces, esto da pie a una pregunta, ¿de dónde provienen los chavistas? Los seguidores de Chávez derivan de diversos sectores de la sociedad venezolana. El chavismo ha tenido un fuerte apoyo entre las clases populares, especialmente entre aquellos que se beneficiaron de los programas sociales implementados durante su mandato, como la Misión Barrio Adentro, la Misión Robinson y la Misión Vivienda. Estas iniciativas buscaban mejorar las condiciones de vida de los sectores más desfavorecidos de la población, brindando atención médica, educación y vivienda gratuita a precios accesibles.

Además de las clases populares, el chavismo también ha tenido apoyo en otros sectores, como trabajadores, sindicatos, campesinos y sectores marginados de la sociedad venezolana. Hugo Rafael y su movimiento político, se presentaron como defensores de los derechos de los pobres y promovieron una agenda de justicia social, independencia nacional y antiimperialismo. De tal manera, lo anterior nos conduce a la siguiente pregunta, ¿cuál es la visión política, económica y social de un chavista? Vamos paso a paso.

La visión política desde la perspectiva de los chavistas consiste en abogar por una democracia participativa y protagónica, además, de la construcción de un sistema político, que promueva la participación activa de las comunidades y la descentralización del poder. Consideran que el poder político, debe estar en manos del pueblo y buscan fortalecer la participación ciudadana en la toma de decisiones, a través de mecanismos como las comunas y los consejos comunales.

Desde el punto económico, los chavistas han promovido una política basada en el socialismo del siglo XXI. Esto implica una mayor intervención estatal en la economía y una redistribución de la riqueza a través de programas sociales y políticas de inclusión. El chavismo ha buscado diversificar la renta venezolana, disminuyendo su dependencia del petróleo y fomentando la producción nacional en sectores como la agricultura, la industria y el turismo.

Desde el ámbito social, el chavismo ha priorizado la reducción de la pobreza y la desigualdad. Se han implementado programas sociales masivos, como la Misión Barrio Adentro (atención médica gratuita), la Misión Robinson (alfabetización) y la Misión Vivienda (construcción de viviendas populares), con el objetivo de mejorar las condiciones de vida de los sectores más vulnerables de la sociedad venezolana.

Además, han promovido políticas de inclusión social y reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas, las mujeres y otras comunidades históricamente marginadas. Han buscado empoderar a estos grupos y garantizar su participación activa en la sociedad.

Es importante tener en cuenta que esta es solo una descripción general de la visión política, económica y social de un chavista y que hay diversas interpretaciones y matices dentro del proceso revolucionario. Por lo tanto, la realidad política y social en Venezuela es compleja, y ha experimentado cambios significativos desde el 2013 con la muerte del expresidente Chávez, originando fisuras dentro del seno del proceso bolivariano.

Pero, después de explicar un poco la esencia de ser chavista, vale la pena preguntarse, ¿cómo evitamos ser contagiados por la ideología de Hugo Rafael? Para sortear los embates de la marea roja, recomiendo los siguientes consejos:

No debemos olvidar, que la diversidad de opiniones es parte de una sociedad democrática, y aprender a convivir y respetar las diferencias es fundamental, para mantener relaciones saludables con personas que tienen distintas perspectivas políticas.

Esto nos lleva al siguiente nivel, que consiste en ¿cómo ayudar a un chavista a salir de su oscuridad? Socorrer a alguien para cambiar su perspectiva política o ideológica, no es una tarea fácil, ya que implica una transformación profunda de pensamiento y creencias arraigadas. Sin embargo, si deseamos iniciar una conversación constructiva con un chavista, para tratar de ampliar su visión y perspectiva, aquí les escribo algunos consejos.

No hay que olvidar, que cada individuo es único y puede tener diferentes motivaciones y experiencias que influyen en su perspectiva. Si bien podemos intentar abrir un diálogo constructivo, es importante recordar que el cambio de opinión es una decisión personal y no está garantizado.

Por lo tanto, luego de analizar el movimiento bolivariano, nos preguntamos, ¿qué hacemos con el chavismo? Hay que evitar a toda costa, ser miope en el análisis del país, por consiguiente, el tema del chavismo y su impacto en Venezuela es complejo y ha generado una amplia gama de opiniones y enfoques. Desde mi humilde posición, me permito ofrecer algunas perspectivas sobre posibles cursos de acción con relación al chavismo.

Es importante destacar que cualquier solución para abordar el chavismo, debe considerar el respeto a los derechos humanos, la promoción de la democracia y la búsqueda del bienestar de la población venezolana en su conjunto. La situación en Venezuela es compleja y no hay respuestas fáciles o soluciones mágicas. Se requiere un enfoque integral y concertado para superar los desafíos y lograr una resolución sostenible.